Bonig quiere que los imputados entreguen su acta pero ellos se niegan a ser «cabezas de turco»
La dirección del Partido Popular de la Comunidad Valenciana afronta con dificultad los escándalos de corrupción en los que muchos de sus cargos se han visto envueltos porque el grupo municipal se podría quedar con un solo concejal si los ediles imputados mantienen su postura de no renunciar al acta.
Aunque la presidenta regional Isabel Bonig quiere que los concejales imputados del PP en el Ayuntamiento de Valencia dejen el acta, la mayoría de ellos se niega a hacerlo, por lo menos hasta que se levante el secreto de sumario, aseguran fuentes populares.
Los ediles ya le han manifestado a Bonig que no están dispuestos a ser “las cabezas de turco” para desviar la atención, y que no piensan renunciar a su acta hasta que se levante el secreto de sumario.
En este sentido, a Bonig se le ha abierto un nuevo frente que le obliga a batallar con los imputados su renuncia para abanderar la lucha contra la corrupción valenciana que afecta al partido.
Por el momento, Bonig ya ha tomado la decisión de crear una gestora que dirija el partido en la ciudad de Valencia y que estará compuesta por tres miembros de cada distrito, según fuentes populares de la ciudad.
El equipo completo de Gobierno de Rita Barberá de la anterior Legislatura, concejales y asesores, ha sido imputados por el posible blanqueo de capitales.
El Juzgado de instrucción número 18 de Valencia investiga si la ex alcaldesa y actual senadora usaba a sus ediles para blanquear el dinero b para la campaña.
En este sentido, la dirección del PPCV considera que los concejales perjudican a la imagen del partido, que afronta el caso Imelsa, una trama de corrupción infiltrada en varias administraciones públicas de la Comunidad Valenciana cuyos integrantes se servían de sus puestos de responsabilidad para amañar contratos y cobrar comisiones ilegales a cambio de adjudicaciones fraudulentas, según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).
De los diez concejales del PP que hay en la actualidad en el Ayuntamiento de Valencia, nueve han sido imputados.
Según fuentes populares, Bonig transmitió a los ediles la difícil y complicada situación en la que se encuentra el partido por los escándalos de corrupción que afectan a la formación tras la conocida ‘operación Taula’, y que podrían tener que dejar su acta, pero estos continúan defendiendo su inocencia y no están dispuestos a dimitir.
Ante estas circunstancias, Bonig gana tiempo y ha dicho este viernes que el partido va a esperar, puesto que eran muchos, a que todos terminen sus declaraciones ante el juez como un mínimo de respeto a la presunción de inocencia, y si continúan imputados se les pedirá el acta.
«Les pediremos el acta y si no la otorgan dejarían de formar parte de este nuevo proyecto del Partido Popular y pasarían legalmente al grupo de los no adscritos (grupo mixto)», ha expresado. Esto reduciría el número de ediles populares municipales. «Si Bonig les pide el acta ya, no renunciarán», aseguran fuentes cercanas a los ediles, y el grupo popular en el Ayuntamiento se quedaría solo con un concejal, el independiente Eusebio Monzó, quien no ha sido imputado.
Si la vista continúa tras declarar ante el juez, los nombres de la lista electoral correrían y por orden se sumarían al único concejal del PP que no está imputado Eusevio Monzó.
La lista electoral de Barberá de las elecciones municipales de mayo estaba conformada por 33 personas, de las cuales 15 están imputadas (Alfonso Novo, Beatriz Simón, Vicente Igual, María Ángels Ramón-Llín, Cristóbal Grau, Félix Crespo, Lourdes Bernal, Alberto Mendoza, María Jesús Puchalt, Vicente Aleixandre, Ana Albert, María José Alcón, Julio Aguado, Alejandro Fernández Checa, Mayrén Beneyto).