Montero sostiene que la postura sentada de las niñas en los catálogos de juguetes «refuerza la desigualdad»
Irene Montero ha emprendido una nueva batalla, esta vez contra los juguetes y los establecimientos donde se venden. Justo al comienzo de la campaña de Navidad, el Ministerio de Igualdad ha publicado un nuevo estudio que sostiene que las imágenes de niñas en los catálogos de muñecos que aparecen sentadas «refuerza la desigualdad».
El Instituto de la Mujer -órgano dependiente de Igualdad- ha elaborado un documento de casi 200 páginas en el que analiza el «sexismo en la publicidad de juguetes». «Las navidades son un momento esperado en el que niñas y niños comienzan a ilusionarse y a fantasear con los regalos que van a recibir», puede leerse en la presentación del informe, en el que se da por sentado que existen «muchas imágenes estereotipadas» en la industria del juguete.
El estudio asegura «que el sexismo sigue muy presente en la publicidad de juguetes mediante la segmentación del mercado según el sexo». Esta estrategia que genera mayores ventas y beneficios a la industria supone también que se favorezca «la perpetuación de roles que fomentan la desigualdad y la discriminación de las mujeres», apuntan sus redactores.
Entre los muchos apartados de análisis se encuentra el de las posturas en las que aparecen los niños en los catálogos de juguetes. El estudio sostiene que «algunos códigos de comunicación refuerzan la desigualdad». «La actitud se observa diferenciada: ellas aparecen con más frecuencia sentadas en el suelo y ellos de pie. Lo mismo se puede decir respecto a los gestos, más numerosos en las niñas que en los niños. En cuanto a la interacción con otras personas, es menor en las figuras masculinas que en las femeninas», sostiene el informe tras la observación de varios catálogos.
«El análisis de las posturas en los anuncios de los catálogos presenta
habitualmente papeles más pasivos a las niñas y con mayor actividad
y dinamismo para los niños», añade el estudio, promovido por el Ministerio de Irene Montero.
También incluye una serie de poses que, según el informe, se repiten en estos catálogos. «Una de ellas consiste en apoyar la punta del pie en el suelo, doblando la pierna» y otra es «un gesto de reverencia que realizan las chicas que llevan falda, especialmente en los disfraces».
Además, aseguran que se usa «poco texto, pero suelen emplear el masculino genérico». Con esto hacen alusión a la falta de lo que se denomina ‘lenguaje inclusivo’, es decir, usar el femenino y el masculino en cada una de las palabras que lo permita.
📽️ Niñas que cuidan y niños que pelean siguen siendo los roles mayoritarios que se representan en la publicidad de juguetes, como señala el @Inmujer.
💬 @VeraNoelia: «El feminismo es el martillo que, históricamente, ha pretendido demoler estas opresiones». #JugarSinSexismo ♀️ pic.twitter.com/y0Kr9I7EZT
— Ministerio de Igualdad (@IgualdadGob) October 26, 2020
La «opresión del rosa»
Otra de las conclusiones a la que ha llegado este estudio del Ministerio de Irene Montero es la predominancia de ciertos colores para cada género. Tanto es así que afirman que existe una «opresión del color rosa sobre las niñas» de manera «constante».
«Merece una conclusión propia la problemática del color rosa, un color que oprime y reprime a las niñas como se aprecia en muchos anuncios y catálogos, pero que en el punto de venta adquiere gran fuerza al crear el color predominante en la campaña de juguetes», critica. Además, el estudio hace mención especial a la denominada como «tasa rosa», un fenómeno que supone un encarecimiento de los productos destinados a la mujeres. «Si es de color rosa, pagas más», concluye.