En Guadalajara

Un okupa a los policías que lo detienen: «Es sólo una usurpación e Iglesias dice que se puede hacer»

El detenido alega en su defensa las declaraciones públicas de Pablo Iglesias negando el problema de la okupación

Pablo Iglesias
Un okupa y el atestado policial en el que se cita al vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias.

«¡Hijos de puta! … ¡Os voy a matar… cabrones!… Yo sólo he usurpado y hasta Pablo Iglesias dice que se puede hacer». Son las amenazas de un okupa a los policías que lo detuvieron en Guadalajara el pasado día 21. El individuo se resistió a los agentes, se mostró muy violento, les agredió e, incluso, estando ya esposado, siguió pegando patadas y golpes dentro del vehículo policial. Su actitud violenta continuó en el Centro de Salud al que fue trasladado para una revisión porque, antes, se había peleado con su compinche delante de los agentes.

OKDIARIO ha tenido acceso al atestado en fuentes policiales. Describe una situación casi kafkiana, que se prolonga durante tres días hasta la detención de sus dos protagonistas.

Días 19 y 20 de septiembre. Calle Canahermosa de Guadalajara, una zona de amplios chalets de nueva construcción en la zona norte de la ciudad. Los vecinos notan que dos personas disfrutan del jardín de la casa en el número 3 de la calle. Se están bañando en la piscina tranquilamente y hasta usan la barbacoa para comer. Es sábado y domingo. Los dueños están pasando el fin de semana fuera de Guadalajara. Los dos okupas vociferan sin disimulo, aunque desde fuera, para los vecinos, será difícil después reconocerles ante la Policía. Una fiesta en toda regla, día y noche, pero en casa ajena.

Es domingo. El fin de semana va terminando. Los okupas saben que los dueños del chalet pueden volver en cualquier momento y que, si les pillan dentro, con el allanamiento de morada pueden caerles hasta 5 años de cárcel. De manera que, acabada la juerga en el chalet, dejan el jardín lleno de basura y pasan al chalet colindante en el número 1 de la calle. La casa pertenece a una promotora, pero nadie la habita. La empresa asegura que ya tiene propietarios, pero que no han entrado aún a vivir.

Los dos okupas se instalan en el chalet número 1. Ya es lunes 21 de septiembre. Los vecinos y el administrador de la empresa propietaria de la casa llaman a la Policía. Dos patrullas llegan al lugar. La puerta del chalet está forzada y sin bombín. A la de la casa le han cambiado la cerradura. Los agentes gritan: «¡Abran, Policía!», pero nadie responde. Acompañados por el administrador y un empleado de la promotora, los policías entran y encuentran a un individuo dormido. Es un español, nacido en Ecuador, con domicilio en Madrid. El otro, mientras, ha intentado huir saltando la valla del chalé, pero la policía lo detiene. Es un español, nacido en Colombia, con domicilio también en Madrid.

Para sorpresa de los policías, los dos comienzan a pegarse «propinándose puñetazos y patadas, llegando a caer al suelo donde siguen agrediéndose», dice el atestado. Los agentes les intentan separar y es cuando uno de ellos agrede a una policía «lanzándole patadas y puñetazos». Una vez esposado, y dentro del vehículo policial, el atestado señala que «el detenido ha empezado a golpearse contra la mampara dando patadas a las puertas y ventanas y gritando: ¡Hijos de puta!, ¡os voy a matar!, ¡cabrones!, yo sólo he usurpado, hasta Pablo Iglesias dice que se puede». Después, en el Centro de Salud siguió su actitud violenta.

Pablo Iglesias
Atestado policial con la declaración del detenido citando a Pablo Iglesias

La mochila que llevaban eran un verdadero arsenal para okupar casas: hasta 20 herramientas de todo tipo y varias decenas de bombines, cerraduras completas y cerrojos. También, un arma simulada, una pistola de aire comprimido y un cuchillo de 12 centímetros, aparte de marihuana y la típica báscula para pesar droga. Y un medicamento: Rivotril. Se usa contra la epilepsia, pero también para dormir y como ansiolítico.

Pablo Iglesias

Día 16 de septiembre. Tres días antes de los hechos, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, había declarado en el Congreso que en España no hay un problema de okupación argumentando que todas las okupaciones son de casas de bancos y entidades. «El problema de la vivienda en España no es la ocupación -dijo- sino los precios abusivos de los alquileres, la especulación y las políticas del PP que hicieron que los fondos buitres sean el principal casero».

OKDIARIO ha hablado con el abogado Agustín Zamarro, al que, de oficio, le ha correspondido la defensa de los dos okupas. «Voy a pelear, por supuesto, para obtener su absolución completa. Es mi obligación profesional. El derecho a la defensa es sagrado». Pero preguntado por la situación vivida y la mención a Pablo Iglesias de su cliente también reflexiona: «Como persona y como ciudadano, me preocupa la deriva de algunos asuntos como este. No son de un país normal y muestran hasta qué punto las declaraciones públicas de determinados responsables políticos calan en la sociedad e invierten todo, empezando por el respeto a la autoridad y a la ley».

Zamarro no descarta emplear las palabras de Iglesias en defensa de sus clientes. Hay argumentos legales para ello. Los okupas manifestaron a la Policía, nada más llegar, que creían que la casa era de un banco, que sólo hubo por tanto usurpación y que creían, por las palabras de Pablo Iglesias, que eso no era delito.

El Código Penal habla del «error de prohibición». Aparece en el artículo 14.3.  El «error de prohibición» es la figura jurídica por la que el autor de un hecho delictivo, al cometerlo, pensaba de forma equivocada que su actuación era lícita. Existen dos tipos: vencible e invencible. El error «vencible» actúa como atenuante y rebaja dos grados el delito. Pero en el caso del error de prohibición «invencible», la responsabilidad penal queda eliminada.

Conclusión: descartado el allanamiento de morada del chalé 3 porque los vecinos no han podido reconocerles fehacientemente, los dos detenidos serán sancionados, como mucho, por usurpación del chalé 1 con una multa de 180 euros. La propiedad de la casa que okuparon ha presentado daños por valor de 2.000 euros. Destrozaron, entre otras cosas, la puerta y las ventanas blindadas.

Instrucción inútil

Hace pocos días, la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, publicaron sendas instrucciones para fiscales y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el fin de agilizar -supuestamente- los trámites de desalojo de los okupas. Policías y guardias civiles respondieron que la instrucción de Interior era «puro humo para maquillar la inacción del Gobierno ante el problema», que no aportaban «nada nuevo» y que les dejaba «exactamente igual que antes»: sin un protocolo de actuación ágil y concreto sobre todo frente a la usurpación.

Policías y guardias civiles consultados contestan con claridad: «No nos vamos a jugar nuestra carrera por pegarle una patada a una puerta si no hay  un instrumento legal claro».

Los dos detenidos quedaron en libertad. El juicio será la semana que viene. Por lo pronto, las palabras del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, podrían servirles de argumento de defensa ante el tribunal.

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