Prisiones suspende las visitas a los presos y se prepara para evitar motines como en Italia

Las medidas drásticas para controlar el coronavirus también han llegado a las prisiones españolas, donde ya se han comenzado a restringir las visitas que reciben los presos. Especialmente a las de las zonas más afectadas por el brote, como Madrid, Álava o La Rioja. Los funcionarios ya han recibido orden de tener listos los protocolos en caso de motín, ya que las medidas de control pueden provocar conflictos entre la población reclusa. En Italia se han registrado motines en al menos una docena de cárceles.

Los directores de varios centros penitenciarios, tal y como ha constatado este periódico, han trasmitido a sus plantillas de funcionarios que a partir de esta semana deberán «extremar las precauciones en el trato con los presos». No sólo ya como medida de protección sanitaria, sino especialmente de seguridad. Preocupa, y mucho, que se produzcan motines a semejanza de lo ocurrido en Italia: algaradas en cárceles, fugas de presos y seis muertos en el penitenciario de Módena Norte.

Ecco cosa sta accadendo al #carcere di #Foggia in queste ore.

Decine di detenuti evasi che stanno rubando auto, mettendo in ostaggio attività commerciali.

Tutto questo è INAUDITO.

C’è bisogno di un intervento immediato del Governo, IMMEDIATO!#COVID2019 #coronavirusitalla pic.twitter.com/o1fe5RktTC

— Matteo La Torre (@Matteo_LT) March 9, 2020

Las instrucciones a los funcionarios se está distribuyendo de forma oral en reuniones de personal de cárceles en Madrid y País Vasco. En ellas se apunta la necesidad de «vigilar grandes aglomeraciones» de presos, mantener listo y preparado el material antidisturbios y «aplicar psicología en el trato con la población».

Restricción de visitas

La clave del control de los reclusos recae en el tabaco, la comida, las llamadas telefónicas y, especialmente, las visitas de familiares. Limitar cualquiera de esos factores en las cárceles es «síntoma de problemas» con los internos, según señalan a OKDIARIO fuentes penitenciarias. Y los protocolos de contención del coronavirus en prisiones españolas afectan al más importante de todos ellos: las visitas.

El pasado jueves 5 de marzo, la Dirección General de Ejecución Penal y Reinserción Social, dependiente de la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias, emitió un oficio dirigido a los directores de las 69 cárceles españolas con una serie de instrucciones para afrontar la crisis del COVID-19.

En ese documento, que ha podido consultar OKDIARIO, se contempla un decálogo de medidas para minimizar el riesgo de la enfermedad en los centros penitenciarios. En el punto 8 de ese memorando se establece que «se suspenderán las visitas, comunicaciones o cualquier otro tipo de actividad que implique el contacto con internos o funcionarios de personas procedentes de zonas con transmisión comunitaria, de acuerdo a la actualización permanente determinada por las autoridades sanitarias. Las suspensiones relativas a internos se comunicarán al Juez de Vigilancia Penitenciara».

Para paliar los efectos de estas restricciones, Interior ha decidido ampliar el número de llamadas que los presos pueden realizar a la semana. Según una instrucción complementaria emitida este miércoles 11 de marzo, a los presos se les permitirá realizar semanalmente 15 llamadas en lugar de las 10 que tenían autorizadas en condiciones normales. A aquellos internos que podían realizar 8 llamadas se les ampliará hasta 12. Es decir, un 50% más. Una medida implementada para calmar los ánimos entre la población reclusa.