Sánchez se va a Suiza a «defender» la soberanía de Ucrania mientras da alas al separatismo en España
Tras amnistiar la revuelta independentista de Cataluña dice que la integridad nacional es "un principio universal innegociable"
El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha enarbolado con vehemencia los «principios universales» de la soberanía nacional y de la integridad territorial de cualquier país. Eso sí, tan cerrada defensa verbal no la ha hecho en España y sobre España sino que la ha realizado en Suiza y en relación a Ucrania. Eso después de llevar años alimentando a los partidos separatistas en España, con los proetarras de Bildu y los secesionistas de Junts y ERC como socios esenciales, y tras haber garantizado impunidad e inmunidad a los condenados y a los procesados por delitos cometidos en las revueltas independentistas de Cataluña.
Mientras los socialistas ofrecen financiación «singular» para Cataluña al gusto de los partidos independentistas, que reniegan del Estado y del actual modelo de solidaridad nacional entre autonomías, Pedro Sánchez se ha presentado en Suiza, este sábado, como adalid de los «principios universales» de la soberanía y la integridad territorial de todo país. Eso sí, el argumento no era España sino Ucrania, que padece desde hace más de dos años la guerra invasora de la Rusia de Putin. Por eso estas palabras las ha pronunciado el presidente español en la ciudad suiza de Bürgenstock, donde se celebra la cumbre de paz para Ucrania, en la que participan 92 países, con la asistencia –entre otros– de medio centenar de jefes de Estado o de Gobierno.
Sobre la integridad territorial de un país y su soberanía nacional, Sánchez ha dicho que «se trata de principios universales que deben defenderse con firmeza, de manera coherente y consistente en todo lugar, en todo momento y sean cuales sean los actores implicados». «Los principios son principios y, por tanto, no son negociables», dice Pedro Sánchez después de llevar años sosteniéndose en el poder a base de incumplir compromisos, cambiar de criterio, relativizar los «principios», otorgar concesiones privilegiadas al independentismo catalán y elogiar a los proetarras de Bildu para blanquearlos y justificar que sean sus socios parlamentarios.
Pese al currículum que le acompaña, Sánchez ha insistido en proclamar este sábado en Suiza que «los principios no son negociables». Y lo ha dicho al hilo de la unidad y de la soberanía nacionales, justo los dos principios constitucionales y de derecho internacional que los secesionistas catalanes y vascos buscan dinamitar. Formaciones a las que el líder del PSOE ha convertido en socios preferentes, a golpe de concesiones, para poder seguir instalado en la Moncloa.
El ‘refugio’ suizo
«Los principios son principios», ha subrayado Pedro Sánchez en Suiza, precisamente uno de los países elegidos por algunos de los encausados de las revueltas separatistas catalanas para eludir la Justicia española, a la espera de que el líder del PSOE aceptara la amnistía que primero negó de plano y luego ha acabado aprobando con rapidez, en cuanto los votos de los independentistas le han sido imprescindibles para seguir en el poder.
La cerrada defensa que Sánchez ha escenificado este sábado en Suiza de los principios de soberanía y unidad nacional quedan tumbados por la realidad de lo que ha sido su trayectoria en el poder.
Así, el líder del PSOE llegó a la Moncloa con la moción de censura contra Rajoy en la que le acompañaron Bildu y los separatistas catalanes. Se mantuvo en el poder concediendo los indultos en bloque a los cabecillas de la revuelta independentista del procés, indultos que antes dijo que no eran de recibo. Y, tras asegurar que jamás concedería la amnistía, se apresuró a defenderla y a aprobarla cuando las elecciones generales de julio del año pasado dejaron su continuidad en Moncloa en manos de los siete diputados de Junts, el partido liderado por el prófugo Carles Puigdemont, que huyó de España tras fracasar la declaración de independencia de Cataluña que proclamó en octubre de 2017.
Ahora, los socialistas se esfuerzan por pactar nuevas concesiones con el independentismo catalán para conseguir la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. ERC ya ha puesto sobre la mesa el pretendido referéndum de independencia y otorgar a Cataluña un privilegiado sistema de financiación, único y diferenciado del resto de autonomías. Para mantener viva la negociación, el PSOE ya ha aprovechado el Gobierno para ofrecer a los independentistas una financiación «singular». Eso, de momento. La negociación sigue abierta.