Montero controlará con un «visionado feminista» las películas de las cadenas privadas
El Ministerio de Irene Montero defiende que, entre las atribuciones de los organismos de Igualdad para «velar porque la igualdad entre hombres y mujeres sea una realidad» se incluye la «posibilidad de hacer un visionado crítico y feminista» de la programación de las cadenas de televisión, incluidas las privadas.
Así resuelve una pregunta por escrito presentada por las diputadas del Partido Popular en el Congreso Rosa Romero, Marga Prohens y Bea Fanjul. En su pregunta, las parlamentarias hacían alusión al ‘tuit’ publicado por la directora del Instituto de las Mujeres, Beatriz Gimeno, en el que se quejaba de la emisión de la película Pretty Woman. «¿En serio están poniendo Pretty Woman en Tele 5?», se preguntó la dirigente podemita en un mensaje en sus redes sociales. Diferentes usuarios le reprocharon la vocación de controlar los contenidos que emiten las cadenas privadas.
Las diputadas del PP preguntaron al Ejecutivo si «tiene en su agenda determinar qué películas pueden emitirse en las cadenas privadas de televisión» y si «piensa el Gobierno efectuar una revisión de clásicos del cine por no cumplir con los estándares que desde sus formaciones políticas exigen para tiempos presentes». «¿Entiende el Gobierno de España que los ciudadanos son suficientemente capaces de determinar el contexto en el que se desarrollan determinadas películas y que es positivo que efectúen un razonamiento individual sobre las circunstancias presentadas y la sociedad actual o piensa imponer su visión?».
En su respuesta, el Ministerio de Irene Montero matiza que la intención de Gimeno con su ‘tuit’ era, simplemente, plantear una «frase irónica relacionada con que la película ha sido emitida en muchas ocasiones» y señala que «de dicho tuit no se puede inferir en absoluto nada de lo que se le atribuye en las cuestiones planteadas ni las falsas atribuciones que se le hicieron».
No obstante, sí añade: «Las cadenas de televisión tienen derecho a hacer las programaciones que consideren y los organismos de igualdad tienen, entre sus atribuciones, que velar porque la igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad, lo que incluye la posibilidad de hacer un visionado crítico y feminista de sus contenidos».
Asimismo, sobre sus «planes de futuro», el departamento explica que actualmente se trabaja en la transposición europea sobre servicios de comunicación audiovisual, que establece -destaca- que «los Estados miembros adoptarán las medidas adecuadas para velar por que los servicios de comunicación audiovisual ofrecidos por prestadores de servicios de comunicación sujetos a su jurisdicción que puedan perjudicar el desarrollo físico, mental o moral de los menores sólo sean accesibles de un modo que garantice que, normalmente, dichos menores no los verán ni oirán».
«Dichas medidas podrán incluir la elección de la hora de emisión, instrumentos de verificación de la edad u otras medidas técnicas», señala en concreto el artículo referido. Medidas que, en todo caso, «deberán ser proporcionadas al perjuicio potencial del programa».
El comentario de Gimeno acerca de la emisión de la popular película provocó una honda polémica sobre el interés del Ministerio de Irene Montero en prohibir determinados contenidos.
Series «patriarcales»
En este sentido, cabe recordar el controvertido estudio realizado por el Ministerio de Igualdad, ‘Estereotipos, roles y relaciones de género en series de televisión de producción nacional’, en el que se criticaba la representación de las mujeres en estas producciones: «La ‘femme fatal’, la ‘chica buena’, la mujer sumisa o la hipersexualizada son los principales roles femeninos representados en las series, así como los dos estereotipos de madre: la castradora y la sufridora», concluía el informe.
Tras analizar diferentes series -Cuéntame, La caza de Monteperdido, Allí abajo, La catedral del mar, Presunto culpable, La verdad, Vivir sin permiso, La que se avecina, La casa de papel, Las chicas del cable, Paquita Salas, Gigantes, Hierro, Vida perfecta, Élite, Skam, Acacias 38 y Amar es para siempre- Igualdad se quejó de su esencia «patriarcal» y de que «el 82,2% de los personajes femeninos responden al estereotipo de feminidad, caracterizado por su pasividad, ser figura florero o soporte emocional o por limitar su actividad al cuidado de otros».
Además, el trabajo criticaba que las actrices sean de una «belleza extraordinaria, con un maquillaje y efectos que las hace todavía parecer más bellas».