Rivera bautiza al nuevo C’s: “Los liberales de Cádiz han vuelto”

Ciudadanos ha clausurado este domingo la Asamblea de su renovación, que no refundación, como insisten sus dirigentes. El partido de Rivera sale de su cónclave redefinido. Dejará de ser “socialdemócrata” y se instalará definitivamente en el centro, aunque en un eje “progresista-liberal”. Algo más que una cuestión terminológica, para los ‘naranjas’, y que ha costado algunos de los debates más intensos de un congreso sin embargo plácido y sin contratiempos.

En el discurso de clausura, Rivera ha proclamado la nueva identidad de un partido que, aunque definido en la “nueva política” no oculta que bebe de antaño. “Los liberales de Cádiz han vuelto”, ha exclamado desde casi el comienzo mismo de su intervención. Acostumbrado a apoyarse en referencias históricas, el líder naranja tiene una nueva para marcar el nuevo rumbo que quiere imprimir a su partido de aquí en adelante. La “semilla” que “se plantó en 1812” en esta ciudad andaluza, la de la primera Constitución promulgada en España y una de las más liberales de su tiempo.

«Aquella semilla que se plantó en 1812 en Cádiz quedó bien plantada en este país. Algunos se la cargaron en el siglo XIX. Pero después de la España negra de la dictadura supimos ponernos en pie de nuevo”, ha aseverado.

La «crisis» de la ‘vieja política’

Rivera ha reprochado a aquellos que quieren “cargarse” la Carta Magna-en clara alusión a Podemos- aunque también a los partidos que se resisten a su reforma. «Esa Constitución es la base de nuestra patria y de nuestro país, pero ha llegado el momento de mejorarla para que esa semilla se convierta en un árbol fuerte”, ha observado, en advertencia velada al Partido Popular. Entre el auditorio estaban precisamente los vicesecretarios generales del partido, Fernando Martínez-Maíllo y Pablo Casado, invitados junto a Ricardo Cortés, de la Gestora socialista.

La circunstancia no ha evitado que Rivera esquive las referencias a la ‘vieja política’. A «socialdemócratas y conservadores» les ha reconocido haber conseguido «grandes logros», pero en el siglo XX, porque ahora, ha considerado, los dos «están en crisis». A ellos, por su «falta de proyectos», les ha responsabilizado además de haber encendido la mecha de los populismos y nacionalismos en toda Europa.

Ampliar el espectro electoral

El dirigente naranja ha elogiado el ‘centro político’ como el único espacio desde el que encarar los nuevos tiempos y construir un discurso unificador. “En el centro está la virtud. Desde los extremos no se puede aglutinar a la sociedad», ha afirmado.

Esa es la nueva hoja de ruta con la que Ciudadanos se prepara «para gobernar en 2020», como ha insistido Rivera, a lo largo de los dos días de cónclave. Un proyecto que irradia del centro y tiene como destinatario a la clase media «que se ha caído por la borda y a la que nadie le ha dado la mano para levantarse». Sin subidas de impuestos, ha prometido, y con medidas enfocadas al emprendimiento.

En un ejercicio de constante auto-estima, Rivera ha arengado a los suyos a que se preparen para dirigir los futuros pactos con otras formaciones. «Os propongo que lideremos esos gobiernos, no solo que los apoyemos. Que tengamos un proyecto más atractivo que los socialistas o los conservadores», ha animado. «Somos inconformistas por naturaleza, queremos gobernar, queremos tomar decisiones», ha repetido en otro momento.

Ciudadanos abrió este sábado la puerta a entrar en los gobiernos a partir del nuevo ciclo electoral, que comenzará en 2019. Definir la política de futuras coaliciones era una de las asignaturas pendientes para el partido, que desestimó por mayoría una enmienda que pedía entrar ya en los gobiernos locales y autonómicos que ahora sostiene. La Ejecutiva era partidaria de aplazar el ingreso hasta las nuevas elecciones. 

Rivera ha avanzado la puesta en marcha de una ‘escuela de formación’ para «futuros gobernantes» del partido, dirigida por su líder en Cataluña, Inés Arrimadas. El líder de Ciudadanos ha avisado a sus cargos de que quiere sentirse «orgulloso» de los que gobiernen. «No quiero que agachéis la cabeza. Somos nuevos, pero no queremos ser novatos», ha advertido.

Rivera sale de la Asamblea con un control absoluto sobre el partido. Las corrientes críticas surgidas en las últimas semanas asumieron desde este mismo sábado, primer día de cónclave, la derrota de sus tesis, entre ellas, la que proponía mantener la etiqueta de «socialdemocracia» en el nuevo Ideario. Los debates, según fuentes de ambos lados, han sido intensos, aunque amables. De hecho, el propio Rivera se abrazó con varios de los compromisarios que habían encabezado las enmiendas más combativas.