El Gobierno encarga dos destructoras de información confidencial para las oficinas del Falcon y el Airbus

El Gobierno de Pedro Sánchez ha encargado el suministro de dos destructoras de información confidencial de las oficinas encargadas de la operatividad de los aviones Falcon y Airbus de las Fuerzas Armadas, las dos principales aeronaves del Ejército del Aire que dan servicio al jefe del Ejecutivo PSOE-Sumar, a los ministros y a otras altas instituciones del Estado.

En concreto, el objeto de este contrato -al que ha accedido OKDIARIO- es la «adquisición de dos destructoras de papel para edificio 420 y edificio 423 del 45 Grupo de las Fuerzas Armadas (Sección Económica Administrativa 22 Base Aérea de Torrejón. Ministerio de Defensa)». Según ha podido contrastar este periódico de fuentes militares sobre el destino de ambas destructoras de expedientes, el edificio 420 gestiona la actividad de los Airbus, mientras que el 423 hace lo propio con lo relativo a los Falcon.

Estos edificios se encuentran situados en hangares de la unidad aérea del 45 Grupo. Son zonas administrativas y despachos de gestión operativa para la organización de la unidad, que incluye la planificación de vuelos, entre otras tareas. Las fuentes militares consultadas aseguran que aquí «se maneja información clasificada, de modo que estos puntos tienen la consideración de áreas ZAR (Zona de Acceso Restringido)».

Se da la circunstancia de que el Gobierno de Sánchez recurre con frecuencia a este carácter reservado de los vuelos del Falcon y el Airbus para negar información a la oposición sobre desplazamientos controvertidos de estas aeronaves protagonizados por el propio inquilino de la Moncloa, sus ministros o pasajeros desconocidos, como ocurre con los más de treinta vuelos entre Madrid y la República Dominicana que han centrado los focos en relación con la presunta trama de corrupción del caso Koldo.

El Ejecutivo socialcomunista sólo reconoce 6 vuelos de los 39 registrados a República Dominicana con aviones oficiales del Ejército desde el año 2019, según datos de plataformas de tráfico aéreo. En plena campaña de acoso por parte del Gobierno a su familia, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, recomendó el pasado 13 de marzo a Pedro Sánchez unas «vacaciones en República Dominicana». «Usted lo sabe muy bien, hay vuelo directo», le lanzó la dirigente popular al líder socialista.

Feijóo exige explicaciones

De igual modo, el jefe de la oposición y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, también se ha pronunciado en esta línea exigiendo explicaciones. «Hay muchos vuelos a República Dominicana del Falcon, el avión oficial, en el que no coincide el vuelo con la agenda. Es decir, el presidente no está en República Dominicana y el Falcon ha viajado a República Dominicana. Hemos pedido que se nos informe, se nos ha negado la información», declaró en una entrevista en Onda Cero.

Y es que el Gobierno, en respuesta parlamentaria en las Cortes Generales y a través del Portal de Transparencia del Estado, suele esgrimir que «tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidos a la misma, y, en concreto, los informes y datos estadísticos sobre movimientos de fuerzas, buques o aeronaves militares, deben tratarse como materia clasificada con el máximo grado de protección». De esta forma, el Ejecutivo se niega a revelar los itinerarios de estos viajes, el número o la identidad de los pasajeros, el gasto en combustible o el nivel de contaminación de estos desplazamientos en Falcon y Airbus por parte de miembros del Gobierno.

El expediente de adquisición de las dos destructoras de papel para las oficinas de los Falcon y los Airbus indica que la empresa adjudicataria ha sido Vistalegre Solutions SL por un importe de 4.839,98 euros (impuestos incluidos).

Las fuentes militares citadas apuntan que estas máquinas son validadas por la Oficina Nacional de Seguridad, dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que hace las verificaciones e inspecciones oportunas de que se cumpla con la seguridad. Estas destructoras, por lo general, trituran literalmente los documentos en «trozos de apenas un milímetro, menores que una letra impresa», señalan las mismas fuentes sobre expedientes como los que irán a parar a las destructoras de las oficinas de los Falcon y los Airbus.

Además, los militares a los que corresponda la eliminación de esta información sensible deben rellenar previamente un «acta de destrucción de material clasificado de carácter confidencial o equivalente», como el que reproduce OKDIARIO en esta información.

En este contexto, cabe recordar que el último contrato de mantenimiento operacional de la flota Falcon suscrito por el Gobierno de Pedro Sánchez incluye una lista de «destinos frecuentes», a fin de que la empresa adjudicataria pueda planificar sus actividades, donde aparece el aeropuerto de Santo Domingo, en República Dominicana.

Recientemente, se ha conocido en el marco de la investigación del caso Koldo, a partir de varias conversaciones que figuran en el sumario judicial, que República Dominicana era un destino habitual de los empresarios relacionados con esta presunta trama de corrupción en la venta de mascarillas. Por ejemplo, en una conversación del chat que recibía el nombre de los 4 mosqueteros el comisionista Víctor de Aldama se refería así al país caribeño. «Mirar los tickets que tenemos en República Dominicana porque el domingo va el hermano de Koldo», decía a sus amigos sobre el familiar de Koldo García, ex asesor del ex ministro socialista José Luis Ábalos y enlace principal con el Gobierno.