Sánchez ayer a sus ministros: “No habrá terceras elecciones”
Pedro Sánchez está convencido de que conseguirá formar Gobierno. De que “no habrá terceras elecciones”, tal y como le ha confirmado a su círculo más cercano y a sus ministros este martes. Una afirmación realizada a lo largo de los últimos días y confirmada ayer mismo. Y una afirmación que se reafirmaba, de hecho, a la vista del último encuentro mantenido por los dos equipos negociadores de los apoyos de investidura: el del PSOE y el de ERC. Porque la reunión de este martes se cerraba con “avances”. Y porque Sánchez está convencido de que, en el fondo, ni ERC quiere jugársela a unas nuevas elecciones y ver cómo avanza Vox, ni tampoco el PP, según la versión del presidente en funciones.
El mensaje optimista del presidente Sánchez corría ayer entre los hombres más cercanos al líder socialista. Y se apoya en la información obtenida por el presidente en funciones directamente de los contactos con los de Esquerra. Porque los de Oriol Junqueras quieren el acuerdo y así lo han hecho saber, aunque, eso sí, necesitan la escenografía suficiente como para justificar su decisión ante los ojos de JxCAT.
Pedro Sánchez lo sabe. Y es consciente de que la directriz que marquen los hombres de ERC será seguida por los proetarras de Bildu. Eso significa que esos apoyos, unidos a los de Podemos, Más País, Teruel Existe, PRC y PNV, le dan la gobernabilidad al socialista.
Por eso es clave que cada encuentro de los socialistas con los de ERC acabe con “avances”, tal y como este martes se confirmaba. Porque eso significará que el plan de los hombres de Junqueras para justificar su apoyo a los socialistas sigue en marcha. Se mitiga el temor que tiene ERC a que una falta de ambición separatista en la negociación le deje a merced de unas elecciones anticipadas por JxCAT.
«Avances» con ERC
Este martes, de hecho, se celebraba la segunda reunión entre el PSOE y los independentistas de ERC. Una cita que terminaba sin un acuerdo final pero con un avance importante sobre la forma de reconducir el «conflicto político» en Cataluña, según destacaba un comunicado pactado entre ambas formaciones.
«En este segundo encuentro se han reafirmado en que hay un conflicto político y que debemos resolverlo políticamente. Y en este sentido hemos avanzado en la reflexión para activar la vía política buscando los instrumentos necesarios para su encauzamiento», rezaba la nota. Además, se citaban ambos equipos para un nuevo encuentro el próximo 10 de diciembre con el fin de seguir avanzando en la negociación.
De hecho los socialistas y ERC insistían al cierre de esta cita y de forma conjunta en que la solución debe pasar por una mesa de negociación fundamentada en cuatro pilares: que sea entre gobiernos, sin apriorismos ni temas vetados, con calendario y con garantías de cumplimiento. Bases, todas ellas, que aceptan ambas formaciones. Y bases que pueden permitir el pacto final.
Pedro Sánchez sigue, pese a ello, confiando en una segunda vía de resolución del bloqueo gubernamental. Una segunda vía basada en que el PP acepte entregar su abstención a un Gobierno socialista. Según los socialistas, debido al miedo que tendría Pablo Casado a un avance de Vox en una nuevas elecciones. Pero esta versión, por mucho que el presidente en funciones se empeñe en divulgarla, lo cierto es que no encaja en nada con las reflexiones reales que el líder de la oposición ha trasladado a lo largo de los últimos días a todo su equipo: unas reflexiones que descartan por completo esta opción y que niegan cualquier tipo de apoyo a la investidura de Sánchez por parte del PP.
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