Vox exige a C’s que participe en la negociación del plan de Gobierno andaluz y deje de aislarles

Abascal
Francisco Serrano y Santiago Abascal (RRSS).
Carlos Cuesta

Vox ha aceptado la mano tendida del PP para negociar el pacto de gobernabilidad en Andalucía. De hecho, Javier Ortega, el secretario general de la formación de Santiago Abascal, no ha dudado en afirmar que “Vox mantiene su voluntad de facilitar un cambio real en Andalucía y para ello es un paso importante sentarse a hablar”.

Pero Vox no oculta ya su cansancio por tener que estar escuchando descalificaciones permanentes por parte de Ciudadanos y quiere que acabe ya con su cordón sanitario y que demuestre que, lo mismo que ellos se sientan a negociar, los de Rivera también.

Y es que el partido de Albert Rivera no ha dudado en sentarse a negociar con Podemos cargos en la Mesa del Parlamento pero, sin embargo, se sigue negando a sentarse con Vox en una misma mesa, haciendo alarde de que sigue descalificando al partido de Abascal y tachándolo de inconstitucional.

Por todo ello, Vox pedirá que Ciudadanos se siente en la mesa negociadora. Que lo mismo que Vox está hablando ya con el PP y los populares no han tenido problema en abrirse a hablar, lo hagan los hombres de Juan Marín y Albert Rivera para dejar claro que aparcan su discurso de ataques a Vox.

Una conversación de 20 minutos

PP y Vox han confirmado ya que mantendrán una reunión de trabajo el próximo martes para seguir negociando el apoyo a la investidura de Juanma Moreno como presidente de Andalucía, después de una conversación este viernes entre sus secretarios generales. Y Vox quiere que a esa reunión acuda Ciudadanos.

Según han confirmado fuentes del PP, el secretario general de este partido, Teodoro García Egea, ha mantenido este pasado viernes con su homólogo de Vox, Javier Ortega Smith, una conversación telefónica “afable” de unos 20 minutos, en los que han repasado alguno de los aspectos que debe acometer el próximo Gobierno andaluz. Entre ellos, la realización de una auditoría de los gastos de la Junta, la optimización de recursos o el “desmontaje” de la considerada administración paralela andaluza.

Y ese es el clima que considera Vox que debe reinar: el de que los tres partidos que van a respaldar un programa de gobierno puedan hablar de ese programa de gobierno. Algo que choca con la actitud de Ciudadanos de aislar a los hombres de Abascal.

Hay que recordar que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha mantenido un tono más que duro con Vox, al que no sólo ha tachado de ser un partido no constitucionalista sino que, además, le ha acusado de no luchar contra la violencia que sufren las mujeres. «La libertad y la igualdad no se negocian», afirmó Rivera en respuesta a la exigencia de Vox de derogar la norma de género andaluza.

«Sin veletas, comunistas ni separatistas»

De hecho, la relación entre los dos partidos –Vox y Ciudadanos– es en estos momentos más que distante. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, afirmó en una entrevista que su «prioridad» es liderar gobiernos con partidos «constitucionalistas», categoría en la que no incluye a Vox ni a Podemos, formaciones a las que insiste en pretender equiparar.

Y Abascal respondió afirmando que su partido aspira a liderar «gobiernos patrióticos que defiendan la unidad de España y la libertad de los españoles”. En su tuit, Abascal añadió que la aspiración de Vox es liderar gobiernos patrióticos «con rumbo claro, sin veletas, ni comunistas ni separatistas”. Y en otro tuit posterior, reprochó a Rivera, al que calificó de «petit Macron», su «obsesión» por comparar a Vox con Podemos.

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