Pastor avisó a Casado de la invitación a Torra al Congreso 5 minutos antes de hacerlo público
Ana Pastor respaldó la presencia de Quim Torra en el Congreso de los Diputados sin tener que superar la votación final. El anuncio de la invitación al golpista no tardó en generar una fuerte polémica. Porque resultaba difícil creer que Pablo Casado, el nuevo presidente del PP, respaldase un acto que evidentemente acabaría convertido en pura apología anticonstitucional. Y porque rápidamente se generó la duda sobre si Pastor habría informado a su jefe de filas de partido de su decisión. La respuesta es afirmativa: le informó.
Pero con una importante peculiaridad: lo hizo a falta de cinco minutos para que Casado y la propia Pastor intervinieran en el Foro Nueva Economía y en medio de los preparativos de la charla que tenía que pronunciar como presentador. Un espacio un tanto peculiar para comentar un asunto tan delicado y, sobre todo, donde resultaba difícil pensar que se pudiesen explicar convenientemente los detalles de la intervención, si sería con votación o sin ella, etc.
Y donde resultaría aún más difícil asegurarse de que Casado pudiese estar pendiente de una cuestión tan dispar, mientras el líder de la oposición se preparaba ya para presentar a la propia Ana Pastor en un foro plagado de gente del mundo de la economía y la empresa.
Todo ocurrió el pasado martes. El desayuno había sido organizado por Nueva Economía Fórum. Y estaba patrocinado por Asisa y Red Eléctrica Española. La cita tuvo lugar ese 4 de septiembre, a las 9 de la mañana, en el Hotel Westin Palace de Madrid. La gente se agolpaba en la entrada y dos personas se preparaban para intervenir. Una, Ana Pastor, como conferenciante. El otro, Pablo Casado, como introductor y presentador estrella.
Y allí fue donde, mientras accedían a la sala y en los cinco minutos previos a la intervención, Pastor soltó la bomba de relojería de que Torra contaría con el respaldo de la presidenta de la Cámara Baja para acudir al Congreso de los Diputados con el propósito de contar su plan golpista.
La presidenta del Congreso lo hizo público ese mismo día y tras el acto. Sin mucho tiempo para que Casado pudiese descifrar el mensaje y reaccionar a él. Pastor explicó entonces con detalle que la Cámara abriría las puertas al presidente de la Generalitat de Cataluña porque, según ella, es «el lugar apropiado» al que acudir «cuando uno tiene un proyecto político» que presentar.
Pero fue allí donde se supo que la invitación incluía un detalle que facilitaba las cosas y mucho a Torra. Porque Pastor no exigió al presidente catalán que plantease una iniciativa con votación, como sí ocurrió con el ex presidente catalán Artur Mas. Y como se le exigió al sucesor de éste, Carles Puigdemont, si quería tener un debate en el Parlamento. Y como se hizo con el famoso Plan Ibarretxe.
Torra podría ir al Congreso sin soportar la votación final. O, lo que es lo mismo, sin tener que salir de allí con una derrota visible o, en todo caso, con la obligación del PSOE de tener que posicionarse. Es cierto que ella hizo su planteamiento como presidenta del Congreso y no como miembro del PP. Pero nadie daba crédito a que esa fuese la postura de los populares.
Preguntada varias veces al respecto, ella confirmó en diversas ocasiones que Torra podría presentarse en el Congreso sin soportar la votación. Pastor también fue preguntada sobre si su idea generaría malestar en el PP. Y ella respondió que el Parlamento es «la casa de todos los españoles» y que se puede acudir a él «siempre en el marco de la ley y del Reglamento del Congreso”.
Casado intervino el jueves para dejar claro que no respaldarían la idea. Que si Torra quería ir al Congreso, evidentemente debería hacerlo con votación, como cualquier otro presidente autonómico.