Elecciones 28M

El líder antiokupa del PP en Mataró, donde hay 1.800 casas allanadas: «La izquierda vive en una burbuja»

Emilio Molinero se presenta como número '3' del PP en Mataró, el proyecto que más le ha convencido para ayudar a sus vecinos

Tras el confinamiento, comenzó a luchar contra la okupación desde la patrulla vecinal que él mismo fundó de forma pionera

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Emilio Molinero, natural de Mataró, decidió impulsar, de forma pionera, la primera patrulla vecinal contra los okupas ante el aumento de casos que se registraron en el municipio tras la llegada del covid. Junto a un amigo, decidió poner en marcha esta plataforma con sólo un objetivo: velar por la seguridad de todos los mataronenses. Ahora, se ha animado a dar el salto a la política, desde donde pretende seguir dando batalla a la lacra de la okupación. Para poder seguir ayudando a su gente, el próximo 28M se presenta como número 3 al Ayuntamiento de Mataró, integrado en la lista del Partido Popular.

Salir a la calle en Mataró se ha convertido en todo un ejercicio de valentía. Mataró está dominada por los okupas y los delincuentes, que pasean a sus anchas. En este municipio hay 1.800 viviendas allanadas por delincuentes. Proporcionalmente, es la ciudad de España más castigada por este drama. Es tal la peligrosidad instalada en el municipio catalán que lo comparan con el Raval de Barcelona. El PP de Mataró denuncia que el Ayuntamiento, en manos de PSOE y Podemos, ha estado desaparecido durante toda la legislatura.

PREGUNTA.- ¿Qué motivos le han llevado a dar el salto a la política y formar parte de la candidatura del Partido Popular de Mataró?

RESPUESTA.- La dejadez que tenemos por parte del consistorio en nuestros barrios y, concretamente, en toda la ciudad de Mataró. Fue el hecho de decir: si los vecinos no nos movilizamos, ninguna persona lo va a hacer. Di el paso pensando que, si nos quedábamos quietos, conseguirán lo que están intentando hacer, que es una invasión. Hay dejadez, miseria y, sobre todo, pobreza. O nos echamos a la calle… ¿Y qué mejor manera de poder echarse a la calle? Con la palabra.

P.- Eres el fundador y el impulsor del movimiento de la Patrulla Vecinal. ¿En qué situación estaba Mataró para animarse a crear algo de esta índole?

R.- Cuando se hizo la plataforma de patrulla, la cosa no estaba tan mal. Sí que se veía ya que se empezaba a deteriorar lo que es la ciudad. El problema llegó junto a los que vinieron después de la pandemia. Aprovecharon la obligación que teníamos nosotros de quedarnos en casa y no contagiarnos. Ellos aprovecharon la oportunidad y empezar a delinquir y a okupar. Y ahí fue cuando, entre una persona y yo, decidimos darle voz a Mataró. Que la gente supiera que mientras estábamos en casa, Mataró estaba abandonada por culpa del maldito virus.

P.- Asegura que cuando surge la plataforma «la situación no estaba tan mal». Ahora, ¿cómo de mal está la cosa? ¿el problema se ha extendido por el municipio?

R.- Más que un problema es un problemón. Está muchísimo peor. Yo he hablado con gente mayor, y ellos me dicen que ni en la época de la guerra han visto tan mal a Mataró como ahora. Es una pena que una ciudad como ésta, donde tenemos de todo, esté en decadencia. Todo porque el partido que nos gobierna en este consistorio tiene la amabilidad de quedarse en casa y no hacer nada. Vayas donde vayas, sea la hora que sea, es una pena tener que salir a la calle con miedo. Y eso es lo que nos dice la gente, que sale con miedo. Nos dicen que ni la época de los años 50, ni de los 60 la gente tenía tanto miedo como ahora.

P.- Imagino que, formando parte de esta patrulla vecinal, mucha gente se pone en contacto con usted. ¿Nos puede poner un ejemplo de algo especialmente duro que haya visto en Mataró?

R.- Bueno, os puedo contar una de las cosas, de tantísimas cosas que tenemos en nuestra ciudad. Se trata de un bloque entero que está okupado. En ese bloque hay una señora mayor. Está obligada a tener que bajar las escaleras porque el ascensor lo han roto. Ahora, nadie va a visitarla. No le dan solución, le dicen que se mantenga allí. Sólo queda esta mujer anciana de unos 15 o 20 vecinos. El resto han sido okupados. Hay butrones en las paredes. O sea, desde el comedor de un piso se pasa al piso de otro. La escalera está dejada, el ascensor está roto, el parking está lleno de agua. Es patético.

P.- Comentaba, antes de comenzar, que la policía local de Mataró tiene mucho prestigio por su buen hacer. ¿Ahora se encuentra desbordados?

R.- Ayer mismo hizo un año de uno de las peores situaciones que hemos vivido en Mataró. Más de 200 personas de etnia marroquí increparon a nuestra policía local. Solamente, por el hecho de hacer su labor. Tuvieron que recular, por suerte. Porque, si no, de allí poquitos se hubieran salvado. Más de 200 personas increpando a la policía, tirándole basura desde los balcones, patinetes, cascos, naranjas, melones, piedras. Surrealista. Si han perdido el respeto a la policía, ¿qué podemos esperar los ciudadanos de a pie?

P.- Ahora encara la campaña electora desde la candidatura del Partido Popular. ¿Qué recetas considera oportunas para revertir o, al menos, empezar a cambiar esta situación?

R.- Fue una suerte conocer a Cristian, cabeza de lista del PP. Él me contó su proyecto y vimos que coincidíamos en las medidas que creemos convenientes para Mataró. ¿La okupación? Hay que acabar con ella. ¿La delincuencia? Hay que acabar con ella. Y hay que acabar con la dejadez del Ayuntamiento de una ciudad en progreso. Lo primero que queremos hacer es acabar con la delincuencia y con la okupación. No son personas necesitadas, son mafias. Y esas mafias conllevan delincuencia. Últimamente, nos comparan con el Raval de Barcelona. Y es una pena, porque el Raval es un barrio bastante bonito en Barcelona y está dejado también por su alcaldesa. Nos está pasando exactamente lo mismo. Parece ser que esta gente que está en el Gobierno no ve el problema que realmente tenemos. Viven dentro de una burbuja.

P.- ¿Cómo es el día a día de aquellos que no tienen la suerte de vivir en esa burbuja?

R.- Es una pena. Es muy triste que la gente mayor, como mis padres, tengan miedo de salir a la calle a comprar el pan. Que nuestros mayores tengan que llamar a sus hijos para poder ir a sacar el dinero de la pensión el día 10 o el día 25.  Tienen miedo de que les roben. Los padres tenemos miedo de que nuestros hijos no nos digan dónde están. Que tengan que enviarnos la ubicación en todo momento por miedo a que les pase algo. Hace poquito, a un crío que no llegaba a los 16 años, le quitaron el móvil y le pegaron una paliza en la misma puerta de su casa. En la misma puerta. No fue de noche ni de fiesta. Fue a las 15:00, en la puerta de su casa. Hombres y mujeres mayores que no pueden llevar, ni siquiera, la alianza de casados porque tienen miedo de que les roben.  Van a por los más débiles, a por las personas mayores, a por los críos. Tenemos una policía muy eficiente, pero está atada de pies y manos.

P.- Dice que la policía está atada de pies y manos. Acaba de entrar en vigor la Ley de Vivienda impulsada por el Gobierno de coalición de PSOE, Podemos con el apoyo de ERC y Bildu. ¿Creé que esta ley, que también se muestra realmente generosa con el movimiento de la okupación, es otra oportunidad perdida para dar más herramientas a la justicia o a las fuerzas de seguridad?

R.- Estos políticos deciden regalar viviendas ahora. Es una compra de votos porque ven que se está acabando su poltrona. Para acabar con la ocupación no es necesario regalar viviendas. Lo que hay que hacer es ayudar a la gente necesitada. No sólo con viviendas. Si les das casa pero no le das trabajo, siguen siendo necesitados. Van a seguir robando. Vamos a dejar ya de mentir, de dar falsas esperanzas a las necesidades de la gente. Que dejen de jugar con las personas y con el pan que tanto necesitan.

P.- Las personas mayores de Mataró, que deberían estar viviendo esos años de jubilación y descanso, están sumidos en el miedo. ¿Cómo reciben sus vecinos que algunas formaciones de izquierdas lleguen a bromear con la okupación?

R.- Yo tengo que ir personalmente a ayudar a mi madre a sacar dinero para que no le roben. ¿Eso no es miedo? Se ríen de nosotros. Nos dicen que no es para tanto, pero me veo obligado a llamar a mi madre para que me espere para bajar la basura. Nuestras madres compran en un supermercado que está a 300 metros y van aterradas. A partir de las 18:00 no se pueda salir a la calle, por miedo. ¿Y nos dicen que es mentira? Bueno, es mentira. Eso es lo que quieren escuchar. Pero ese es el problema de los progres y el problema de toda la izquierda, por no decir de la extrema izquierda. No saben cómo solucionarlo y se limitan a decir que es mentira. El problema no es solamente en Mataró, es a nivel nacional. Vamos a ser realistas, solucionar el problema y dejar de jugar con las necesidades y el miedo de las personas. Me parece patético que me venga el  Gobierno y me diga, a mí, que es mentira. ¡A mí! Que lo estoy sufriendo en primera persona.

P.- Si consigue ser concejal el próximo 28M,  ¿qué medida te gustaría decir, dentro de cuatro años, que pusiste en marcha y que, finalmente, ha cumplido su objetivo?

R.- Mejorar la ciudad, y aumentar la seguridad, sobre todo. Que la gente pueda estar en la calle y pueda vivir tranquila. Ese es el objetivo y esa fue una de las causas que me unieron con Cristian. Los dos pensamos lo mismo. No hay que llegar a que la gente deje las puertas abiertas como antaño, sino que viva tranquila. Sólo pedimos que viva tranquila. Que los padres no vivamos con sufrimiento, y que nuestros padres y nuestros ancianos vivan lo que tengan que vivir, pero sin miedo. Repito. Hay mucha gente mayor que ha pasado una guerra y me ha dicho que están viviendo peor que durante la posguerra.  Viven aterrados en la comunidad de vecinos de toda su vida, la que tanto esfuerzo y sudor les costó comprar.  Te puedo asegurar que ese es uno de los motivos por los que me metí en política: dar seguridad a mi ciudad.

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