No eran infiltrados: 27 de los 32 encarcelados por los disturbios de Barcelona son separatistas catalanes
Los jueces han enviado a prisión hasta ahora a 32 personas por su participación en la violencia en Cataluña registrada durante las últimas semanas. De todos ellos, el 83% son activistas vinculados con el independentismo catalán. El resto pertenecen a movimientos antisistema. En este último grupo hay algunos extranjeros.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, afrontó el problema de la violencia callejera en Cataluña advirtiendo de que el independentismo es «un movimiento pacífico». Y que el caos que se vivía en el centro de ciudades como Barcelona, Gerona o Tarragona tras la sentencia del procés era cosa de «infiltrados». Pero los datos que obran en poder de la Justicia le desmienten rotundamente.
En las últimas semanas, los jueces han enviado a prisión a 32 individuos detenidos durante los disturbios (en total fueron más de 300) alegando el riesgo de reiteración delictiva. Es decir, que si les dejaban libres volverían a incendiar las calles y a lanzar adoquines a la policía. Según datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso OKDIARIO, el 83% de esos 32 encarcelados militan en movimientos independentistas radicales. En torno a 27 de ellos.
Este grupo mayoritario de detenidos está adscrito a plataformas como Arran, los Comités de Defensa de la República (CDR) y otras facciones de corte violento que están detrás de la organización de las algaradas.
Minoría antisistema
El resto de los detenidos, un 17%, se encuadran en diversos movimientos de tipo antisistema. Provienen de ambientes ‘okupa’ y suelen participar en citas violentas en las que no hay motivaciones independentistas. Son radicales de extrema izquierda. Entre este grupo hay varios detenidos que no son españoles. Proceden de países como Italia y Francia.
Las cifras son contundentes y desacreditan la posición oficial del Gobierno catalán sobre la violencia en Cataluña. Los infiltrados a los que hizo mención Torra son, según los datos de Interior y de los juzgados catalanes, independentistas dispuestos a quemar las calles de Barcelona. Y a volver a hacerlo en cuanto salgan en libertad.
Refuerzos para los CDR
Los refuerzos llegados del extranjero acudieron a Cataluña tras la llamada de los propios Comités de Defensa de la República (CDR). Los servicios de información policiales ya alertaron, como contó OKDIARIO, de que integrantes de movimientos violentos de corte antisistema preparaban viajes a Barcelona para el fin de semana siguiente a la publicación de la sentencia del procés. Aquellas fueron las jornadas más violentas de toda la crisis.
Lo que sabían también en la división de información de los Mossos es que iban a acudir a la llamada de los CDR una serie de «viejos conocidos» que ya han participado en otros momentos ‘históricos’ del terrorismo callejero. Por ejemplo, en la cumbre del G-8 en Barcelona en 2007. «Son nómadas de la violencia, pero normalmente se concentran el fin de semana. Son excursiones violentas», explicaron fuentes de los Mossos.
Sin embargo, pese a que su ayuda fue significativa para crear un clima de violencia como el que se ha venido viviendo en las últimas semanas en Cataluña, el grueso de las ‘operaciones’ ha recaído sobre el independentismo radical catalán. Como así lo atestiguan los datos de Interior.