Los sectores más radicales de la CUP se movilizan ante el pleno del Parlament para «defender la República»
Los Comités de Defensa de la República (CDR), promovidos por los sectores más radicales de la CUP, están llamando a concentrarse el miércoles a las puertas del Parlament, coincidiendo con la primera sesión de la legislatura. En las convocatorias se exige a los representantes políticos la «implementación de la República».
La sesión del miércoles, 17 de enero, dará inicio oficialmente la decimosegunda legislatura en el Parlament, con la constitución de la Mesa y la elección del presidente de la Cámara. El pleno comenzará con la formación de la denominada Mesa de Edad-que componen el diputado mayor y los dos más jóvenes-que declara abierta la sesión. A continuación se elige a los siete miembros de la Mesa, un órgano que resultará determinante para decidir, entre otras cuestiones, la investidura a distancia de Carles Puigdemont o el voto delegado de los diputados que ahora permanecen en Bélgica o en prisión.
Los independentistas tienen asegurada la mayoría en la Mesa, después de que los ‘comunes’ negasen su voto al candidato de Ciudadanos. Así, pues, la incógnita es quién será el aspirante: el propio presidente de la Mesa de Edad, Ernest Maragall, parte como favorito, tras la renuncia de Carme Forcadell, que era la primera opción de ERC.
Tras la elección del presidente se abrirá un plazo de 10 días en el que se llevarán a cabo las consultas con los partidos para proponer un aspirante a la investidura. El pleno debe convocarse, como máximo, el próximo 31 de enero.
La CUP, que hasta ahora ha mantenido un perfil bajo, ha incrementado en los últimos días su presión para la implementación de la República. La formación antisistema ha decidido «poner a disposición» uno de sus diputados para que la Mesa del Parlament cuente con «mayoría republicana» y ha rechazado intentar formar un grupo parlamentario propio, de manera que sus cuatro diputados formarán parte, junto a los cuatro del PP de Cataluña, del grupo mixto.
La organización es muy crítica con Carles Puigdemont y el PDeCAT, pero también recela de ERC y su aparente ruptura con la vía unilateral. De hecho, los cuperos ya han advertido de que se ausentarán de las votaciones en el Parlament que no tengan como finalidad la consecución de un Estado catalán independiente.