Sánchez arrebata a C’s la bandera contra los aforamientos para presionar a Pablo Casado
El líder del PP está pendiente de que el TS decida si asume la causa de su máster
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez ha anunciado que impulsará una reforma de la Constitución para suprimir los aforamientos. Una medida con la que el presidente, acuciado por la crisis de su tesis plagiada, pasa a la ofensiva y apuesta por presionar al PP. En especial a su presidente, Pablo Casado, quien en su condición de diputado goza de esa protección en el caso de su máster por la Universidad Rey Juan carlos , y que podría investigar el Tribunal Supremo.
La aprobación de esta reforma requiere contar con el apoyo de al menos tres quintas partes del Congreso, pero también del Senado, lo que le obliga a buscar el respaldo del PP. En la cámara alta, el Gobierno no podría sacarlo adelante si el PP no renuncia a utilizar su mayoría absoluta.El movimiento de Pedro Sánchez no sólo consigue arrebatar a Ciudadanos una de sus banderas de regeneración, sino que deja en una situación complicada a los populares dado que tanto la formación de Albert Rivera como Podemos votarían a favor.
Pero además, de salir adelante podría afectar a Pablo Casado, quien sigue a la espera de que el Alto Tribunal confirme si asume la causa de su máster. Casado no ha sido investigado aún gracias a su condición de aforado, lo que blinda a diputados y senadores para que sólo puedan ser juzgados por el Tribunal Supremo o tribunales superiores de Justicia. Y aquí fuentes del Ejecutivo no descartan: «Una Disposición Transitoria afectaría a casos en curso como el del líder del PP si es que el Supremo no se ha pronunciado para entonces», señalan.
En vigor en 60 días
El anuncio del presidente del Gobierno llegaba durante un acto celebrado en Madrid para celebrar sus primeros 100 días al frente del Ejecutivo. Y la presentaba así:»Es una reforma de la Constitución para acabar con los aforamientos, que entrará en vigor en tan solo 60 días», según ha afirmado.
Sánchez hacía este anuncio que ha definido como «una reforma ejemplar y de solidaridad» y que explicaba de este modo: «España es reformable, desde sus instituciones y siempre desde el marco constitucional. España demanda igualdad entre sus ciudadanos y representantes». A juicio del presidente, «estamos ante un cambio de época: el Gobierno propondrá una reforma constitucional para suprimir los aforamientos y que se aprobará en Consejo de Ministros», concluía.