Independentismo en Cataluña

El líder de los Mossos separatistas delata un control antiterrorista de la Guardia Civil en Cataluña

Albert Donaire
Albert Donaire, líder de "Mossos per la República Catalana"
Pelayo Barro

Albert Donaire, la cara visible de los Mossos separatistas, desveló a través de sus redes sociales la existencia de un control de agentes antiterroristas de la Guardia Civil en Ripoll. Le están investigando de oficio por si ha podido cometer un delito de revelación de datos sobre operaciones policiales.

“Controles de la Guardia Civil por el territorio. Me he encontrado uno esta tarde en Ripollés”. Este fin de semana el agente de los Mossos d’Esquadra Albert Donaire, reconocido independentista, delataba la presencia de miembros  de la Guardia Civil en una carretera de Ripoll. “¿Operación ‘Marcar Paquete’?” se preguntaba Donaire.

Sin embargo, no se trataba de un control rutinario ni de tráfico, ya que estas competencias están transferidas a los Mossos. Según ha sabido OKDIARIO, los controles que la Guardia Civil está realizando en Cataluña en los últimos días están relacionados con la denominada ‘Operación Judas’, en la que se ha desarticulado un comando terrorista de los CDR en posesión de explosivos. Donaire, como se contó en estas páginas, ha impartido charlas a estos CDR.

De hecho, según ha confirmado OKDIARIO, los miembros de la Guardia Civil que participan en estos operativos pertenecen a los Grupos de Acción Rápida (GAR), una unidad nacida para luchar contra ETA y que se ocupa de la lucha antiterrorista.

Investigación en marcha

La Guardia Civil no ha pasado por alto el mensaje. De hecho, tal y como explican fuentes del Instituto Armado, se está investigando si esta conducta puede ser considerada delito. “Se trata de una delación grave, ya que pone en peligro una operación antiterrorista en marcha. Pero es especialmente grave si se tiene en cuenta que proviene de un agente de las fuerzas del orden” explican estas fuentes.

Donaire, tras recibir algunas críticas de compañeros de los Mossos por su irresponsable comentario, se defendía alegando que “ahora resulta que informar de uno de los lugares donde me encuentro un coche de la Guardia Civil es informar». E incluso lo reconocía:  «Pues tal vez sí, yo no tengo que esconder nada. Porque todo lo que lo hago es en mi tiempo libre, y no de baja. Algunas son más putas que las gallinas…”, adjuntando un mensaje de Inma Alcolea, la mosso suspendida por criticar a Carles Puigdemont.

El pasado mes de julio Jordi Munell, el alcalde de JxCAT en Ripoll (Barcelona), publicó un mensaje similar en sus redes sociales en el que denunciaba la presencia en el pueblo de un control antiterrorista de la Guardia Civil.

Delito penado

La Guardia Civil lleva años advirtiendo a los usuarios de los peligros que supone alertar de la ubicación de controles a través de las redes sociales. Algo que puede ser utilizado por algún terrorista para eludir la vigilancia y evitar se detenido. Este tipo de actuaciones está considerada como infracción grave en la Ley de Seguridad Ciudadana. Concretamente el artículo 36.23 de la Ley 4/2015, en el que se tipifica el hecho de difundir información sobre operaciones policiales.

«El uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación, con respeto al derecho fundamental a la información», dice textualmente la norma.

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