Sánchez usa medios públicos para amordazar a la prensa tras decir que la tesis es un asunto privado
Pedro Sánchez no ha dudado en utilizar toda la maquinaria de La Moncloa para defenderse. Utilización de programas para afirmar, según el Gobierno, que “sólo” ha plagiado un 13%. Uso de las ruedas de prensa para dar lecciones de periodismo. Utilización de sus ministros y responsables de prensa y gabinete para amenazar con acciones legales a la prensa, etc. Y lo ha hecho todo tras haber eludido previamente el control parlamentario porque la tesis, según él, era “personal”: exclusivamente de ámbito privado. Así contestó, de hecho, la Mesa del Parlamento al diputado popular Ignacio Echániz cuando el 7 de agosto decidió solicitar información sobre la tesis de Pedro Sánchez.
Tal y como prueban los documentos que hoy muestra OKDIARIO, el supuesto ámbito privado y “personal” de la tesis doctoral fue usado por el PSOE y el presidente del Gobierno como un parapeto para eludir el control parlamentario.
Ignacio Echániz pidió el 7 de agosto pasado, en el capítulo “informes o documentos”, la “tesis doctoral del presidente del Gobierno D. Pedro Sánchez Pérez Castejón”.
La contestación la recibió hace relativamente poco tiempo: el 4 de septiembre. Y en ella se descartaba mostrar ningún documento porque se debía “comunicar al autor de la iniciativa que no procede su admisión a trámite al no entrar dentro del ámbito de aplicación del artículo 7 del Reglamento, por tratarse de una documentación que es propia del ámbito personal del Presidente del Gobierno”.
Los votos del PSOE en la Mesa remarcaron este punto, el de que no se podía entrar en ese ámbito porque las peticiones de documentos en el Congreso sólo abarcan las cuestiones públicas o puramente políticas.
El freno al control parlamentario fue celebrado por los socialistas.
Conseguían eludir el control de la Cámara y seguir escondiendo la tesis.
Porque lo cierto es que Pedro Sánchez tan sólo aceptó hacer pública su tesis tras empezar OKDIARIO a publicarla y destapar la existencia de un ‘negro’ -Carlos Ocaña- y de pruebas evidentes y documentadas de plagio. En ese momento se percató de que, sin abrir la tesis al público, no iba a poder contrarrestar él la versión, ni iba a poder contar con sus medios afines, precisamente, por no tener ellos a disposición la tesis.
A partir de ese momento, Pedro Sánchez aceptó entregar la tesis y dio inicio a una maquinaria de utilización de medios públicos para defenderse de lo que hasta ese momento había sido calificado como asunto “personal”.
Ruedas de prensa, verificación con las herramientas Turnitin y Plagscan. Y salida masiva de portavoces y responsables de prensa a defender la indefendible tesis. Todo -público-, con tal de defenderse de algo que, hasta ese momento, era “personal” y privado.