Pons pedía echar a Gazprom de España antes de que su hijo entrase de alto cargo en la gasista de Putin

Esteban González Pons urgió a impedir la entrada de Gazprom en el sector energético español: "Si no hay mecanismos los tendremos que inventar, pero no podemos estar en manos de otro Estado", decía

Pons Gazprom Putin
De izquierda a derecha, Esteban González Guitart, Putin y González Pons.
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El diputado y vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, consideraba a Gazprom una amenaza para España antes de que su hijo, el entonces veinteañero Esteban González Guitart, pasara a formar parte de la nómina jurídica del emporio controlado por Putin desde el Kremlin.

Tan alta amenaza suponía, a juicio del dirigente del PP, que éste urgía con ahínco a «inventar mecanismos» para echar a Gazprom de España, impedir que aterrizara en el sector energético nacional. Pocos años después, su hijo pasó a ser alto cargo mercantil de la megaempresa gasista de Putin, convirtiéndose González Guitart en su apoderado durante dos años; es decir, su representante legal a las órdenes de los dos hombres de confianza del Kremlin que controlaban –y siguen controlando– la filial española de Gazprom, la sociedad limitada GP Exploración y Producción.

En enero de 2008 fue cuando el emporio energético de Putin se instaló en España. Su filial se denominó inicialmente Wagenberg. Aquel mismo año, Gazprom intentaba entrar en el accionariado de Repsol. Tomó posiciones para hacerse con un 20% del capital de esta gran energética española, algo que en aquel momento González Pons consideraba «inaceptable».

Por entonces estaba en el Gobierno el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y su ministro de Industria –del que dependía el ramo energético– era el también socialista Miguel Sebastián. Esteban González Pons se prodigó en vehementes declaraciones contra la Gazprom de Putin. Hasta tal punto lo hizo que incluso pidió elaborar urgentemente normas legales a la medida para cerrar el paso en España a esa megaempresa rusa.

El Gobierno de Zapatero argumentaba que no podía ir más allá de la ley vigente para interferir en operaciones entre sociedades mercantiles ajenas al Ejecutivo. Para González Pons, sin embargo, esa interferencia sí debía tener lugar, incluso fabricando un arma legal al efecto y ex profeso: «No sé si hay mecanismos, pero si no hay mecanismos los tendremos que inventar, pero no podemos estar en manos de otro Estado», afirmó el 13 de noviembre de 2008.

Entrada del hijo de Pons en Gazprom

Nueve años después, ya con el PP en el Gobierno, Gazprom seguía asentada en España, prosperaba con negocios en Iberoamérica pilotados desde su sede de Madrid, y el hijo de González Pons era su representante legal mientras, a la par, el padre ocupaba un destacado puesto en el Parlamento Europeo, vicepresidente del Grupo Popular en la Eurocámara, con acceso a contactos internacionales de alto nivel. Actualmente, González Pons es diputado en el Congreso y vicesecretario general de Asuntos Institucionales del PP, negociado del que depende la estrategia internacional de los populares.

Esteban González Guitart fue fichado como apoderado de la filial española de Gazprom cuando era un recién licenciado en Derecho. Sólo tenía 25 años de edad. Fue nombrado representante legal de la empresa tras entrar en el bufete internacional Baker & McKenzie.

Control del Kremlin

Como ha desvelado en exclusiva OKDIARIO, el hijo de González Pons figuró como apoderado de GP Producción y Exploración entre octubre de 2017 y diciembre de 2019. En la estructura de Gazprom, su puesto de apoderado estaba a las órdenes de dos hombres de confianza del Kremlin, los dos que siguen dirigiendo la filial española de la megaempresa de Putin. Se trata de Sergey Viktorovich Tumanov y de Andrey Nikonov. Son dos pesos pesados en Gazprom.

Tumanov está al frente del conglomerado internacional del gigante gasista ruso, Gazprom International, con sede central en los Países Bajos. Por su parte, Nikonov fue agente de la Embajada de Rusia en Madrid, en la que oficialmente figuró durante cinco años como «agregado» de la legación. Después escaló a puestos directivos en esa gran empresa que controla el Kremlin.

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