Ley de amnistía

Sánchez se corrige a sí mismo: de pedir no «banalizar» el terrorismo de los CDR a negar que exista

Puso el acento en que España "desgraciadamente lo ha sufrido durante más de 40 años"

Sánchez defiende su ley de amnistía apuntando que "todo el mundo sabe" que no ha habido terrorismo

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Rafael Molina

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado este jueves que «lo del independentismo no es terrorismo», en alusión a las investigaciones del juez García-Castellón que imputaban ese delito a los responsables de Tsunami y de los CDR, así como a Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat, y a Marta Rovira, de ERC. Con estas palabras trata de defender que el texto actual de la Ley de Amnistía no impediría borrar las penas a estos políticos y así convencer a sus respectivas formaciones de la bondad de la ley. Todo ello, a pesar de que hace cinco años, cuando era líder del Ejecutivo en funciones, criticaba la «banalización» del terrorismo por parte del independentismo.

Este jueves, Sánchez ha declarado que «como todo el mundo sabe» lo del «independentismo no es terrorismo». «No lo es», ha recalcado el líder socialista en una comparecencia ante los medios este jueves en Bruselas después de la reunión extraordinaria del Consejo Europeo. «Con este proyecto de ley, estoy convencido, y así lo van a concluir los tribunales, que van a estar todos los independentistas catalanes amnistiados porque no son terroristas», ha sentenciado el presidente del Gobierno.

Hace apenas cinco años, Pedro Sánchez criticó a los políticos independentistas por la «banalización» del terrorismo. «Lo que más me preocupa es la banalización que se hace por parte de algunos actores políticos del concepto terrorismo», manifestó el socialista en una entrevista para el medio Nius.

En la respuesta a las preguntas del entrevistado, Sánchez puso el acento en que España es «un país que desgraciadamente lo ha sufrido durante más de 40 años en el País Vasco y también en el conjunto del país», en alusión a la banda terrorista ETA, aunque también se refirió al «terrorismo yihadista». De él incidió en que lo habíamos sufrido de «manera muy cruel». «Somos un país preparado, desgraciadamente, para luchar contra el terrorismo», reconoció el líder del Ejecutivo, que celebró que contásemos con unas «Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado muy preparadas».

Necesidad parlamentaria

La situación actual es diferente a la de hace cinco años después, cuando Sánchez ha pactado con Junts una Ley de Amnistía que eliminaría los delitos a los responsables de organizar de actos tan graves como el bloqueo del aeropuerto de El Prat, donde murió de un infarto un ciudadano francés, o el asedio de la Policía en las calles de Barcelona que provocaron, por el lanzamiento de objetos, una incapacidad permanente a un antidisturbios.

Para librar a las personas responsables de esos disturbios de responder ante la ley, el PSOE pactó con la formación de Puigdemont incluir el perdón a los delitos de terrorismo, excepto cuando «de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos». El texto que hoy defiende Sánchez pretendía amnistiar también a los responsables de Tsunami, los Comités de Defensa de la República (CDR) y los investigados por terrorismo, Puigdemont y Rovira.

Finalmente, un auto de Manuel García-Castellón tumbó el alcance de esta enmienda cuando incluyó que aquellas acciones eran «incompatibles con el derecho a la vida e integridad física reconocidos en el artículo 15 de la Constitución española, y el artículo 2 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, y del que podrían ser partícipes los investigados». Por ello, finalmente Junts decidió no apoyar esta ley hasta que no se blindase la norma ante lo que ellos denominan como «jueces prevaricadores».

Además, ahondó en que «la gravedad de esta acción, la repercusión pública que tuvo y el notorio interés mediático que motivó la hospitalización de los agentes lesionados, llevó incluso a que el presidente del Gobierno en funciones en aquel momento, acompañado del ministro del Interior acudiera a visitarles al hospital donde permanecían ingresados».

La importancia de condenar la violencia

Sin embargo, Sánchez hace cinco años defendía la importancia de que «desde el punto de vista político, cualquier indicio de violencia», en alusión a los disturbios jaleados por Tsunami y los CDR, «también se condene por parte, en este caso, de los máximos responsables de las instituciones catalanas».

El entonces presidente del Gobierno en funciones se posicionó en contra del entonces presidente de la Generalitat, el juntero Quim Torra, por haber dicho, en palabras de Sánchez, «que están cansados de que entren por las noches en nuestras casas, que hay presos políticos, que no hay libertades».

El periodista interrogó al líder socialista por si esas palabras son las que criticaba cuando se refería a la «banalización» del terrorismo. «De ese tipo de declaraciones» insistía Sánchez que hablaba cuando criticaba el trato que le daba a un delito que hoy quieren amnistiar.

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