NEGOCIACIONES

Sánchez planea un debate de investidura el último día para presionar a Junts y ERC con una sola votación

Si Sánchez no lograse 176 escaños en su investidura no habría una segunda vuelta

Sánchez elude expresamente confirmar si tiene intención de hablar con Puigdemont

Sánchez, investidura, Puigdemont, Junts
Joan Guirado

El PSOE de Sánchez ha pasado de querer un debate de investidura exprés en el mes de octubre a apurar los tiempos a celebrar la votación casi en el tiempo de descuento. Pedro Sánchez sopesa convocar su debate el día 26 de noviembre, un día antes que se disuelvan automáticamente las Cortes, para añadir presión a Junts y a ERC y perder sólo una votación si no logra la mayoría absoluta, a diferencia de lo que ocurrió con Alberto Núñez Feijóo.

Al cumplirse el plazo de dos meses el 27 de noviembre, si Sánchez no lograse 176 escaños en su investidura no habría una segunda vuelta con mayoría simple. Quedarían convocadas elecciones para el 14 de enero.

Este cambio de postura del Partido Socialista tiene mucho que ver con el ritmo de las negociaciones. Con que los acuerdos con Junts y con ERC no son tan fáciles como parecían. Y no por la amnistía -que ya se da por descontada- o el posible abordaje de la autodeterminación. La exigencia del PSOE de firmar un acuerdo que incluya los Presupuestos para cuatro años hace que los separatistas frenen. Que todo se analice de otra forma. Pues de aceptarlo dejarían de ser decisivos durante toda la legislatura. Perderían su capacidad de influencia.

La investidura de Sánchez

Si finalmente Sánchez opta por trasladar su debate de investidura al límite legal, al 26 de noviembre, estará haciendo lo mismo que le criticó a Feijóo cuando le reprochaba «haber hecho perder un mes a España».  El candidato del PSOE a la presidencia, en caso de que finalmente no logre la mayoría absoluta, quiere utilizar esa agonía del final para trasladar a la ciudadanía que lo ha intentado todo, pero que no ha cedido a las exigencias del separatismo. Utilizando su debate de investidura como primer acto de la precampaña.

Llamada a Puigdemont

Sánchez, en una conversación informal con periodistas en el Palacio Real, eludió expresamente confirmar si tiene intención de hablar con el ex presidente catalán fugado Carles Puigdemont, esgrimiendo que está inmerso en una negociación y por ahora lo que hace es hablar con los grupos parlamentarios.

«Yo me reúno y hablo con los grupos», respondió reiteradamente a la pregunta de los periodistas, al ser interpelado sobre si llamaría por teléfono a Puigdemont como hizo con el dirigente de ERC Oriol Junqueras.

En este sentido, ha diferenciado entre ERC y Junts, subrayando que con los primeros llevan trabajando 5 años, un mensaje que también trasladó el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. «Con ERC la relación está más normalizada», admitió a los periodistas.

Con Otegi

Preguntado sobre si hablará con el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, su respuesta ha sido la misma, insistiendo en que con quien se está reuniendo en el marco de las negociaciones para la investidura es con los grupos parlamentarios. La relación con los abertzales es muy similar a la que tiene con ERC.

Precisamente, Sánchez cerrará este viernes su ronda de consultas en el Congreso con estos dos partidos políticos. El presidente en funciones ha reconocido que la «negociación es complicada», pero ha asegurado que «va en la dirección adecuada» y se está avanzando «paso a paso» con el objetivo de evitar una repetición electoral, algo para lo que ha dicho que hará todo lo que esté en su mano.

 

Lo último en España

Últimas noticias