Rajoy cree que la movilización de pensionistas acabará pasando factura al PSOE

PSOE
Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Mariano Rajoy quita peso a la presión social de los últimos días, en forma de movilizaciones por las pensiones o la igualdad de la mujer. En su opinión, el «ruido» acabará desinflándose y se volverá en contra de los que promueven estas protestas y, especialmente, del PSOE.

Así lo ha trasladado el presidente del Gobierno, este lunes, a su Ejecutiva. La instrucción es mantener la calma y no sobreactuar. Todo, porque según Rajoy, la movilización, igual que llega, se va. Y aunque en el corto plazo puede tener un cierto desgaste, no así en el largo: «A la larga, acabará perjudicando al PSOE, porque lo verán como oportunista, populista, y demagogo», señala una fuente de la dirección del PP.

¿Por qué al PSOE sí y a Podemos, no? «Porque la movilización no va en el ADN de los socialistas», apuran desde Génova.

La tesis de que Sánchez se está dejando llevar, con desatino, por Pablo Iglesias, se ha instaurado entre los ‘populares’. Y aunque se admite como «normal» que los pensionistas reclamen una mejora-«más aún ahora, porque la situación va bien y cada uno se pregunta ‘qué hay de lo mío’», sostienen en fuentes ‘populares’-se cree una «irresponsabilidad» que, por parte de la oposición, utilicen el asunto para desgastar al Ejecutivo.

 

«Nuestra obligación es aplicar la sensatez, aplicar la responsabilidad. La irresponsabilidad se la dejamos a la oposición. Lo más importante es que no se destruya en el Parlamento aquello que ha creado la recuperación económica», advirtió el coordinador general, Fernando Martínez-Maíllo, para quien «la oposición se ha echado al monte».

No obstante, esa actitud del presidente-por otro lado, habitual-desespera a algunos barones. Este lunes, a la puerta de Génova, varios dirigentes territoriales señalaban que la estrategia puede acabar teniendo efecto boomerang, que es necesario reaccionar. Un presidente autonómico lo resumió en un gráfico: «Rajoy vive en estado de ataraxia». Esto es, en tranquilidad, sin temor.

El Gobierno está ahora centrado en la aprobación de los Presupuestos Generales. El borrador está ultimado, y se aprobará el próximo 27 de marzo, en un Consejo de ministros extraordinario. Después, llegará el esfuerzo por atar los apoyos de quienes respaldaron las cuentas vigentes. Aunque el PNV ha insistido en que no pactará hasta que no se levante el artículo 155 en Cataluña, en fuentes gubernamentales son optimistas con que finalmente se avengan a negociar. Por varias razones: porque el 155 ya no depende del Gobierno. Porque en el PNV son «pragmáticos». Porque muchos acuerdos-suscritos el año pasado-son plurianuales y requieren de estabilidad. Y porque los peneuvistas de un posible adelanto electoral que aúpe a Ciudadanos y ponga en peligro el Cupo.

La otra cuestión prioritaria también pendiente es el sistema de financiación. El Gobierno quería tener lista la propuesta para llevar a la Convención Nacional del PP, que se celebrará en Sevilla los días 6, 7 y 8 de abril. Sin embargo, en fuentes ‘populares’ se admite el retraso. La dificultad procede, sobre todo, de las diferencias entre barones, en especial, por la posibilidad de una quita.

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