La gestora teme que Sánchez protagonice una escisión en el PSOE si pierde las primarias
La gestora del PSOE, presidida por Javier Fernández, teme que Pedro Sánchez acabe protagonizando una escisión en el partido si pierde las primarias convocadas para el próximo día 21. Las heridas no están, ni mucho menos, cerradas y Pedro Sánchez ya ha demostrado que está dispuesto a ir a por todas, a cualquier precio: incluso llevándose por delante al partido.
Su empeño en formar un Gobierno con el apoyo de Podemos y los independentistas catalanes ya provocó una profunda fractura en el partido, que culminó con su destitución como secretario general en el comité federal del pasado mes de octubre.
La recogida de avales ha permitido ahora mantener vivas las aspiraciones de Sánchez y augura que la incógnita sobre el resultado de las primarias se mantendrá hasta el último minuto. La presidenta andaluza Susana Díaz obtuvo más de 63.600 avales, y fue la candidata más respaldada en Andalucía, Madrid, Castilla La Mancha, Extremadura y Murcia.
Por su parte, con casi 6.000 avales menos, Pedro Sánchez obtuvo un respaldo mayoritario en Comunidades como Cataluña, la Comunidad Valenciana, Baleares, Galicia y Castilla y León. Un mapa que ya refleja la profunda división registrada en el seno del partido. El tercero candidato, Patxi López, obtuvo 12.000 avales y sólo fue el más votado en su feudo, el País Vasco.
La sombra de las elecciones francesas
Miembros cualificados de la gestora del PSOE consultados OKDIARIO han mostrado su preocupación ante la posibilidad de que Pedro Sánchez no acepte el resultado de las primarias y decidida crear su propio partido político, llevándose a buena parte de la militancia, si es derrotado por Susana Díaz. Algo que podría herir de muerte a unas siglas históricas como las del PSOE.
Una escisión a la que también intentaría arrastrar a los diputados afines que todavía le quedan en el Grupo Parlamentario Socialista del Congreso, como la ex secretaria de Estado de Justicia Margarita Robles, el ex alcalde de San Sebastián Odón Elorza, la independiente Zaida Cantera, la diputada de Aragón Susana Sumelzo o la dirigente del PSC Meritxell Batet.
La actual dirección del partido ha seguido con especial inquietud lo ocurrido en las recientes elecciones presidenciales francesas. El Partido Socialista optó por un candidato radical, el ex ministro Benoît Hamon, que intentaba mimetizarse con la extrema izquierda de Jean-Luc Mélenchon, el candidato de Pablo Iglesias.
El resultado es que el Partido Socialista francés ha quedado condenado a la irrelevancia, con apenas el 8% de los votos. Es inevitable el paralelismo con la actuación de Pedro Sánchez, quien en su empeño por acercarse a Podemos y asumir sus formas, ha llevado al PSOE por dos veces al peor resultado de la historia: tan sólo 85 diputados.
Algo que no ha apartado a Sánchez de sus objetivos: con su «No» a la investidura de Rajoy intentó forzar la convocatoria de unas terceras elecciones generales, en las que pretendía repetir de nuevo como candidato a la Presidencia del Gobierno. Y ahora lo intenta en las primarias para seguir adelante con su hoja de ruta.
Errejón tiende puentes con Sánchez
Por su parte, el partido de Pablo Iglesias intenta influir en las primarias del PSOE, consciente de que Pedro Sánchez puede facilitarle el acceso al poder. Tras la asamblea de Vistalegre, Iglesias condenó al ostracismo a Íñigo Errejón, le retiró de la portavocía del partido e incluso ha vetado su presencia en las tertulias de varios medios de comunicación.
Pero en las últimas semanas, Iglesias ha permitido que Errejón recupere cierto protagonismo, con el fin de tender puentes con el socialista Pedro Sánchez. Íñigo Errejón fue uno de los principales interlocutores entre ambos partidos en la fallida investidura de Sánchez, que finalmente dinamitó Pablo Iglesias con su discurso sobre la cal viva.
Con el pretexto de respaldar su anunciada moción de censura contra Rajoy, para la que todavía no tiene ni siquiera candidato, Podemos ha convocado una manifestación en Madrid para el próximo día 20. De este modo, Pablo Iglesias intenta condicionar las primarias del PSOE, que se celebran al día siguiente, presionando a los socialistas para que apoyen al candidato que mejor responde a sus intereses: Pedro Sánchez.
Las fuentes de la gestora consultadas por OKDIARIO no descartan en absoluto que Sánchez intente romper el partido si pierde las primarias. Sería un precio muy elevado por la desmesurada ambición del ex secretario general del PSOE que, desde las elecciones generales de diciembre de 2015, no ha dejado de soñar con convertirse en presidente del Gobierno. A cualquier precio.