El protocolo de Marlaska para excarcelar a enfermos «muy graves» beneficiará a 21 presos de ETA
Ahora mismo hay 264 presos de la banda terrorista ETA, de los cuales 21 están "gravemente enfermos", según el colectivo Sare, que ha dado buen acogida a la orden de Interior que deroga la instrucción de 2017 del anterior Gobierno de Mariano Rajoy (PP)
El nuevo protocolo aprobado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para facilitar la excarcelación de reclusos enfermos «muy graves», con afecciones incurables o en fase terminal beneficiará a 21 presos de la organización terrorista ETA que se encuentran en estas circunstancias, según los últimos datos actualizados que maneja el colectivo Sare.
En concreto, las cifras de esta plataforma de apoyo a los presos etarras señalan que ahora mismo hay 264 reclusos de la banda terrorista, de los cuales 21 están «gravemente enfermos». De dicho cómputo total, 210 se encuentran en cárceles de España y el resto en otros países como Francia y Portugal.
Desde Sare han dado buena acogida a esta medida del Ministerio del Interior. Tal es así que han subrayado que «todos los pasos que se den para solucionar la grave situación que padece un número muy importante de presos gravemente enfermos, entre ellos, 21 presos vascos, debemos valorarla positivamente».
«Esperamos también que este paso no quede en un simple enunciado de este Gobierno, como, desgraciadamente, ha ocurrido con el anuncio del fin de la política de alejamiento y que se mantiene, en situaciones similares, a la etapa del PP», añade el colectivo que da cobertura a los reclusos de la organización terrorista ETA.
El nuevo protocolo penitenciario de Interior clasifica las dolencias de las personas presas, lo que puede facilitar la puesta en libertad de un mayor número de internos gravemente enfermos, ya que no solo se valorará la expectativa o el plazo de vida, como hasta ahora, sino que se tendrán en cuenta otros factores como la calidad de vida del recluso.
Esta orden deroga la instrucción de 2017 del anterior Gobierno de Mariano Rajoy (PP), que regulaba la excarcelación de aquellos reclusos que se encontraban en fase terminal.
El caso de Zaplana
El protocolo es extensivo tanto a los presos condenados, como a los que se encuentran en prisión preventiva, como el caso del ex ministro del PP y ex presidente de la Generalitat valenciana Eduardo Zaplana, quien se encuentra en una situación crítica en la prisión de Picassent -está acusado dentro de la Operación Erial- padeciendo cáncer de médula ósea y leucemia. En los condenados, es el juez de Vigilancia Penitenciaria el que recibe el informe con el nuevo protocolo y decide sobre la excarcelación, mientras que en los preventivos, como Zaplana, la última palabra la tiene el juez de instrucción.
Por su parte, la presidenta del Bizkai Buru Batzar (BBB) del PNV, Itxaso Atutxa, también ha valorado muy positivamente el protocolo aprobado por el ministro del Interior, pero le ha recalcado que «tiene que abarcar a todo tipo de presos». Un mensaje que los socios del Gobierno de Pedro Sánchez han trasladado igualmente desde el Ejecutivo de Íñigo Urkullu. El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno vasco, Jonan Fernández, ha exigido que el llamado Protocolo Marlaska se aplique a todos los presos enfermos «sin excepciones» como «principio humanitario».