Sánchez usará la reacción de Podemos a la sentencia del 1-O para rechazar una coalición

Si la coalición con Podemos es ahora «inviable», según La Moncloa, más lo será tras las elecciones del 10 de noviembre. Por entonces, ya se conocerá la sentencia a la cúpula del ‘procés’, que pondrá en evidencia las discrepancias con Iglesias en relación al desafío independentista.

La respuesta a esa sentencia será un aliado para que Sánchez rechace, de nuevo, un acuerdo de Gobierno con Podemos. Desde el PSOE ya se ha enfatizado en las últimas semanas que las diferencias sobre Cataluña condicionan el entendimiento con Iglesias y, en esas diferencias se basa, precisamente, la «desconfianza» que los socialistas manifiestan hacia Podemos. Un argumento difícil de rebatir y que cierra la puerta a un Ejecutivo de coalición, ahora y en el futuro.

El Tribunal Supremo no tiene previsto notificar la sentencia de manera inminente. Lo hará, previsiblemente, entre la última semana de septiembre y la primera quincena de octubre. El escenario, entonces, será complejo para Podemos, ya que le obligará a posicionarse, bien en apoyo a los golpistas o con el constitucionalismo. El presidente en funciones quiere sacar rédito electoral de esta circunstancia, que le permitirá a su vez marcar distancias con los partidos independentistas, en plena reacción en Cataluña.

Caben pocas dudas de que esa sentencia afectará también al voto de ERC y Junts per Catalunya. Tras la investidura fallida de julio, el líder republicano, Gabriel Rufián, ya avisó de que «septiembre nos complica la vida a todos y el otoño no será un buen momento para hacer política, por motivos obvios». ERC se abstuvo en esa votación, pero no comprometió su apoyo a futuro. Más aún, con la sentencia de por medio.

«Presos políticos»

En vísperas de ese debate, Sánchez ya cerró la entrada de Iglesias en el Gobierno argumentando precisamente que necesita «un vicepresidente que defienda la democracia española» y le afeó la referencia a los «presos políticos». «No me pudo permitir el lujo de tener un vicepresidente del Gobierno con una divergencia muy seria en un área fundamental», respondió, al ser preguntado por la sentencia del Supremo. «Necesito un vicepresidente que defienda la democracia que diga que este país es un Estado democrático y de Derecho, que el Poder Judicial es independiente del Ejecutivo», alegó. Argumentos que, hasta ahora, Podemos ha rebatido.

En los últimos días, el Gobierno ha colocado la cuestión catalana de nuevo en el centro de las diferencias. El pasado martes, en su respuesta a la última propuesta de Podemos para negociar el Gobierno de coalición, el PSOE ya defendió que ese formato era «inviable» por tres razones: «la diferente concepción sobre la estructura de gobierno», las importantes diferencias» que ambas formaciones mantienen en «cuestiones de Estado», como la «convivencia en Cataluña» y cómo se ha acrecentado «gravemente» la «desconfianza» mutua. La vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, fue más allá y aseveró: «Llegaron a decir que con ellos no habría un 155, pero la Constitución sigue vigente». Sánchez quiere mantener un perfil ‘duro’ ante la situación catalana, aunque sobre las bases de la política «de diálogo» que defiende.

Podemos: «Una coalición integral»

Desde Podemos, mientras, insisten en que la única alternativa es «un Gobierno de coalición integral». «Estamos en la misma situación que al principio, con un Pedro Sánchez que se niega a la coalición. ¿Cuál es la excusa ahora si Iglesias ya se ha apartado?», se ha preguntado este lunes la portavoz de la Ejecutiva, Noelia Vera.

Vera ha descartado la excusa de la «desconfianza» y ha instado al acuerdo. «Debemos darnos cuenta de que el peor escenario son otras elecciones o que gobierne la derecha», ha añadido. Desde Podemos consideran que Sánchez «necesita compañeros de viaje, un Gobierno sólido» y recuerdan que, por la experiencia de la moción de censura, «un Gobierno en minoría parlamentaria no dura más de ocho meses».

Los de Iglesias se preparan para una negociación ‘in extremis’: «Claro que tenemos esperanzas, no las hemos perdido nunca», ha reconocido la portavoz.