Rajoy se lanza por primera vez a por los barones: «De los presupuestos depende la financiación autonómica»
Mariano Rajoy ha evitado los nombres propios en su intervención en el Congreso, y en especial, el del líder de la oposición, Pedro Sánchez. En su intervención en la primera sesión del debate de la (no) investidura, no ha habido alusión alguna del candidato del PP al dirigente socialista, que mantiene bloqueadas sus esperanzas de ser el viernes ratificado presidente.
En su lugar, Rajoy ha optado por la vía de los barones, muchos de ellos alineados con la tesis de la abstención y partidarios de permitirle gobernar.
Es la primera vez que el candidato popular se lanza a seducir directamente a los dirigentes autonómicos del Partido Socialista. Eso sí, las referencias han sido, no obstante, veladas.
«Les recuerdo que casi 14 millones de personas perciben algún tipo de prestación pública en nuestro país todos los meses. De los presupuestos dependen esas prestaciones, pero también la financiación de la Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales y, por tanto, de servicios sociales que prestan. De los presupuestos dependen también las inversiones, las ofertas de empleo público y tantas otras cuestiones esenciales en la vida de un país», dijo, al comienzo de su intervención, para sostener la urgencia de presentar las cuentas ante Bruselas, antes del próximo 15 de octubre.
Como ya informó OKDIARIO, la intención del PP es precisamente presionar a los líderes autonómicos del PSOE a través de los presupuestos y el límite de gasto. El Gobierno ya flexibilizó en abril el déficit que deberían cumplir las comunidades autónomas, ampliándolo al 0’7% en lugar del 0’3%. Ahora, el mensaje es claro, según fuentes del Ejecutivo: si no hay Presupuesto, el límite para las comunidades será más estrecho, y se verán obligadas a cumplir de una vez por todas con el severo plan de ajuste que exige Bruselas.
Una reforma del sistema de financiación
Los barones socialistas gobiernan en ocho comunidades autónomas, en dos de ellas en coalición con Podemos. Algunos de ellos, como Susana Díaz, han sido especialmente críticos con la política de ajuste autonómica exigida por el departamento de Cristóbal Montoro. Es también Díaz la que presiona en mayor medida porque el PSOE pase ya a la abstención, aunque sea a costa de dejar que gobierne Rajoy.
No ha sido esa la única referencia. La oferta de una revisión al sistema de financiación autonómica ha sido un guiño claro hacia los líderes socialistas. «Ofrezco a todos los partidos de esta Cámara, y singularmente al Partido Socialista, que, al igual que el PP, gobierna en buena parte de las Comunidades Autónomas, que abramos una negociación para diseñar juntos un modelo estable que preserve la igualdad y la solidaridad de todos los españoles, también a la hora de recibir servicios públicos», dijo en otro momento.
Rajoy recordó entonces «cómo se gasta el dinero público en España»: 63 de cada cien euros, en gasto social, 26 en pensiones, 14 en sanidad, 9 en educación, 8 en gastos sociales y 6 en prestaciones por desempleo.
El candidato del PP buscó la complicidad de los socialistas para que los españoles, dijo, «accedan en condiciones de igualdad al mismo nivel de calidad de los servicios públicos básicos, y se garantice una financiación estable y suficiente», al margen de las épocas de recesión económica.
La alusión indirecta de Rajoy a los barones es una novedad. De hecho, este mismo lunes, el presidente en funciones descartó mantener diálogo con ninguno de ellos, y descartó pretender hacerlo en un futuro. Rajoy considera que no le corresponde entrar en las cuestiones internas de otro partido.