Milei ridiculiza a Sánchez por «dejar entrar 300.000 ilegales» mientras amaga con prohibírselo a él

El presidente de Argentina hace suyo un tuit de Vox ironizando con las 'sanciones' diplomáticas que baraja Moncloa

Milei Sánchez
Gráfico elaborado por Vox y retuiteado por Milei.
Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

El presidente de Argentina, Javier Milei, ha ridiculizado a Pedro Sánchez en redes después de que el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, haya deslizado que el Gobierno se estaría planteando impedirle volver a visitar España. Milei ha hecho suyo un gráfico difundido por Vox en el que se ironiza con que Sánchez «deje entrar [a] 300.000 ilegales» en España mientras amaga con prohibírselo al presidente de Argentina.

Esta medida, la de impedirle pisar suelo español, al menos en su calidad de primer ministro –con las normas de seguridad y protocolo que ello conlleva– es una de las sanciones diplomáticas que está sopesando Moncloa en plena escalada contra Milei, después de que éste, el pasado domingo, en Madrid, llamara «corrupta» a la mujer de Pedro Sánchez en respuesta a los ataques que ha estado recibiendo en las últimas semanas desde el Ejecutivo socialcomunista.

Milei no se da por aludido ante las reprimendas que le lanza Moncloa. Ni está dispuesto a disculparse por aquella alusión que hizo de la esposa del presidente español, ni desiste en el viaje que tiene programado a Madrid para recibir, el próximo 21 de junio, el premio que le ha concedido el Instituto Juan de Mariana en reconocimiento del ideario libertario que propugna.

Mientras Pedro Sánchez arrecia en su ofensiva dialéctica contra Milei y lanza también a sus ministros en la misma dirección, a la par que arrecia en sus desplantes diplomáticos, el argentino se inclina por tomárselo como bravuconadas verbales ajenas a las normas de la diplomacia. Y en esas se enmarca el tuit que ha compartido en sus redes sociales este martes por la noche (hora de España).

Javier Milei ha hecho suyo un mensaje publicado por Vox a través de las redes. En él aparece un gráfico en el que, bajo la imagen de Pedro Sánchez y el título Política de fronteras de Sánchez, se contrapone que el Gobierno se plantee «prohibir la entrada de Milei en España» mientras «deja entrar a 300.000 ilegales».

El presidente argentino, ajeno a la ofensiva desplegada por Moncloa, ha dejado claro este mismo martes que está decidido a visitar de nuevo España el 21 de junio para ser «galardonado por los liberales españoles». Y ha retado a Sánchez: «Veremos si su gran complejo de inferioridad le permite que los liberales españoles puedan galardonarme en persona». Para más inri, su mensaje lo ha ilustrado con una foto de Pedro Sánchez y su esposa.

El conflicto diplomático comenzó cuando el ministro sanchista Óscar Puente insultó a Milei afirmando que se drogaba con «sustancias». Y, tras no obtener una disculpa oficial por parte de Moncloa, que no desautorizó a Puente, el presidente argentino llegó a Madrid el pasado fin de semana para participar en la convención organizada por Vox. Poco antes, el viernes, la ministra socialista Diana Morant se refirió a Milei con el calificativo de «fascista». Y el domingo, desde la tribuna de la convención de Vox, el presidente de Argentina se despachó contra Sánchez y citó las investigaciones judiciales por corrupción de las que está siendo objeto su esposa, Begoña Gómez.

Milei usó el término «corrupta» y Pedro Sánchez lo ha considerado un ataque a la «democracia» y a la «soberanía» de España. Exige una disculpa a Milei que éste ya ha dicho que no está dispuesto a dar, con el argumento de que el primer atacado fue él. Mientras, lejos de apaciguar el fuego, el Gobierno de Sánchez aporta más combustible y amenaza con más «medidas» diplomáticas contra Argentina.

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