Sánchez pide «solidaridad» a los españoles tras aprobar subir un 3,5% el sueldo a asesores y diputados
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a calcar el discurso de Podemos este sábado para defender su último paquete de medidas fiscales en el que castiga a las grandes fortunas e ignora a las clases medias. Sánchez, que se ha presentado casi como el adalid del Estado de Bienestar, ha centrado su intervención en el Foro La Toja, que ha durado más de media hora, en subrayar la importancia que tienen los impuestos para mantener los servicios públicos que en la actualidad pueden disfrutar los ciudadanos. Y ha pedido un «esfuerzo de solidaridad» a los españoles que se contradice con la subida de un 3,5% del sueldo de los diputados y asesores.
El sueldo de los diputados subirá un 3,5% en 2023, según ha aprobado la mesa de portavoces del Congreso con los votos a favor de PSOE y Podemos y con la oposición de PP y Vox, mientras que los salarios de los trabajadores privados pactados en los convenios firmados hasta agosto es de un 2,6% -un 2,3% en el sector agrario y el de los servicios-. De esta forma, los 3.050 euros mensuales de salario base que cobran sus 350 señorías este año 2022 -al que hay que añadir luego los gastos de representación y pluses a los portavoces y adjuntos- se convertirán en 3.156 euros, 106 euros mensuales de mejora.
Un detalle que Sánchez ha pasado de puntillas cuando ha puesto el foco en la búsqueda de una «fiscalidad justa» para promover y mantener servicios públicos de calidad. «La pregunta que nos tenemos que hacer es ¿qué Estado de Bienestar queremos? ¿Fortalecemos o debilitamos el Estado de Bienestar? ¿Robustecemos los servicios públicos o los debilitamos?», ha indicado, añadiendo que si España quiere parecerse a los países nórdicos, con servicios públicos más completos, es importante el pago de impuestos.
«No podemos tener un Estado de Bienestar como los países nórdicos con una recaudación similar a países menos desarrollados económicamente», ha lamentado, por lo que ha reivindicado que «hay que ser consecuentes» y «dotar de ingresos al Estado de Bienestar».
Pese a ello, ha hablado de la reforma fiscal impulsada por el Gobierno y ha puesto en valor la reducción de impuestos que supondrá para las rentas más bajas. Según el presidente del Ejecutivo central, los impuestos deben ser progresivos, para que los que más tienen aporten también en mayor medida.
Para sostener su discurso, Sánchez se ha preguntado si los españoles verían normal que una persona cayese en la pobreza por no poder hacer frente al pago de una operación de cadera o que las familias tuviesen que hipotecarse para pagar la universidad de sus hijos, en caso de que no lo hiciese la Administración.
Por ello, ha criticado a los «brujos» que traen «recetas fracasadas» y que «proclaman que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos». En este sentido, ha reivindicado que los servicios públicos son «eficientes y rentables», pese a que ha reconocido que «a nadie le gusta pagar impuestos», aunque son necesarios para mantener el Estado de Bienestar.
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