SUMAR

Díaz y Colau no se hablan: Moncloa teme que los comuns acaben también en el grupo mixto

Ambas sumaron sus esfuerzos para desplazar del poder a Pablo Iglesias e Irene Montero

Colau Díaz
Yolanda Díaz y Ada Colau
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La relación entre Yolanda Díaz y Ada Colau pasa por su peor momento. Una dirigente de los Comuns, que conoce bien a ambas políticas, compara la situación con la que vivieron en su momento Díaz y Pablo Iglesias. Tras designarla su sucesora en la vicepresidencia del Gobierno. La líder de Sumar y la de Barcelona en Comú «hace mucho que no hablan», explica esta misma dirigente. Y en Moncloa crece el temor a que la exalcaldesa de Barcelona, a la que califican de «ansiosa de poder», pueda romper con Sumar y llevarse como hizo Podemos a sus siete diputados al grupo mixto. Lo que dejaría a Díaz con únicamente veinte escaños de los treinta y uno que logró el 23-J.

Lo único que las unía a las dos, explica otro dirigente de Sumar, «era el odio y la inquina contra Iglesias». Por eso sumaron sus esfuerzos contra Podemos. Pero con un escenario radicalmente distinto, con Pablo Iglesias e Irene Montero sin poder institucional, «ambas se pelean ahora por el control del espacio político» que representan.

Las últimas decisiones de la ex alcaldesa de Barcelona, tumbando los presupuestos de la Generalitat y los del ayuntamiento que ella presidió, han acabado de dinamitar los pocos puentes que quedaban tendidos. Pues Pedro Sánchez le ha achacado a Díaz «la falta de control» de su propio espacio. En el entorno del presidente sostienen que «se ha demostrado que Díaz no lidera Sumar».

Ambos rechazos presupuestarios, que en condiciones normales reducirían su afectación a una cuestión interna catalana, tiene mucho que ver también con la política nacional. Pues el no a las cuentas de Pere Aragonés, que había pactado con el PSC de Salvador Illa, ha supuesto un adelanto electoral que obligará a los socialistas a aprobar la amnistía en plena campaña electoral. Algo que no gusta ni en Ferraz ni en Moncloa. El propio Aragonés, según ha podido saber OKDIARIO, llamó a Díaz para que forzara a Colau a cambiar de opinión. Pero la vicepresidenta hizo gestiones con su entorno sin éxito alguno.

Por otro lado, la negativa de la líder de Barcelona en Comú a apoyar los presupuestos del socialista Jaume Collboni, alcalde con el apoyo de Colau y el PP de Daniel Sirera, ha cabreado también a Sánchez y al PSC, porque dejan al edil barcelonés en el alambre. El alcalde tendrá que someterse a una moción de confianza que seguramente perderá e incluso podría ver cómo una moción de censura le apea del poder. Ada Colau, con el respaldo de los 165 militantes de los comuns que participaron en una consulta, amenazó a Collboni con no respaldar sus cuentas si no le metía en el gobierno municipal. Algo que parece no va a ocurrir.

Díaz quiso mandarla a Europa

La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz, quiso mandar a Ada Colau al Parlamento Europeo «para tenerla alejada» y «que no hiciera ruido». Fuentes cercanas a la ex alcaldesa consideran que «este regalo envenenado» no pretendía otra cosa «que acabar con la carrera política de Colau». Pues la proyección mediática que hubiera tenido en Bruselas es prácticamente nula. La edil barcelonesa tardó poco en desdeñar la idea de la ministra de Trabajo y Economía Social, que tras varias negativas a encabezar su candidatura, ha acabado eligiendo sin primarias a una desconocida Estrella Galán.

Entre Ada Colau y Yolanda Díaz

En la dirección de los comuns, el partido que fundó la ex alcaldesa de Barcelona y que está plagado de ex dirigentes de Iniciativa per Catalunya, la marca catalana de Izquierda Unida, hay una gran división entre los que se arriman a Colau y los que lo hacen a Díaz. Los siete diputados en el Congreso están en la órbita de Ada Colau, mientras que el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y el coordinador ejecutivo de Sumar, Josep Vendrell, son «íntimos de Yolanda».

Precisamente la cercanía de estos dos con la vicepresidenta, los que más le susurran al oído, es algo que «molesta especialmente» a la que fuera alcaldesa. Colau, explican en su entorno, no considera a Urtasun ministro de los comuns. Por lo que, de pasar al grupo mixto, la decisión no tendría consecuencias en el Ejecutivo de la misma forma que ocurrió con Podemos sin ningún ministro.

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