Pumpido y Balaguer desatan hostilidades por alcanzar la presidencia del Tribunal Constitucional
Durante los últimos días, las aguas del Tribunal Constitucional (TC) bajan revueltas por la ya indisimulada disputa entre los dos principales candidatos a la presidencia del órgano de garantías, ambos del sector progresista, donde con toda seguridad recaerá la mayoría del Tribunal después de la renovación que tienen que abordar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Gobierno, y que tendrá lugar en los próximos días.
Candido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer aspiran a presidir el Constitucional y lo que era un secreto a voces, al menos en las cercanías de la madrileña calle de Domenico Scarlatti, es ya una sinfonía de mensajes apoyando a uno u otra.
Si bien las apuestas se inclinan hacia Pumpido, que, según fuentes de Ferraz, «es mucho más fiable», los seguidores de la también progresista Balaguer van creciendo por el apoyo, cada día más visible, de Podemos y el indirecto que puede obtener por parte de los magistrados conservadores, que ante lo inevitable del cambio de tendencia ideológica del Tribunal, prefieren a alguien con quien han tenido menos roces.
No hay que olvidar que Conde-Pumpido -fiscal general del Estado durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero- emitió un polémico voto particular en la sentencia que declaró inconstitucional el estado de alarma promovido por el Gobierno de Pedro Sánchez durante la pandemia. Aunque también se opusieron al sentido de la resolución del Tribunal otros cuatro magistrados, incluido el presidente conservador Juan José González Rivas, los términos del voto de Pumpido hicieron saltar ampollas entre sus compañeros, a los que reprochó apoyar una sentencia «más propia de un lego o de un jurista de salón que del máximo intérprete de la Constitución».
En esta áspera disputa se empiezan a mover múltiples fichas, unas desempolvando circunstancias laterales en las que nada tuvo que ver el magistrado, más allá del apellido compartido, como la imputación de su hijo, abogado y miembro de la banda de música Alijo, por blanqueo de capitales en el caso Bandenia, un entramado financiero en el que a los acusados se les consideraba autores de un delito de blanqueo. Una de las cuentas bancarias era del letrado. La Audiencia Nacional le retiró la imputación en la fase de instrucción.
Presiones
También en ese entorno familiar, en la sede del CGPJ durante los últimos días ronda la presión que se ejerce por algunos vocales para que la esposa de Conde-Pumpido, Clara Martínez de Careaga, vocal del Consejo, presidenta de su Comisión de Igualdad y magistrada de la Sala V del Supremo, se abstenga de participar en la votación que tendrá lugar el próximo día 8 en el órgano de gobierno de los jueces para nombrar a dos magistrados, alegando» un conflicto de intereses».
Al otro lado de la orilla, fuentes del aparato socialista y del propio Tribunal Constitucional dudan de la idoneidad de María Luisa Balaguer – «una radical de la ideología de género», según algunas fuentes consultadas- pero, sobre todo, por su bajo perfil institucional y su escasa experiencia en el desempeño de puestos ejecutivos. María Luisa Balaguer, de la que no se discute su competencia jurídica, es catedrática de Derecho Constitucional en la Universidad de Málaga, además de haber ejercido durante 25 años la abogacía. En todo caso, un perfil más amable para el sector conservador que el de Pumpido.
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