Inglaterra gana y está a un paso de la gloria
Inglaterra se impuso por 2-1 a Dinamarca en el partido correspondiente a las semifinales de la Eurocopa. Damsgaard adelantó a los daneses, pero Kjaer, en propia meta, y Kane dieron la vuelta al marcador
Inglaterra jugará la final de la Eurocopa el próximo domingo contra Italia a las 21:00 horas en Wembley
Inglaterra estará en la final de la Eurocopa. Nadie daba opciones a Dinamarca, a la vez que todos esperaban que diesen la sorpresa por el bien del fútbol humilde. Pero no pudo ser para los que apoyaban a los daneses, aunque rozaron el milagro mandando el partido a la prórroga gracias a un gran Schmeichel. De hecho, se adelantaron con un gol de Damsgaard, pero los tantos de Kjaer, en propia meta, y otro de Harry Kane permiten a los de Gareht Southgate jugarse el título frente a Italia el próximo domingo en Wembley.
Wembley, templo del fútbol en Europa, acogía esta semifinal. El ambiente era idílico. Después de un año y medio bastante duro ver así un estadio hasta emocionaba. Lástima, los pitos de los hooligans ingleses al himno de una Dinamarca que sufrió un duro mazazo con lo acaecido con Christian Eriksen al inicio de la Eurocopa, pero que llegaban a este encuentro contra los Three Lions con el sueño más vivo que nunca de plantarse en la final. Por su parte, los de Southgate, delante de un público mayoritariamente británico, querían pelear por su primera Eurocopa.
Boris Johnson desde la grada veía como los ingleses salían con bastante intensidad al césped de Wembley y como Dinamarca se defendía de una forma excepcional. Inglaterra se acercaba al área de Schmeichel pero eran incapaces de poner en apuros al guardameta del Leicester. Sterling, como siempre, moviéndose con gran agilidad era el más activo, pero no era suficiente.
Inglaterra encaja su primer gol
Dinamarca comenzaba a espabilar al llegar al cuarto de hora y empezaba a mostrar ese juego combinativo que le han convertido en la selección revelación en esta Eurocopa. Guiados por Damsgaard, sin duda el jugador joven revelación del torneo junto a Pedri, los daneses fueron acercándose a la portería inglesa con un aviso del jugador de la Sampdoria. Intentó un disparo colocado que se perdió cerca de la escuadra, pero en la siguiente que tuvo, con una falta a media distancia, no falló y puso el balón directo en la esquina opuesta. Por mucho que voló, Pickford no pudo hacer nada para evitar encajar su primer gol en el torneo.
Se adelantaba así Dinamarca en el marcador, pero rápidamente llegó la reacción de los Three Lions. Sterling se topó primero con un Schmeichel que firmó una parada sublime, pero un minuto después ya el cancerbero no pudo evitar el empate. Llegó tras un pase de la muerte de Saka que iba al extremo del City, pero Kjaer, en su intento de cortar la asistencia, metió el cuero en su propia meta y desataba la locura en Wembley. Con el 1-1 el colegiado señaló el descanso y por delante había 45 minutos que ambas selecciones peleasen por ese billete que daba acceso a la final de la Eurocopa.
A la vuelta tanto Dinamarca como Inglaterra continuaron manteniendo un duelo precioso en el centro del campo. Por parte de los daneses, Delaney y Hojbjerg, y por el lado inglés, Rice y Phillips, vivían una lucha constante para evitar los ataques del rival, pero en un partido de semifinales y con gran intensidad como era éste, eso era imposible. Schmeichel volvió a hacer un paradón tras un remate de Maguire, que entró como un F16 a rematar. Minutos antes también el central del United la tuvo, pero esa vez golpeó la cabeza de Kjaer, dejándole grogui sobre el césped.
Schmeichel sostiene a Dinamarca
Dinamarca no se achicaba, era fiel a su idea y no se amilanaba para nada. Dolberg puso a prueba a Pickford con un disparo muy flojito que acabó en las manos del guardameta del Everton. La semifinal podía decidirse en cualquier detalle y ambos seleccionadores comenzaron a mover el banquillo. Entraron, entre otros, Wass, Poulsen o Grealish, y el inglés comenzó a aparecer para darle un impulso a una Inglaterra que estaba siendo algo mejor en este segundo acto que su rival.
Transcurrían los minutos, restaban menos de diez, y ninguna se conformaba, nadie quería ir a la prórroga. Pero en los 6′ que hubo de tiempo extra sí que Dinamarca regaló el balón a Inglaterra y se encerró atrás impidiendo que los hombres de Southgate encontraran una fisura con la que hacer el gol de la victoria. De esta forma se llegó a la prórroga y Kane estuvo a punto de hacer el segundo nada más arrancar, pero, una vez más, ahí estaba Kasper Schmeichel para meter una mano salvadora y negarle el tanto al ariete del Tottenham.
El It’s coming home, más cerca
Inglaterra se convertía en amo y señor del partido. Dominaban y jugaban ya todo el rato en campo del adversario, pero Dinamarca estaba bien plantada sobre el verde de Wembley. Si no era Schmeichel era una defensa liderada por Vestergaard los que evitaban el segundo de los Three Lions, pero Maehle y Jensen cometieron un dudoso penalti sobre Sterling que transformaría Harry Kane, pero de rebote, porque el portero danés llegó a acertarle el lado y detenerlo.
En la segunda mitad de la prórroga Dinamarca asumió correr más riesgos, ahora fue Inglaterra la que no permitió nada. Llegó el pitido final y los ingleses estarán en la final para pelear por la primera Eurocopa de su historia. Lo harán delante de su público, de los hooligans que llenarán Wembley para ver a sus jugadores luchar contra Italia por coronarse como mejor equipo del viejo continente. Fiesta asegurada el próximo domingo con el himno de la Azzurra, el God save The Queen y cómo no, el Football’s coming home.