Moncloa pone en duda el futuro de Yolanda Díaz como vicepresidenta: «Hay que replantearse muchas cosas»
En Ferraz algunos hace semanas que le piden a Sánchez que le reduzca funciones en la próxima crisis de Gobierno
La relación entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz pasa por su momento más crítico. El último desplante de Sumar, en el PSOE hay quienes hablan incluso de «deslealtad», ha agrietado aún más las costuras de una coalición en minoría que lleva meses padeciendo para sacar adelante la legislatura. El rechazo de los de Díaz a dos leyes impulsadas por los socialistas en una semana, la de la abolición de la prostitución y la del suelo -en este caso aprobada en Consejo de Ministros-, ha provocado un gran cabreo en el Palacio de La Moncloa. Y alguno cree que «ha llegado el momento de replantearnos muchas cosas».
La próxima crisis de Gobierno que Sánchez tendrá que acometer por la marcha de Teresa Ribera a Europa, dicen, «es un buen momento» para replantear la relación. El presidente tendrá que decidir si releva a Ribera en la vicepresidencia tercera, si deja sólo dos vicepresidencias -algo difícil por la mala relación entre Díaz y María Jesús Montero- o si deja una única y rompe de forma unilateral el acuerdo de coalición dejando a la líder de Sumar sólo como ministra.
En Moncloa, este jueves, advertían que «en realidad quienes ya han roto el acuerdo han sido los de Sumar». Se agarran al hecho de no haber votado a favor de la propuesta de ley del suelo del PSOE. Pues los dos partidos suscribieron, en el pacto de investidura, apoyar en el Congreso todas aquellas leyes que hubieran sido validadas por el Consejo de Ministros.
En seis meses de vida, el Gobierno sólo ha podido convalidar dos decretos y la reforma del artículo 49 de la Constitución y la próxima semana hará lo mismo con la Ley de Amnistía. El país necesita leyes y reformas, en un momento de enorme dificultad política, social y económica, pero todo está bloqueado en el Parlamento por la falta de una mayoría sólida que desmonta el discurso de Pedro Sánchez de contar con «un amplio apoyo parlamentario». El PSOE ha sumado esta semana seis derrotas seguidas.
Este jueves, los socialistas, confiaban en que el PP de Alberto Núñez Feijóo les acabase salvando el pellejo con la ley del suelo, chantajeando al principal partido de la oposición con que ayuntamientos y alcaldías en manos de los populares reclamaban un marco jurídico como el que proponían. Pero Feijóo ya advirtió en el debate de investidura que «no me venga a buscar cuando sus socios le fallen, que le fallarán». Y así ha sido.
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha utilizado esta negativa del PP para cargar contra ellos la responsabilidad de que no se aprobase la ley. Evitando así evidenciar la fractura con sus socios que pone de relieve la mala salud del Gobierno. Cabe recordar, además, que algunos de sus socios como Junts han amenazado a Sánchez con retirarle el apoyo e incluso votar a favor de una moción de censura de Feijóo si no le facilitan a Carles Puigdemont la presidencia de Cataluña.
Relación con Díaz y Sumar
Esa fractura con Díaz y Sumar, explican fuentes socialistas, es más grande de lo que parece. Sánchez y su vicepresidenta han estado muchas semanas sin dirigirse palabra alguna. Hasta los cinco días de reflexión fake del presidente que les volvieron a acercar. Cinco días en los que la vicepresidenta temió por quedarse sin el poder. Ahora esto puede volver a ocurrir.
El escenario de que Pedro Sánchez deje sin vicepresidencia a Yolanda Díaz «no es para nada descartable», explican en el entorno monclovita. Él tiene la potestad de nombrar y cesar ministros, aunque siempre lo ha delegado en sus socios.
Pero tampoco es descartable, añaden, que tras las europeas, si el PSOE logra un buen resultado a costa de un Sumar cada vez más residual, decida romper todos los lazos y expulsarles del Gobierno. Para intentar así acabar la legislatura de la mano de acuerdos con el PP -sin el lastre o el condicionado de la impronta de los comunistas-. Ferraz lleva varias semanas trabajando para ensanchar su base electoral a costa de los de Yolanda Díaz.
Esta opción, la de prescindir de Sumar, se lo llegó a plantearen su momento Sánchez, cuando gobernaba con un Podemos al que algunos ahora echan de menos. «Se pasaban el día rajando en la tele», dicen, “pero iban de cara y eran más leales que Yolanda».
Debido a esa mala relación con Díaz, a la que el PSOE responsabiliza directamente del cambio de actitud del partido rosa, en las últimas semanas se ha producido un acercamiento con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, al que los socialistas están mimando más.