PP y Vox disparan su mayoría absoluta hasta los 188 diputados con la ausencia de Ciudadanos
PP y Vox logran el 50,2% de los votos mientras el PSOE se hunde, con 89 diputados
La desaparición de Ciudadanos impulsa la mayoría absoluta del Partido Popular y Vox. Juntos sumarían 188 escaños (el 50,2% del voto), un holgado resultado que asegura un Gobierno presidido por Alberto Núñez Feijóo. La foto que ofrece la encuesta de Data10 para OKDIARIO confirma que el bloque de la derecha sigue imparable, pulverizando a Pedro Sánchez y sus socios. A la vista de estos datos, la maniobra del líder socialista de convocar elecciones en pleno verano tras la derrota sin paliativos sufrida por su partido el 28M será un nuevo fracaso. El cambio de ciclo parece definitivo.
En los cálculos del aún presidente del Gobierno para anticipar los comicios está la desmovilización del electorado propia de acudir a las urnas, por primera vez en la historia, en un mes de julio. En su núcleo de Moncloa presuponen que la baja participación será más propicia a sus intereses electorales, ya que la derecha está hoy mucho más movilizada. La convocatoria adelantada busca además evitar seis meses de un desgaste que parece insalvable para la coalición de Gobierno. Según sus cálculos, la extrapolación de resultados de las elecciones del pasado domingo -en las que los populares arrebataron al PSOE seis Gobiernos autonómicos- no situarían a PP y Vox en la mayoría absoluta, algo que desmienten rotundamente los resultados de las encuestas, entre ellas, la que presenta este periódico. Detrás de la decisión está también la intención de Sánchez de provocar una candidatura conjunta entre Podemos y Sumar -que ya han iniciado unas complejas negociaciones para aglutinar el espacio de la izquierda más radical-, con vistas a tener alguna opción de reeditar el gobierno frankenstein.
Todos estos cálculos, sin embargo, están muy alejados de la realidad demoscópica. El bloque de la derecha está hoy más fortalecido que nunca, situándose 12 escaños por encima de la mayoría absoluta gracias a los 140 diputados del PP y los 48 de Vox. El PP, por sí mismo, supera hasta en 20 asientos a toda la coalición de gobierno (el PSOE se quedaría en 89 y Sumar, junto a Podemos, en 31).
El impulso electoral de Alberto Núñez Feijóo es un hecho, superando en 51 diputados los que ahora tiene en el Congreso. Desde las elecciones de 2019, el PP crece del 20,8% de apoyo al 34,3%. El PSOE, mientras, sigue una evolución inversa: en apenas tres años y medio, Sánchez deja a su partido con 31 escaños menos, pasando del 28% del voto al 22,1%. Con 89 diputados, los socialistas se sitúan por debajo del umbral psicológico de los 100 que separa la consolación del más absoluto fracaso.
Trasvase
El trasvase de la mayoría de votantes de Ciudadanos hacia PP y Vox engorda a ambos partidos. En relación al último sondeo publicado por este periódico a principios de semana -aún con la marca naranja en activo-, los populares crecen seis décimas y el partido de Santiago Abascal, cinco. El sistema electoral convierte a Vox, a día de hoy, en el más beneficiado por esa transferencia de voto, ganando hasta cuatro diputados. Paradójicamente, y por el efecto del azar de los restos en la aplicación del último diputado en cada provincia, el PP pierde uno.
Al margen de los dos partidos mayoritarios, Vox mantiene su representación prácticamente intacta pese al auge del PP. Pierde cuatro diputados -pasa de 52 a 48-, pero gana porcentaje de voto (de 15,1% a 15,9%), lo que revela la férrea fidelidad de su electorado.
El incierto escenario de Sumar, y su compleja confluencia con Podemos, genera desconfianza entre el votante de izquierda. Una candidatura conjunta liderada por Yolanda Díaz apenas convence al 13,9% de los electores (tendría 31 diputados, cuatro menos de los que Podemos logró en 2019). En menos de una semana, la marca pierde nueve escaños, envuelta en las luchas intestinas entre la vicepresidenta segunda y la dirección de Podemos, que lideran Ione Belarra e Irene Montero. Lastrados por el batacazo de la izquierda radical en las elecciones del 28M -con Podemos fuera de la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid-, ambos sectores negocian un acuerdo in extremis para las generales. Esta crisis favorece al PSOE, que en la misma semana gana cinco escaños con su llamamiento al «voto útil». Insuficientes en cualquier caso para que Pedro Sánchez pueda mantenerse en La Moncloa.
En el séquito del jefe socialista destaca especialmente el tirón de Bildu, impulsado por sus buenos resultados en las elecciones municipales. Los proetarras fueron los únicos socios de Sánchez que el 28M captaron más voto que hace cuatro años, y eso tiene su reflejo en el pronóstico de las generales: podrían sentar hasta siete diputados en el Congreso, dos más que ahora (1,7%). El partido de Arnaldo Otegi -blanqueado como miembro de la «dirección del Estado» y clave en leyes como la de «Memoria Democrática» o de Vivienda- supera así al PNV (seis escaños) y amenaza el tradicional poder de los nacionalistas ante las autonómicas que se celebrarán en el País Vasco el año que viene.
ERC, mientras, sigue el camino inverso. Los separatistas se ven perjudicados por su proximidad a Sánchez y no consiguen rentabilizar cesiones como los indultos, la supresión de la sedición o el abaratamiento de la malversación El desplome histórico en las autonómicas y locales, con 300.000 votos menos, se traslada al Congreso: de los 13 diputados que ahora tienen pasarían a 11, los mismos que Junts. El dato confirma el rechazo de las bases más puristas de ERC a la cercanía al PSOE, mientras Junts se ve beneficiado justamente por lo contrario. Su posición más escéptica ante Sánchez le hace ganar tres escaños en comparación con 2019, un impulso notable en la pugna interna del independentismo.
Tsunami
El resultado global de la encuesta confirma, pues, que el tsunami del 28M se reproducirá en las generales. El desgaste de la gestión de Pedro Sánchez es irreversible. Sus ataques al Estado de Derecho, sus polémicas leyes -la que excarcela violadores, la que permite el cambio de sexo sin control, la que aniquila el español en las aulas catalanas…-, su rendición a independentistas y proetarras, sus ataques a la Justicia, etcétera, se reflejan en urnas y sondeos. El cambio de ciclo parece una realidad.
Las próximas semanas serán decisivas para comprobar si el PP aún tiene margen para crecer, absorbiendo al votante de Ciudadanos, de Vox e incluso del socialismo defraudado por la gestión de Sánchez. El objetivo de Génova de ampliar la base electoral dio buenos resultados el 28M y los populares confían en que ese empuje se traslade ahora a las generales.
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