Sánchez se victimiza en Ferraz y elude su culpa por la corrupción: «Éste es un partido de gente honrada»
"La traición sufrida es dolorosa, fui yo quien confió en ellos", afirma sobre Ábalos y Santos Cerdán
"Quiero pediros perdón por depositar mi confianza en personas que no la merecían, me equivoqué", sostiene


El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha refugiado este sábado en un discurso victimista y ha eludido su responsabilidad por la corrupción que afecta de lleno a su partido, su Gobierno y su entorno familiar. «Comparezco con el corazón tocado y la determinación intacta, con ganas de plantar cara a la adversidad y de volver a superarla», ha enfatizado sin asumir ninguna culpa, afirmando que el PSOE «está hecho de gente honrada» e incidiendo en que tiene previsto agotar la legislatura en 2027.
«La traición sufrida es dolorosa, fui yo quien confió en ellos y no supe descubrir que había detrás», ha manifestado Sánchez con un tono lastimero sobre sus dos ex secretarios de Organización imputados, José Luis Ábalos y Santos Cerdán. No obstante, a ninguno de ellos los ha citado, ni tampoco a Paco Salazar, cargo suyo en Moncloa y al que iba a nombrar hoy adjunto a la secretaría de Organización. Sin embargo, este socialista sevillano ha renunciado al puesto orgánico tras salir a luz unas acusaciones de acoso sexual a mujeres de su propio partido. También saldrá del organigrama del Gobierno.
Sánchez ha comparecido este sábado ante el Comité Federal del PSOE en Ferraz rodeado de escándalos de corrupción y acoso sexual, pero lejos de asumir responsabilidades, ha optado por el victimismo y el manual de supervivencia política más básico. En un discurso que ha destilado sanchismo puro, el presidente del Gobierno ha desplegado su repertorio habitual: se ha presentado como víctima, ha pedido perdón sin asumir culpas reales y ha acabado culpando a la derecha y la ultraderecha de todos los males del país.
En el primer Comité Federal del PSOE celebrado tras la dimisión de Santos Cerdán, su ex número tres hoy encarcelado en la prisión de Soto del Real (Madrid) por el presunto cobro de mordidas en adjudicaciones de obra pública, Sánchez se ha limitado a esgrimir 13 medidas cosméticas para «prevenir y castigar la corrupción» dentro de su partido.
«Por si alguien tenía dudas, quiero decir que nosotros vamos a seguir avanzando, no vamos a rehuir este desafío, vamos a derrotar a la corrupción tanto dentro como fuera de nuestra organización. Y vamos a reivindicar nuestro proyecto político, porque merece la pena», ha subrayado Sánchez.
Sánchez: «Me equivoqué»
«Quiero pediros perdón por depositar mi confianza en personas que no la merecían, me equivoqué, pero no vamos a fallar en acometer la regeneración democrática que necesita el país desde hace décadas», ha sostenido.
«No somos como la derecha o ultraderecha, no somos como los corruptos que han manchado nuestras siglas. Este partido está hecho de gente honrada, humilde, que jamás metería la mano en la caja», ha recalcado.
Asimismo, Sánchez ha emplazado a los suyos -con visibles caras de funeral- a plantar cara a la «coalición ultraderechista, que tiene dinero, medios y poder», ha dicho, citando expresamente a PP y Vox. «Es la hora del compromiso, la resiliencia», ha señalado a los suyos.
Lejos de dar un paso a un lado, Sánchez ha subrayado ante la plana mayor que piensa seguir aferrado al cargo. «Vosotros me elegisteis como capitán de este barco, y el capitán no se desentiende cuando viene mala mar, se queda a capear el temporal, a salvar el rumbo y ganar el puerto», ha sostenido.
Las 13 medidas anticorrupción propuestas por Sánchez se dividen en tres bloques principales: el primero busca reforzar el equilibrio de poderes dentro del partido, evitando la «excesiva concentración» de poder; el segundo conjunto de medidas pretende dotar de mayor transparencia a la organización; y un tercero trata de implantar normas para mejorar la gobernanza del partido y garantizar «su completa integridad».
En lo referente al reequilibrio de poderes, Sánchez ha propuesto la exigencia de «doble firma» para los secretarios y secretarias de Organización y para puestos de clave, un esfuerzo para impulsar «mecanismos de control cruzado». También ha instado a regular los plazos máximos de resolución de expedientes informativos, para que no ocurra como con José Luis Ábalos, cuyo expediente estuvo 15 meses sin resolverse.
Además, el inquilino de la Moncloa ha dicho que estas 13 medidas se suman a «las ya adoptadas en los últimos siete años» de Gobierno y ha avanzado que se verán «reforzadas» con las acciones legislativas que planteará en su comparecencia del próximo 9 de julio en el Congreso de los Diputados.