Sánchez dice que se querella contra el juez para defender «la dignidad» de la Presidencia que él encarna
El presidente ha hecho un discurso triunfalista de su gestión en los últimos meses
Pedro Sánchez ha defendido que su querella contra el juez Juan Carlos Peinado, que investiga a su esposa, Begoña Gómez, por varios delitos de corrupción, tiene como objetivo defender «la dignidad» de la Presidencia que él encarna. En una comparecencia en Moncloa para hacer balance del curso político y a escasos metros de donde ayer el juez intentó tomarle declaración, Sánchez se ha negado a dar explicaciones sobre el escándalo de corrupción que persigue s su mujer y lo ha reducido todo a un «montaje» fruto de «la frustración del PP».
El jefe del Ejecutivo ha tachado de «absolutamente patético y bochornoso» ver a las «asociaciones ultraderechistas pelearse» por ver quién accedía al Palacio. En su opinión «tenemos un gobierno que gobierna y una oposición que fabula». Según Sánchez el PP y Vox, «en lugar de hablar de crecimiento económico, te habla de un no caso», como han bautizado en Moncloa la investigación criminal sobre la esposa del presidente. «El tiempo pondrá las cosas en su sitio y este Gobierno está a lo importante», ha remachado.
Además, Sánchez ha puesto de relieve la necesidad de la querella presentada por la Abogacía del Estado contra el juez Peinado, como si fuera una iniciativa del organismo público pese a que fue una orden directa del presidente, porque «se han atropellado derechos» reconocidos a la institución de la Presidencia del Gobierno desde 1886. El presidente se ha querellado contra el magistrado por un presunto delito de prevaricación. La Abogacía del Estado firma la querella de Sánchez contra el juez Peinado por prevaricación, mostrando estar al servicio del presidente del Gobierno.
Sánchez, como es habitual en este tipo de comparecencias anuales, ha hecho una disertación triunfalista del curso político que ahora finaliza y que empezó el pasado mes de noviembre con su investidura. «Es mal tiempo para los agoreros», ha exclamado, a la vez que ha vuelto a repetir su frase estrella de que «la economía española va como un cohete».
Sánchez ha defendido también su política en relación a Cataluña con múltiples alabanzas a ERC. Considera que se han dado «pasos decisivos y valientes, siempre dentro de nuestro marco constitucional», en referencia a la aprobación de la Ley de amnistía. El presidente ha recordado que «mi administración heredó en el 2018 del PP la mayor crisis territorial de la historia de nuestra » y ha celebrado que «por primera vez en 40 años no hay una mayoría independentista en el parlamento de Cataluña».
«Tenemos una oposición destructiva que dice que todo se va a romper, que todo son golpes de Estado y, en cambio, hoy España está más unida y es más próspera que cuando llegamos», ha celebrado el secretario general del PSOE, pese a las múltiples concesiones y cambios de opinión con la convivencia en Cataluña como excusa para mantenerse en el Palacio de La Moncloa.
Defiende el acuerdo con ERC
Sánchez ha comparecido horas después de conocerse la literalidad del acuerdo entre el PSOE y ERC que romperá la solidaridad fiscal del Estado autonómico. Un pacto del que dice que «es un magnífico preacuerdo para España y para Cataluña». Asegura estar «muy feliz.»»Reclamo el respeto y el reconocimiento a un partido político como ERC que gracias a la negociación, al acuerdo ha logrado importantes avances para reformar el autogobierno en Cataluña y gracias a ello vamos a lograr», ha afirmado.
Pero su opinión no es compartida por la mayoría de cuadros de su partido. De hecho la publicación del documento ha levantado ampollas en el seno del Partido Socialista y ha generado críticas furibundas de los de siempre, como Emiliano García-Page, pero también de otros barones más serviles y obedientes como Juan Espadas.
Antes de la rueda de prensa de Sánchez en La Moncloa, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado convencido de que el PSOE no avalará la propuesta para que ERC apoye la investidura de Salvador Illa como presidente catalán a cambio de gestionar el cien por cien de los tributos en esa Comunidad Autónoma: «No me vincula, no saldrá adelante. Hasta aquí», ha dicho.
El martes, Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz (PSOE-A) y portavoz socialista en el Senado, cargó contra el acuerdo entre PSOE y ERC para investir a Illa afirmando que no va a «permitir» ningún tipo de «agravio» que «perjudique a Andalucía». «No voy a permitir ni agravios ni privilegios que perjudiquen a Andalucía. Esto es de primero de Catón» exclamó el líder de los socialistas andaluces y del grupo parlamentario en el Senado.
El jefe del Ejecutivo ha rebajado las críticas internas a ese acuerdo con ERC afirmando que «todos los socialistas, o como mínimo una gran mayoría, quieren a Salvador Illa de presidente de la Generalitat». A modo de ataque a Page, sin dedicar ni una palabra a Espadas, que habló antes que el manchego, Sánchez ha bromeado que «la noticia sería que Emiliano García-Page hubiera dado una rueda de prensa para decir que está a favor con algo que hace este Gobierno».
«Hay que verificar las actas en Venezuela»
Tres días después de las elecciones en Venezuela, este miércoles, Sánchez por fin ha roto su silencio para trasladar que «hay que verificar las actas en Venezuela». Hasta ahora el jefe del Ejecutivo había dejado en manos del ministro de Asuntos Exteriores, alineado con la Unión Europea, la respuesta de nuestro país. Todo mientras uno de sus principales valedores, José Luis Rodríguez Zapatero, así como sus socios de Gobierno, siguen defendiendo el pucherazo de Nicolás Maduro.
Acuerdo sobre las pensiones
Sánchez ha iniciado su intervención anunciando que el Ejecutivo ha alcanzado un acuerdo con los agentes sociales en materia de pensiones. El pacto, según ha detallado, permitirá mejorar la compatibilidad de la pensión con el trabajo para «garantizar el tránsito hacia una jubilación flexible y adaptada a cada una de las personas».
Moncloa había informado hace unas semanas que este balance del curso político se celebraría el pasado lunes. Pero la citación por parte del juez Juan Carlos Peinado, que investiga a su esposa, Begoña Gómez, por varios delitos de corrupción, llevó al Gobierno a cancelar dicha convocatoria y esperar a hoy miércoles, después de que Sánchez se haya negado a declarar ante el juez y presentado una querella contra el magistrado y con el pacto con ERC para investir a Illa ya suscrito, para comparecer ante los medios de comunicación.
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