Radicales separatistas despliegan una estelada gigante cuando Carmena y Colau saludan desde el balcón por La Mercè
En Cataluña las festividades, tanto la Diada –el día de Cataluña– como la fiesta de La Mercè, están quedado empañadas por los gritos de los radicales separatistas. Este viernes, cuando la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y la ex alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, llegaban a la plaza de Sant Jaume han resonado gritos y silbidos que exigían la libertad de los golpistas del golpe de Estado del 1-O: «Llibertat, presos polítics».
Pero, no sólo eso, además, mientras Carmena y Colau salían al balcón del Consistorio, el que albergó también en diversas ocasiones el lazo amarillo símbolo de los separatistas, el edificio de enfrente miembros de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC) han desplegado desde la cornisa una estelada de grandes dimensiones.
Esto ha sucedido momentos después de que Carmena diera su pregón en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, pregón que, por cierto, ha dado en catalán, y que ambas salieran a saludar a la concurrencia desde el balcón principal del edificio.
Además de la bandera estelada, símbolo del separatismo, los miembros de la JNC también han desplegado una pancarta en la que rezaba el tecto ‘Free Catalan Political Prisoners and Exiles’ (Libertad presos políticos y exiliados, en castellano) mientras se lanzaban globos de color amarillo.
Torra desafía a la Justicia
Un día en el que, además, el presidente de la Generalitat, también ha desafiado a la justicia. El separatista ha anunciado a través de un comunicado emitido desde la Oficina del Presidente que no va a retirar la pancarta con el lazo amarillo –símbolo separatista de apoyo a los golpistas del 1 de octubre de 2017– del edificio de la Generalitat. Torra ha señalado, además, que recurrirá la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que le obliga a retirar el cartel independentista.
En el mismo documento, el presidente catalán ha señalado que presentará un recurso contra la resolución judicial y su orden de retirar la pancarta –en la que se puede leer que en España hay «presos políticos y exiliados»– en un plazo de 48 horas.