La OTAN esconde a Sánchez: sólo sale de refilón en una de las 26 fotografías oficiales de la cumbre

La presencia de Pedro Sánchez en la cumbre de la OTAN de Bruselas ha pasado prácticamente desapercibida a nivel internacional. De hecho, la propia Alianza Atlántica ha ‘escondido’ al presidente del Gobierno en la galería de fotografías oficiales de grupo de la cumbre: de 26 imágenes sólo sale en una. Y prácticamente de refilón. En la mayoría de ellas le tapa el primer ministro de Albania, a quien el protocolo colocó por delante para la ‘foto de familia’.

El servicio de prensa de la OTAN ha distribuido un total de 26 fotografías de grupo de todos los asistentes a la cumbre. Nueve de esas imágenes corresponden al álbum oficial de retratos de todos los líderes juntos. La llamada ‘foto de familia’ de la reunión de la OTAN en la que Pedro Sánchez ni siquiera aparece: queda oculto en toda la serie tras la figura de Edi Rama, primer ministro de Albania. Le colocaron por delante pese a que su país es miembro de la Alianza desde 2009. De hecho, Sánchez es el único líder al que no se le identifica.

Minutos antes de esas nueve fotografías, todos los jefes de Estado y de Gobierno presentes en la cumbre de la OTAN habían participado en la llamada ceremonia de apertura, que en esta edición consistió en la proyección sobre un monolito de imágenes explicativas sobre el concepto OTAN 2030, la hoja de ruta de la Alianza para ese año. De ese momento, el servicio de prensa de la OTAN distribuyó un total de 17 fotografías. Alguna de grupo y otras de planos más cerrados de los líderes. Pedro Sánchez sale en una sola de esas 17 imágenes, en el extremo derecho. La número 16 de esa serie. Balance: una foto de 26 y ninguna mención a Pedro Sánchez por escrito en los correspondientes pies de foto en las imágenes oficiales de la OTAN.

A la ‘caza’ de Biden

Tras esas fotos de familia, los líderes se dirigieron rápidamente hacia el lugar donde se celebraría la cumbre. Fue en ese momento en el que Sánchez maniobró rápidamente y se lanzó hacia donde se encontraba el presidente estadounidense, Joe Biden, para pegarse a él durante los 29 segundos de paseo que han marcado la cumbre.

El único resultado positivo que ha podido traer de vuelta a España la delegación gubernamental ha sido la confirmación de que la cumbre de la OTAN en 2022 se celebrará en Madrid. Pero también en esa victoria hay letra pequeña: el propio Sánchez había aplazado una cumbre en Madrid prevista para 2019 y conseguida por el Gobierno de Mariano Rajoy. Sánchez alegó entonces que España estaba en tiempo electoral.

Esta circunstancia permitió a Sánchez hacerse la foto con el secretario General de la Alianza Atlántica, el danés Jens Stoltenberg. Fue en esa rueda de prensa conjunta en la que se anunció la cumbre de Madrid y en la que Sánchez, visiblemente molesto aunque con una sonrisa, argumentó que él no va «con cronómetro» a las citas internacionales. Ésa fue su respuesta cuando le preguntaron por el medio minuto de paseo con Joe Biden.

Las cumbres no son lo suyo

Lo cierto es que a Sánchez no se le han dado bien las cumbres de la OTAN desde que llegó a Moncloa en 2018. En diciembre de 2019 vivió su momento más tenso en un encuentro con el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, quien le instó a sentarse en su sitio nada más saludarse.

De aquella cita la imagen internacional salió tocada. Trump incluyó a España en la lista de «países morosos» que no habían hecho sus deberes en cuanto al gasto militar. La OTAN lleva casi una década exigiendo un gasto equivalente al 2% del PIB y España apenas roza el 1%, siendo aún hoy uno de los países que menos gasta junto a Bélgica y Luxemburgo.