Acuerdo PSOE-Podemos

Sánchez pregunta a las bases por el pacto con Iglesias pero veta su opinión sobre el apoyo de ERC y Bildu

Supremo
Pedro Sánchez y Oriol Junqueras en el Congreso en una imagen de archivo. (Foto: Efe)
Agustín de Grado
  • Agustín de Grado
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

La democracia interna del PSOE es pura fachada. Someterá a la consulta de su militancia el acuerdo alcanzado por su líder, Pedro Sánchez, con el de Podemos, Pablo Iglesias, como le exigen las normas del partido, pero las bases socialistas no podrán pronunciarse sobre la clave que convierte ese acuerdo en un Gobierno de coalición: el necesario apoyo por acción (voto afirmativo) u omisión (abstención) de ERC y Bildu.

El PSOE y Podemos suman 155 escaños. Les faltan 21 para la mayoría absoluta que garantiza la investidura en primera votación. En estos momentos, con el ‘no’ del PP, Vox, Ciudadanos, ERC y Bildu, los socialistas no podrían investir a su candidato ni siquiera en segunda votación, cuando sólo es necesario sumar más ‘síes’ que ‘noes’.

Salvo que alguno de los tres partidos a su derecha decidieran cambiar de postura, Sánchez necesita al menos la abstención de ERC y Bildu para que el Congreso de los Diputados le aúpe como presidente del Gobierno en plenitud de funciones.

El permiso habilitante, en forma de apoyo explícito o abstención, de los golpistas catalanes y los proetarras vascos es la llave para que el acuerdo alcanzado por Sánchez e Iglesias pase de ser la mera formulación de un deseo a un programa real del primer Gobierno de coalición en la historia de la democracia española desde el fin de la dictadura franquista.

El PSOE sabe que no es lo mismo una pregunta exclusiva sobre el acuerdo con Podemos -algo que casi nadie cuestiona en el partido dado que los socialistas ya gobiernan o han gobernado con Podemos en Comunidades autónomas y Ayuntamientos de mayor o menor tamaño- que una pregunta en la que se permita conocer la opinión sobre si el futuro Gobierno del psOE con Podemos debe depender de ERC y Bildu.

Aquí la unanimidad socialista ya no existe. Sin ir más lejos, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha reconocido este lunes que el apoyo de ERC traerá «más problemas de gestión» que el día a día con Podemos como socio.

Con menos complejos hacia ERC, y en un intento por blanquear el respaldo de los separatistas, la vicepresidenta Carmen Calvo ha asegurado que el hecho de que España tenga Gobierno también es responsabilidad de los partidos independentistas «que se presentan a las elecciones generales y tienen escaños en las Cortes».

La pregunta de la consulta del PSOE a sus militantes, que se celebrará el próximo sábado, huye de la patata caliente y se centra sólo en el acuerdo con Podemos: «¿Apoyas el acuerdo de PSOE y UP parea un Gobierno de coalición?».

La ‘trampa’ de la consulta del PSOE ha sido rápidamente detectada por Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el histórico ex presidente de la Junta de Extremadura: «No pregunte eso, por favor, deme los papeles de lo que va a pactar con quien sea, para que yo pueda opinar libremente».

Ibarra se expresa con la libertad de quien ya no necesita la obediencia al líder para mantenerse en un cargo. Por eso, en una entrevista en Onda Cero,  ha recordado que este año ha participado en tres campañas electorales «negando que fuéramos a pactar con los independentistas y con Podemos, siguiendo las instrucciones de la dirección mi partido». «Es posible -ha añadido- que ahora se cambie de opinión». Por lo que ha defendido su «derecho a saberlo, entre otras cosas para decirle a aquellos que fueron a mis mítines que les mentí, pero inocentemente, porque no había que estaba mintiendo».

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