En el Palacio de la Almudaina (Palma)

Sánchez se salta el protocolo para hacer el paripé quitándose la corbata tras su despacho con el Rey

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  • Joan Guirado
  • PALMA DE MALLORCA
  • Enviado Especial

Pedro Sánchez ha vuelto a protagonizar otra polémica a cuenta de su corbata. Tras anunciar el pasado viernes que había dado orden a sus ministros de prescindir de esta prenda para «ahorrar energía», el presidente socialista ha decidido quitársela para comparecer ante la prensa tras su despacho con el Rey en el Palacio de la Almudaina, en Palma (Mallorca). El cambio de vestuario se ha producido en pleno descenso por las escaleras de edificio, incumpliendo así el protocolo institucional de la Casa Real.

Su equipo de escoltas pertenecientes también se han quitado el complemento de vestimenta a la misma vez que Sánchez bajaba al patio del Palacio de La Almudaina. Sin embargo, los de Casa Real, que dan protección al Rey Felipe VI, sí la llevaban puesta durante su comparecencia.

El pasado viernes, Sánchez anunció, en una comparecencia en La Moncloa: «No llevo corbata, eso significa que todos podemos ahorrar desde el punto de vista energético y he pedido a los ministros y ministras que, cuando no sea necesario, no utilicen la corbata». Hoy ha vuelto a repetir, preguntado por su gesto, que «ya dije que dónde no era necesario mejor no llevarla».

Sánchez extendió esa petición a «todos los responsables públicos» y también «al sector privado». «Así estaremos haciendo frente al gasto energético que tan necesario es en nuestro país», enfatizó.

Las normas protocolarias de la Casa de Su Majestad el Rey, sin embargo, exigen expresamente como «indispensable» llevar «traje y corbata» para los actos que se desarrollen en el Palacio, como es el caso. La comparecencia ante la prensa tras el encuentro con Felipe VI ha tenido lugar en los jardines del Palacio de la Almudaina.

Medidas

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este martes el real-decreto de medidas «de ahorro y eficiencia energética» aprobado ayer por el Gobierno, que recoge la obligatoriedad en edificios públicos, espacios comerciales y grandes almacenes, infraestructuras de transporte (aeropuertos y estaciones de tren y autobús), espacios culturales y hoteles de limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno.

El Ejecutivo también obligará a apagar las luces de escaparates y edificios públicos que estén desocupados a partir de las 22.00 horas, una medida para la que los establecimientos sólo tendrán siete días para adaptarse a su cumplimiento. También que se apagará la iluminación decorativa de fachadas a partir de las 22.00 horas.

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