Exteriores

Sánchez manda a montar una guardería al ex cónsul en Rabat al que destituyó por criticar a Iglesias

Cónsul Rabat
Fernando Villalonga y Trinidad Jiménez. Foto: Fundación Consejo España Brasil
Carlos Cuesta

La venganza de Pedro Sánchez es infinita. El cónsul español en Rabat (Marruecos) criticó en una entrevista al PSOE y Podemos y mencionó la existencia de una «caja B» de los socialistas «en Venezuela». El Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tomó cartas en el asunto el pasado mes de noviembre y forzó la dimisión fulminante del cónsul Fernando Villalonga. Pero el castigo de Sánchez no ha terminado: el diplomático, que llegó a ser secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica entre 1996 y 2000 y embajador en Brasil entre 2017 y 2018, ha sido enviado a montar la guardería de la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en la Plaza del Marqués de Salamanca. Literalmente. Todo un destino ‘decisivo’ para uno de los diplomáticos españoles con mayor experiencia y nivel del cuerpo.

Villalonga aceptó la dimisión en noviembre de 2020 «por razones personales». Se trató simplemente de un acto de acatamiento y de disciplina en un cuerpo, el diplomático, donde algunos -la mayoría- de sus miembros siguen sintiendo un respeto absoluto por la diplomacia y por el impacto que las noticias tienen en la imagen de España.

Pero Sánchez no entiende de matices, ni de elegancia. Entiende de castigos. Y tras cesar a Villalonga de su cargo en Rabat, ahora lo ha mandado a montar una guardería para los hijos de los empleados del Ministerio de Exteriores en la madrileña plaza del Marqués de Salamanca.

El suplicio de Villalonga comenzó tras criticar a los dos partidos del Gobierno socialcomunista. El cónsul español en Rabat (Marruecos) criticó en una entrevista al PSOE y mencionó la existencia de una «caja B» de los socialistas «en Venezuela». Habló de sus dudosas finanzas. El Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tomó cartas en el asunto. Y Fernando Villalonga dimitió «por razones personales». Más tarde, incluso la propia UGT, sindicato tradicionalmente hermanado con el PSOE, salió en defensa del cónsul defenestrado.

UGT le defiende

Lo hizo con argumentos de peso: «Ningún partido debe atentar contra la libertad de expresión»; «todo funcionario tiene derecho a expresar sus opiniones y si éste ha cometido algún tipo de falta debe ser sancionado previo expediente disciplinario»; «si alguna persona o institución, en este caso el PSOE, se siente perjudicado debe denunciarlo y que sea la Justicia quien decida».

OKDIARIO tuvo acceso a las actas de la reunión celebrada por el sindicato UGT en la cita «de la sección sindical» del Ministerio de Asuntos Exteriores: «Siendo las 10:30 horas del día 17 de noviembre de 2020, se reúne en la sede de la Sección Sindical la Comisión Ejecutiva». Y allí se incluyó, como tema de discusión y para adoptar un posicionamiento «la renuncia voluntaria del cónsul en Rabat». Las actas plasmaron que «se informa de que aun a pesar de las inaceptables afirmaciones que, desde nuestra perspectiva, se hacen en la entrevista […] todo funcionario tiene derecho a expresar sus opiniones y si éste ha cometido algún tipo de falta debe ser sancionado previo expediente disciplinario. Si alguna persona o institución, en este caso el PSOE, se siente perjudicado debe denunciarlo y que sea la Justicia quien decida. Ningún partido, ningún Gobierno, debe tomarse la Justicia por su mano y menos atentar contra la libertad de expresión».

Fernando Villalonga hizo su entrevista diez días antes de que su nombramiento como cónsul en Rabat fuese publicado en el BOE, con lo que, para colmo, no ejercía aún el cargo diplomático. Villalonga criticó en el programa El Periscopio de Jorge Mestre, en el canal Estado de Alarma, a Joe Biden, al Partido Demócrata, cargó contra el globalismo, George Soros, y contra la política exterior española, de la que dijo que era una «desgracia nacional» que ha logrado que España sea considerada como un «paria internacional».

Pero lo que más debió irritar a los miembros del Gobierno socialcomunista pudo ser el fragmento en el que aludió a «la caja B del PSOE», que «está en Venezuela» desde la época de Felipe González: «La caja B del PSOE siempre ha estado en Venezuela, en las épocas de González, Zapatero; y ahora Ábalos con la vicepresidenta venezolana. Esa ha sido la financiación y la ‘caja B’ del PSOE», apuntó Fernando Villalonga.

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