Sánchez adoctrina a los niños de 12 años: pagar impuestos «contribuye al bienestar social»
El real decreto del currículo de la ESO, aprobado el pasado martes por el Consejo de Ministros, recoge las enseñanzas obligatorias para los alumnos de entre 12 y 16 años en toda España. Entre esos conocimientos, el Gobierno destaca el «valor social de los impuestos» que considera clave para «contribuir activamente al bienestar social». Y todo ello, mientras el Ejecutivo rechaza aliviar la presión fiscal a los españoles para afrontar la grave crisis económica.
El Ejecutivo destaca que «la práctica de una ciudadanía activa comienza en gran medida en torno a la vida escolar» y «por ello es tan importante identificar y resolver problemas éticos, así como implementar normas, valores y procedimientos democráticos en todas aquellas actividades educativas, físicas o virtuales, que se dispongan en el aula y fuera de ella».
Es ahí donde enmarca «la ponderación del valor e importancia social de los impuestos», junto al «conocimiento de los fundamentos y acontecimientos que conforman nuestra memoria democrática, el voluntariado y el asociacionismo y la contribución del Estado, sus instituciones, y otros organismos internacionales y sociales, al fomento de la paz, la seguridad integral, la atención a las víctimas de la violencia, la defensa para la paz, y la cooperación internacional».
Currículo ideológico
El Gobierno aprovecha el currículo educativo para introducir algunas cuestiones con evidente sesgo ideológico, propias del programa de PSOE y Podemos.
Así, se pretende instruir sobre «el ecofeminismo», «la ética de los cuidados», los «Objetivos de Desarrollo Sostenible» o «la memoria democrática».
En este punto, por ejemplo, el texto destaca que «la Constitución es producto no sólo de un determinado momento del pasado próximo –la Transición a la democracia–, sino el resultado de una trayectoria más dilatada en el tiempo que integra los movimientos, acciones y acontecimientos que, desde distintas culturas políticas, han contribuido al afianzamiento de las ideas y valores que han ayudado a conformar el sistema democrático actual».
«Supone, por tanto, el reconocimiento de la memoria democrática y el análisis de los distintos momentos históricos que la conforman, en especial, la pérdida de las libertades y derechos tras el golpe de Estado de 1936, así como la visibilización de la aportación de las mujeres, que han marcado, a través de su compromiso y acción pacífica, gran parte de los avances y logros del estado social y de derecho que hoy disfrutamos», se recoge en el currículo.
El texto del Gobierno ha sido especialmente polémico por varias cuestiones, como la eliminación de la filosofía o la enseñanza «socioafectiva» de las matemáticas. Tampoco se recogen los principales hitos históricos, que sí aparecían en currículos anteriores. Sobre el terrorismo, no hay alusión directa a ETA sino una alusión vaga a este concepto. «Los sentimientos de identidad deben valorarse desde sus diferentes escalas y en relación a sus consecuencias, tomando conciencia de los conflictos que en algunos casos han contribuido a ocasionar y la necesidad de reconocer el sufrimiento de las víctimas de la violencia y del terrorismo», se puede leer en el texto elaborado por el Ministerio de Educación.
No obstante, el currículo sí abunda en otros contenidos, como la controvertida asignatura en Valores Cívicos y Éticos, de evidente sesgo ideológico. En este contenedor se incluyen diversos bloques como el de «Autoconocimiento y autonomía moral», «Sociedad, justicia y democracia» y «Desarrollo sostenible y ética ambiental».