Marlaska nombra jefe de Policía de Madrid a un comisario que sólo tiene un grado como el de Cifuentes

Fernando Grande-Marlaska ETA
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (Foto: Europa Press)
Carlos Cuesta

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska acaba de confiar la plaza policial más compleja de España al comisario principal de la Policía Nacional, Manuel Soto Seoane. Este comisario se convierte, de este modo, en el nuevo responsable de la Jefatura Superior de Madrid. Pero la polémica no ha tardado en surgir. El título que le habilita para este cargo ha sido ya puesto en duda por sindicatos policiales, que recuerdan que una sentencia judicial ha descalificado la validez de un master cuyo mote interno, por su falta de profundidad y seriedad, es el del “grado de la señorita Pepis”.

El sindicato Alternativa Sindical de Policía (ASP) es el que ha abierto fuego por el nombramiento de quien es reconocido internamente como una persona cercana a Grande-Marlaska y al director de la Policía, Pardo Piqueras. Y ello, pese a que OKDIARIO ha recabado distintas opiniones del resto de sindicatos policiales y no es ASP, ni mucho menos, el único sindicato que no comparte el nombramiento de Soto Seoane.

Desde ASP señalan que el nombramiento de Soto Seoane “demuestra que la Dirección General de Policía (DGP) no tiene en cuenta la reciente sentencia del Tribunal Supremo que anula el título de Criminología expedido por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Esa sentencia señala que «se confirma la sentencia anterior de la Audiencia Nacional y considera el título de la URJC aportado por un comisario para prosperar en el cuerpo no puede homologarse al título de grado, pese a tener ese mismo nombre, ya que la carga lectiva declarada es muy inferior (60 créditos frente al mínimo de 180) y al no constar las materias cursadas ni el número de horas de cada una de ellas».

Pues bien, la formación de Soto Seoane es similar. Y, según esa sentencia, «el grado en Criminología expedido por la Universidad Rey Juan Carlos se obtuvo en un periodo corto de tiempo (pocos meses), mediante curso a distancia y con una carga lectiva de 60 créditos» y «se trató de un curso organizado por la Universidad Rey Juan Carlos dirigido a Inspectores del Cuerpo Nacional de Policía para que pudieran obtener un título oficial de grado”.

La sentencia en cuestión fue emitida por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Supremo. Pero ese fallo “no ha impedido que la DGP siga nombrando a esos comisarios en puestos de máxima responsabilidad” y sin estudios universitarios, según afirman desde ASP. «El Grado en Criminología que invoca el recurrente por sus concretas circunstancias no es equivalente a una titulación media, luego era inhábil para lograr la equivalencia pretendida con una antigua licenciatura a los efectos de la Orden de 18 de abril de 2000» añadió el Supremo.

Y concluyó: «Tampoco puede considerarse como un nuevo título de grado» pues «pese a denominarse grado, no cumple con la carga lectiva exigible para ser tenido como tal”. OKDIARIO se ha puesto en contacto con la oficina de la Jefatura de Policía de Madrid. Y la respuesta ha sido la de que el título sí cumple con los requisitos legales.

Lo cierto es que, la polémica se inició hace más de tres décadas, cuando cientos de inspectores del extinto Cuerpo Superior de Policía (a los que solo se les pedía bachiller superior para el ingreso en el cuerpo) empezaron a ascender en el cuerpo hasta el año 2019 gracias a este mecanismo. De hecho, ascendieron hasta la categoría de comisario sin tener estudios universitarios. La última Ley de Personal de la Policía Nacional pasó ya a exigir el grado para ascender a comisario a partir de 2019.

Por ello, precisamente en 2015 y desde la DGP se acordó con la Universidad Rey Juan Carlos, una formación a medida, previo pago de 3.000 euros para que aquellos comisarios e inspectores bachilleres que vienen del CSP, pudieran obtener el grado universitario. El descrédito de esta formación dentro del cuerpo, pese a todo ello, llegó al punto de que se le apodo como «el grado de la Señorita Pepis”.

Manuel Soto Seoane ingresó en 1983 en la Policía Nacional, en la categoría de inspector. Ascendió a inspector jefe en el año 2000 y a comisario en 2011. Es comisario principal desde 2019. Y ahora jefe de Policía sólo dos años después.

A lo largo de su trayectoria profesional, ha asumido diferentes responsabilidades desarrolladas, entre otros destinos, en La Laguna (Santa Cruz de Tenerife), Puertollano (Ciudad Real) y Madrid, donde ha estado destinado, tanto en la comisaría provincial, como en los distritos de Puente de Vallecas y Centro. También ocupó responsabilidades en la Dirección Adjunta Operativa del cuerpo.

En 2019 fue nombrado secretario general de la Subdirección General del Gabinete Técnico y, posteriormente, jefe de la Unidad Central de Redes de Inmigración y Falsedades de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras. El nuevo jefe superior ocupaba hasta ahora el cargo de jefe regional de Operaciones en la Jefatura Superior de Madrid. Soto Seoane posee diferentes condecoraciones, entre las que destacan cuatro cruces al Mérito Policial, una de ellas con distintivo rojo y tres con distintivo blanco.

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