Girauta: «No habrá reforma constitucional en la comisión»
El Consejo de Ministros ha dado luz verde al desarrollo del artículo 155 de la Constitución y, desde que el secesionismo iniciara el proceso de ruptura con España, Ciudadanos ha sido la única formación política que ha defendido, sin matices, la necesidad de su aplicación. Ahora, con la intervención efectiva de la autonomía catalana, se abre un periodo de incertidumbre. Juan Carlos Girauta, portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, charla con OKDIARIO para aclararnos las incógnitas que se abren, pero entre ellas, según él, no está la posible reforma de la Constitución.
P.- Ustedes han hablado de una reforma constitucional que casi parece constituyente. ¿Es el momento de abrir ese melón desde el punto de vista de la conveniencia?
R.- Primero, nosotros no vinculamos el problema del separatismo catalán -que ha dado un golpe de Estado- con la reforma de la Constitución. Ya sabemos que los demás lo han hecho, pero justamente porque nosotros no estamos dispuestos a establecer esa relación votamos en contra de la creación de esa comisión. Una comisión que no se presentó como una comisión para la reforma constitucional. Se presentó como una comisión para apaciguar a los separatistas que acababan de dar un golpe de Estado, por eso votamos en contra. Luego, la comisión se aprobó. Muy bien, allí está, y si está acudiremos. ¿A qué acudiremos? A decir: “Mire usted, nosotros no vamos a avalar una reforma constitucional hecha para contentar a los que han provocado tal problema y tal catástrofe en Cataluña”. La fuga de empresas de Cataluña es una catástrofe económica, lo que ha pasado es ya una catástrofe (la quiebra de la cohesión social, la profunda fisura, etc). Nosotros no premiamos a los que hacen estas cosas porque, además, los conocemos. Ciudadanos nació en Cataluña para enfrentarse al nacionalismo hegemónico. Si usted les dice “bueno, venga, vamos a darle un régimen fiscal propio”, lo interpretarán como una debilidad y dirán que están más cerca de la independencia.
P.- No sé si ha visto las declaraciones del ex presidente Aznar en las que ha dicho que “lo que no se puede es pagar a plazos lo que hoy nos están pidiendo que paguemos al contado”.
R.- Nosotros somos partidarios de una reforma constitucional para eliminar los aforamientos, para reducir el Senado a una mínima expresión formal, pero con un contenido real de cámara territorial. Nosotros somos partidarios de la actualización de ciertas cosas que los padres de la Constitución no pudieron prever, como los problemas de la digitalización. Por supuesto, creemos que se tienen que aclarar las competencias, un listado clarísimo de competencias del Estado y un listado de competencias de las Comunidades. Pero, ¿una reformar para contentar a los separatistas? Ni que estuviéramos locos.
P.- El PP y el PSOE sí han acordado esa reforma constitucional, ¿qué intuye que haya detrás de ese acuerdo?
R.- Intuyo que no harán la reforma. Seamos sinceros, lo que intuyo es que, en el momento que se empiece a discutir y vean que en la mesa no están sentados los nacionalistas (porque Esquerra y el PdeCAT ya han anunciado que no van a estar”… ¿A quién contentan? Por otro lado, ya le he explicado lo que Ciudadanos va a decir dentro del bloque constitucionalista. En ese caso, yo no veo a Montoro diciendo que hay que darles un concierto como el del País Vasco. Cataluña es el 20% del PIB. España no es sostenible así. No creo que eso conduzca a nada. Y, sobre todo, creo que es muy nocivo (y, por eso, votamos en contra) que la gente relacione la reforma de la Constitución con algo que se hizo para enfrentarse al reto del separatismo. Eso parece una cesión y las formas son importantes. Tenemos que reformar la Constitución en una ponencia, con unos expertos, en una comisión para mejorar la vida de todos los españoles, para ver cómo somos más solidarios y no menos, para ver cómo somos más iguales en derechos y no más diferentes en derechos, para ver cómo somos más libres y no menos libres y para acercarnos a la integración europea que ese es el tema capital. Si Europa se está integrando en todos los aspectos, por ejemplo, la integración fiscal, ¿cómo vamos nosotros a aumentar las diferencias fiscales dentro de España? Nadamos a contracorriente.
P.- El PP y ustedes no se han puesto de acuerdo en materia educativa, por ejemplo, con el adoctrinamiento. Es un poco sorprendente…
R.- A mí, le aseguro que me sorprendió profundamente la abstención del Partido Popular, profundamente.
P.- Ellos les acusan a ustedes de estar haciendo electoralismo.
R.- Vamos a ver, hay tres personas de la alta inspección en Cataluña, y una es la secretaria. No hay nada. ¿Cómo nos pueden acusar de electoralismo cuando este partido nació a contracorriente (y nadie daba un duro por él) por una cuestión de principios que era recordar que Cataluña también era España, que la Constitución también estaba vigente, que los niños tenían el mismo derecho a ser educados sin ser manipulados, etc? Hablar de que nosotros somos electoralistas cuando ellos han olvidado sus valores durante más de treinta años… Los populares y los socialistas, cada vez que han gobernado con mayoría absoluta y han podido parar el adoctrinamiento, no han hecho nada. Ahora nos llaman electoralistas. Pues bien, cada vez que alguien proponga mejorar la vida de la gente, acusémosle de electoralista porque lo que hace le gusta a la gente. Claro, a la gente le gusta que a su niño no le manipulen, a la gente le gusta que el contenido de los libros que le enseñan a su niño en el colegio no contenga mentiras flagrantes, a la gente le gusta que el profesor no diga a un niño hijo de un policía “¿estás contento con lo que ha hecho tu padre?”, claro que le gusta a la gente… ¡y a nosotros! Llamarle electoralismo me parece una canallada.
P.- Dando por buenas sus tesis sobre el adoctrinamiento en Cataluña, ¿cómo se desmantela ese sistema?
R.- Después de esa votación tan sorprendente en la que el PP se abstuvo, planteó una PNL que es algo sorprendente en un partido que está en el gobierno porque equivale a hacer una declaración solemne de que está muy mal adoctrinar. Pues bien, ese mismo día, nosotros presentamos una proposición de ley detallada. En nuestra visión del tema el problema no es tanto que la competencia de educación esté en manos de las comunidades como el de la deslealtad. La inspección existe para ir a los centros cuando hay una denuncia o un indicio. A mí me acaban de enseñar ahora, hace media hora, un libro de texto donde explican a los pobres niños engañados catalanes los países de la UE, y salen, “Países de la Unión Europea”, y sale “España, Francia, Italia, Cataluña, …tal”, y sale ahí. Entonces, claro, pobres niños, ellos se lo creen, y salen con los otros niños y dicen, “pues somos un país de la Unión Europea, al que viene la policía española a decirnos no sé qué. Si nosotros somos un país de la Unión Europea, ¿cómo que nos van a echar de la Unión Europea?”. Es una canallada mentir a los niños en los libros de texto, señalar a los hijos de los policías en clase, preguntarles lo que han votado sus padres o si han ido a votar o no, llevárselos en horas lectivas a manifestaciones, hacerles representar obritas de teatro donde el Rey de España es malísimo y los policías son criminales. Oiga, hasta aquí hemos llegado. Entonces, nuestro modelo es una agencia independiente dedicada a la alta inspección, con medios, recursos, capacidad sancionadora y que, sobre todo, ejerza el poder que la Constitución le atribuye al Estado en materia de educación, la educación no solo es de las comunidades. El marco, las bases, las establece el Gobierno, y la alta inspección queda en la Administración del Estado. Por tanto, si no se usa, pues oiga, alguien ha hecho dejación. De hacer dejación de esas cosas surgen estos problemas que nos hemos encontrado, estas masas enfurecidas porque lo que les han explicado en el colegio era mentira, u otros se sienten coaccionados y no hablan, no se vayan a enterar de que mis papás no fueron a votar, no se vayan a enterar de que mi papá es policía. No, esto no puede pasar en un país libre y no va a pasar con nosotros.
P.- Fíjese que esta mañana escuchaba un razonamiento sobre ustedes que decía que ustedes le han pasado al PP por la derecha…
R.- Si, eso lo dice Podemos y es muy interesante porque eso demuestra que la extrema izquierda española…
P.- Porque, ¿cuál es el papel de Podemos en toda esta historia?
R.- Podemos es quien ha dicho eso, un representante de Podemos, por eso me refiero a Podemos. Ellos siguen utilizando el parámetro increíble de que, cuanto más defiende uno la unión entre los españoles y la igualdad entre los españoles, más de derechas es. Esto es una cosa que si la oyera la vieja izquierda que protagonizó la transición se caerían muertos. La cara que se le quedaría a Alfonso Guerra…, que está vivo y que siga muchos años porque está muy lúcido. El otro día pude cruzar unas cuantas frases con él. Claro, la cara que se le queda a este hombre cuando se relaciona el defender la unión entre los españoles con ser de derechas, no se la quiero ni describir. Entonces, es que es un parámetro que ellos tienen calculado, no mal, al revés. Defender privilegios es más de derechas que de izquierdas, defender que, como nosotros ganamos más dinero no queremos mantener a regiones que ganan menos dinero, como dicen ellos… Dicen que las mantienen. Esto no es de derechas, es asquerosamente reaccionario.
P.- Hay quien piensa en este sentido, con lo de Podemos, que ellos pretenden, de alguna manera, hacer pinza con el independentismo para derribar el régimen del 78.
R.- Sí, yo estoy convencido de que ellos tienen en mente eso, pero también estoy convencido de que ha sido un error estratégico muy grave. Yo no le quiero dar pistas al contrincante que se equivoca, pero todo mundo entenderá que es imposible mantener una marca nacional, política…
P.- Porque a ustedes las encuestas la verdad es que les están yendo muy bien, es decir, en este sentido.
R.- Pero es que, si los demás lo hacen así, qué quiere que le diga, es que si Podemos se suma a todo lo que tenga que ver con la insolidaridad entre españoles, con los privilegios de una casta de corruptos como Convergencia… Oiga, si usted se suma a eso y aplaude a los convergentes, que es que no hay gente que haya robado más en Europa, lógicamente, su votante a lo mejor no está de acuerdo y dice: “oiga, cuál es el problema, que yo no quiero saber nada de los convergentes, que yo no quiero saber nada de la derecha catalana, ni de la murciana, ni de la extremeña, que yo no quiero saber nada de los que quieren establecer privilegios y limitar la solidaridad interterritorial”. Entonces, ya le digo, no demos pistas al que se equivoca. Pero si se han metido en un error así es por lo que usted ha dicho, porque estaban convencidos de que podían hacer una pinza. Es decir, ahora que estos van a declarar la independencia, nosotros apretamos por el otro lado y nos cargamos el régimen del 78. Esto es lo que tenían en mente, seguro, estoy convencido.
P.- Y, dígame, ¿cómo va a acabar la película de todo esto?
R.- Bueno, yo creo que políticamente y jurídico-politicamente va a acabar bien, no puede ser de otra manera. Y va a ser por una razón, porque aquí todo el mundo va a hacer su papel. El Rey de España ha cumplido su papel de manera impecable, no ha dejado ni una sola brecha a interpretaciones de pasteleo ni a tergiversaciones, lo cual es muy difícil. Porque yo le aseguro que hay verdaderos especialistas en coger las palabras y darles la vuelta y decir, “lo que el Rey quiso decir es tal” No, no, el Rey fue inequívoco. El pueblo, a la altura. Un millón de catalanes constitucionalistas salió a la calle a decir “no estamos solos y aquí estamos nosotros”. Impecable. La justicia está haciendo su trabajo sin atender a las presiones, porque yo estoy seguro de que al Gobierno español no le hizo una especial gracia que hubiera prisiones preventivas con los líderes. Pero es una teoría mía. No creo que se alegraran mucho porque a lo mejor en su visión de las cosas eso impedía….
P.- Bueno eso es lo que se ha dicho.
R.- Por tanto, la justicia, haciendo su papel sin admitir presiones. Con una valiente juez del juzgado número 13 de Instrucción de Barcelona que lleva las actuaciones por aquel asunto. Y con la de la Audiencia Nacional, que también está a la altura. El Tribunal Constitucional, en su sitio.
P.- ¿Y Rajoy?
R.- El Gobierno, si hace lo que parece que va a hacer, y que nos lo ha dicho y que por tanto nos lo creemos, va a estar en su sitio. Vamos a ver cuánto tarda en estar en su sitio, pero va a estar en su sitio. Oiga, por tanto, vamos a ganar. ¿Cómo no va a ganar la democracia en la Europa del siglo XXI, dentro de la Unión Europea, con la cuarta economía del Euro, con un país de 47 millones de personas? Pues claro que va a ganar. Ahora, dicho esto, la herida que deja en Cataluña, la herida que ha hecho el separatismo, es una herida que va a tardar en curarse, y va a tardar en curarse porque han roto la sociedad civil catalana, y eso algunos no se lo vamos a perdonar nunca.
P.- Dígame una cosa, ya con términos personales porque es la última pregunta. ¿Qué ha aprendido usted desde que ejerce la política? Porque es verdad que es un momento histórico.
R.- Pues es una buena pregunta. Yo he aprendido una cosa que es muy interesante, que a esta edad sorprende más todavía. Quiero decir, a esta edad. Que no me he metido en política profesional a los veinte, ni a los treinta, …sino a los cincuenta y tres me metí. Yo he visto que las cosas son mucho menos raras de lo que la gente cree. Hay mucha teoría de la conspiración sobre cómo funcionan los agentes políticos que no responde a la realidad…
P.- Que a lo mejor es bueno que se siga pensando así.
R.- No lo sé. Yo tuve la suerte de participar en las dos negociaciones, con el PSOE y con el PP, estuve en los dos equipos de negociación. Y cuando uno se sienta con gente que comparte la voluntad de que España vaya mejor, cada cual con su matiz, pero compartes eso, no solo te entiendes, sino que avanzas. Y consigues firmar documentos que tocan todos los temas. Y en aquello que dices, “no nos ponemos de acuerdo nunca”, acabas encontrando un espacio de encuentro. ¿Por qué? Pues porque compartimos unos valores que son los valores de la democracia liberal, con unos liberales como nosotros y como lo son ahora en Europa, que admitimos que el Estado del Bienestar es un tesoro que hay que preservar, con una derecha que también admite eso y que tampoco está en posiciones ultramontanas. Y luego, con una extrema derecha que se parece mucho a la extrema izquierda, que son muy proteccionistas y que quieren reventar el proyecto europeo, y estamos ahí situados defendiendo Europa. No ya España, defendiendo Europa del populismo y del nacionalismo, que son los dos grandes males que en el siglo XX mostraron que pueden ser letales. He aprendido que se pueden hacer cosas muy buenas hablando, sin conspiraciones raras.