Los miembros del grupo municipal del Ayuntamiento abandonan a Barberá
Algunos miembros del grupo municipal del Partido Popular de la ciudad de Valencia consideran reprobable la actitud de la ex alcaldesa Rita Barberá de no haber dado un paso al frente en defensa de su equipo de lo que consideran que puede haber sido en todo caso una actuación ilícita a título individual de algún miembro del grupo.
Cada vez son más quienes creen que Rita Barberá debería comparecer públicamente para responsabilizarse de todo lo acontecido porque fue para favorecer a su campaña y a ella es a quien servían y casi todos habían servido durante muchos años.
En el Consistorio de Valencia hay en la actualidad nueve de diez concejales investigados (antes imputados) por supuesto blanqueo de capitales. Ediles y asesores de Rita Barberá apoyaron la campaña de las elecciones municipales de mayo con 1.000 euros propios cada uno y ahora se investiga si ese dinero se utilizó para blanquear el obtenido de comisiones ilegales que financiaron actos de campaña de la ex alcaldesa.
Los concejales y asesores confirman que les pidieron 1.000 euros para la campaña pero mantienen su inocencia y niegan que les devolvieran el dinero en b. Ninguno de ellos atribuye esta petición a otro fin que el de ayudar a los gastos de la campaña.
El grupo municipal se encuentra desconcertado, sin explicación alguna de lo que puede haber ocurrido. Y la ex alcaldesa no ha hecho ninguna llamada para tranquilizar la inquietud de sus concejales y asesores, cuentan fuentes del grupo municipal.
Mientras, ante tal escenario, tras la ‘Operación Taula’ del caso Imelsa, la presidenta del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, disolvió la dirección del PP municipal y decidió constituir una gestora que dirija el partido de la ciudad de Valencia. Además ha asegurado que cuando todos los concejales del grupo municipal terminen sus declaraciones ante el juez, se les pedirá el acta si continúan imputados. Sin embargo, estos siguen defendiendo su inocencia y fuentes cercanas a los mismos aseguran que califican la medida de «injusta».
Sin embargo, Bonig tiene muy claro lo que quiere: renovar el PPCV, refundarlo e incluso cambiar sus siglas. A pesar de que Genova 13 no parece compartir la idea de cambiar el nombre del partido, Bonig está dispuesta a tomar las medidas que sean necesarias para adaptar la formación a los nuevos tiempos, limpiarla de corrupción y defender unos valores y principios identitarios valencianos, que dejen muy lejos la imagen más reciente de corrupción que ha desprendido el partido. Y para ello cuenta con el apoyo y la fuerza de los tres presidentes provinciales: Javier Moliner (Castellón), Vicente Betoret (Valencia) y José Císcar (Alicante).
En este sentido, el PPCV considera que para que la regeneración sea creíble Barberá debería poner fin a su silencio y salir a dar explicaciones, además de dejar su escaño como senadora.
“Este silencio la está matando y también a su gente en el ayuntamiento”, señalan sobre Barberá fuentes de la dirección del partido, que esperan que la ex alcaldesa tome la decisión correcta por el bien del proyecto del partido en esa comunidad.
Al PPCV se suma la dimisión de Esperanza Aguirre como presidenta del PP de Madrid este domingo, que aumenta la presión sobre Barberá. Muchos populares creen que la ex alcaldesa de Valencia debería tomar nota y dar también explicaciones públicas e incluso renunciar a su acta de senadora.