Moncloa mantiene a los cargos del CNI catalán que vigilarán el 21-D pese a su papel clave en el golpe
El Gobierno no ha removido a los principales cargos del CNI catalán (Cesicat), un organismo al que la Guardia Civil vigila por haber sido clave en los preparativos y ejecución del golpe separatista del 1-O. Las evidencias de la Guardia Civil son incalculables: sobre pinchazos telefónicos, ataques a web no separatistas, invasiones de cuentas de correos electrónicos, elaboración de informes sobre ciudadanos favorables y contrarios al separatismo, etc. Pero, pese a todo ello, y contar con el respaldo de la Fiscalía en la investigación para poder desmontar lo que, a todas luces, funcionó antes del referéndum ilegal como una policía política, el Gobierno no ha destituido a los principales cargos. Y no lo ha hecho pese a que desde el Ejecutivo nadie duda de que el 21-D pueden ser unas elecciones absolutamente decisivas para Cataluña y para el conjunto de España.
Una de las personas clave en el entramado del Cesicat es el director general de este organismo: Xavier Gatius Garriga. Un hombre del que dependen todo el resto de departamentos y que aparece reflejado en los organigramas investigados por la Guardia Civil. Él estaba al frente de la Inteligencia catalana en el mismo periodo en el que la Benemérita considera que “en ejecución de ese plan sistemático [para conseguir la independencia y crear un Estado propio] y soslayando manifiestamente la legislación vigente, tanto la Constitución como el Estatuto de Autonomía”, tanto “la Generalitat como la Asamblea Legislativa de Cataluña” diseñaron y pusieron en marcha “de forma progresiva todo un catálogo de estructuras de Estado no amparadas en por el ordenamiento jurídico (entre las que se encuentra como pieza fundamental el Cesicat, que de facto actúa ya como Agencia Nacional de Seguridad de un Estado), con la finalidad de disponer de un aparato administrativo propio que garantice su funcionamiento como Estado independiente”.
Pero, pese a ello Gatius y el resto de sus subordinados siguen al frente del organismo. Incluso, pese a que sobre Gatius, Tomás Roy, Oriol Torruella, José Antonio Mangas de Arriba o Xavier Panadero, sólo por poner algunos ejemplo que aparecen en la documentación de la Guardia Civil a la que ha tenido acceso OKDIARIO, pesan en estos momentos diligencias por la que se han solicitado “informes de vida laboral” y otra serie de datos para confirmar los motivos de su entrada en Cesicat y su labor. Y siguen pese a que la Benemérita también ha pedido a la Seguridad Social el registro de datos con aportación del “domicilio social y listado de trabajadores de que dispusieron durante los años 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016”, con el objeto de poder comprobar, uno por uno, el comportamiento y relaciones posibles con la Generalitat de cada uno de los trabajadores.
La Guardia Civil, además de todo ello, está revisando cada uno de los contratos empresariales cerrados por estos mismos cargos del CNI catalán porque, igualmente, sospecha que los trabajos más delicados decidió contratarlos fuera de su estructura para evitar que dejasen huella dentro del organismo. De hecho, la Benemérita cree que contaron con ayuda presupuestaria para poder hacerlo. Así lo refleja en los textos de su investigación donde confirma que la Generalitat utilizó de forma descontrolada “medios humanos y financieros” y “vastos recursos” para desarrollar una estructuras de estado y herramientas necesarias para la consecución de un objetivo que ya ha establecido el TC como inconstitucional”. Según esas mismas investigaciones uno de los destinos en los que se emplearon estos medios sin reparos fue en el Cesicat, precisamente, porque estaba considerado como un organismo clave en el logro de la independencia catalana.
Pero, pese a todo ello. Los hombres de Xavier Gatius serán los encargados de vigilar la seguridad, redes y datos catalanes durante el proceso electoral del 21-D.