Urkullu exigirá a Sánchez la gestión del Ingreso Mínimo Vital tras conseguir 200 millones de euros extras

Urkullu Sánchez
Pedro Sánchez e Íñigo Urkullu.
Joan Guirado

Iñigo Urkullu quiere más. Consciente de la fortaleza del voto de sus cinco diputados, claves para que Pedro Sánchez logre sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de 2022, el Lehendakari está dispuesto a exprimir al presidente del Gobierno para lograr más recaudación para las arcas públicas de la autonomía que preside. Este jueves, en la Comisión Mixta de Competencias, que presidirá María Jesús Montero junto al consejero Pedro Azpiazu en el Ministerio de Hacienda, se hará efectivo el traspaso de tres impuestos que añadirán alrededor de 200 millones a las cuentas del Gobierno vasco. Pero Urkullu va más allá y, tras el encuentro de hoy, pedirá a Sánchez la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV).

El IMV, la propuesta estrella de la coalición socialcomunista, impulsada por el ex vicepresidente Pablo Iglesias y el ministro de la Seguridad Social José Luis Escrivá, es la gran repartidora de los próximos años. A través de esta ayuda la administración pública repartirá miles de millones de euros para ayudar a las familias y ciudadanos más vulnerables a tener una vida más digna. Ser el que gestione y entregue este ingreso mensual puede ser de gran ayuda de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas previstas para mayo de 2023. Además, la gestión del Ingreso Mínimo Vital, también permite a las administraciones participantes acceder a una gran base de datos con la información fiscal de los beneficiarios.

Más impuestos

El IVA de la venta a distancia, la tasa Google y la tasa Tobin, serán los tres nuevos impuestos que el Gobierno vasco de Iñigo Urkullu empezará a gestionar en breve. Tras cerrar el traspaso de la gestión de las prisiones del País Vasco, una concesión que culminó el exministro de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, el Ejecutivo vasco se centra ahora en mejorar su economía en base a un trato diferencial del resto de comunidades autónomas. La cesión de estos tres impuestos, que generará un ingreso extra de 200 millones en las arcas públicas, era una condición sine qua non de Urkullu para acudir a la conferencia de presidentes autonómicos que se celebrará este viernes en Salamanca.

Además de la gestión de las tres tasas impositivas, en la reunión de este jueves entre Montero y Azpiazu, el gobierno vasco también quiere la cifra de déficit para 2022 en Euskadi. El año pasado este fue el tema que provocó que el Lehendakari no confirmase su asistencia al cónclave de presidentes regionales hasta prácticamente ya empezada la reunión. Iñigo Urkullu se esperó dentro el coche, a la entrada de San Millán de la Cogolla (La Rioja) mientras su consejero de Hacienda Pedro Azpiazu negociaba por teléfono con María Jesús Montero -presente en San Millán- el déficit del gobierno regional que preside.

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