La ‘fontanera’ de Cerdán reveló a un empresario que la directora de la Guardia Civil quiere cerrar la UCO
Leire Díez acudió a un empresario imputado en busca de pruebas para acabar con el responsable de la UCO

Las grabaciones que han cazado a Leire Díez Castro, enviada de Ferraz, prometiendo a un empresario investigado en la Audiencia Nacional beneficios judiciales a cambio de información comprometedora contra la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y uno de sus máximos responsables, el teniente coronel Antonio Balas, guardan más sorpresas. Tal como ha podido saber OKDIARIO, la fontanera del PSOE asegura en esos audios que aún no han visto la luz que Mercedes González, directora de la Guardia Civil, quería expresamente acabar con esa unidad que está investigando, por orden judicial, los escándalos de corrupción que acorralan al Gobierno de Pedro Sánchez.
La operación clandestina fue impulsada por el equipo de Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y hombre fuerte de Ferraz, y buscaba desacreditar al jefe de la UCO a toda costa y sin miramientos.
La videoconferencia tuvo lugar en febrero de 2025 entre Leire Díez, antigua teniente de alcalde socialista de Vega del Pas (un municipio cántabro de 768 habitantes) reconvertida en fontanera para los trapos sucios del PSOE, y Alejandro Hamlyn, empresario investigado por un presunto fraude de hidrocarburos de 154 millones de euros, el caso Hafesa. Díez Castro estuvo acompañada por Javier Pérez Dolset, procesado por fraude en subvenciones y colaborador habitual de Ferraz, junto a varios abogados.
Hamlyn, que reside actualmente en Dubai tras ser detenido por la UCO en 2019 en la operación Drake, compareció desde los Emiratos Árabes Unidos. El juicio oral ha empezado este lunes pero no se ha personado. Ha esgrimido que no puede abandonar ese país de Oriente Próximo por un pleito civil a no ser que pague 3.000 euros.
La primera grabación del encuentro entre la socialista y el empresario con problemas con la Justicia, que ha desvelado El Confidencial, refleja que el PSOE quiere acabar con el responsable de la UCO: «A ver, eh, mira, esto es muy fácil (…) Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no están para extorsionar a ciudadanos en este país», le espetó Díez Castro a Hamlyn durante la conversación.
La fontanera del PSOE no tardó en ir al grano. Interrumpió al empresario cuando este exponía sus problemas judiciales para centrar la conversación en su verdadero objetivo: «¿Vale? No nos vamos a meter en lo que son los entramados, porque los entramados hay 200.000 empresas y yo creo que no nos interesa eso. Interesa más saber de dónde viene esta génesis. Claro, entonces, es decir, tú has sido víctima de la Camorra, pero de la, de la propia, de la Camorra de la Guardia Civil. ¿Vale?».
El abogado que acompañaba a Leire Díez fue más directo: «Por ir… ¿Qué sabemos de Balas? Cuéntanos algo de Balas». Hamlyn respondió con cautela: «Yo puedo contar muchísimas cosas del señor Antonio Balas, pero… Decidme qué es lo que quieren de mí».
La conversación puso de manifiesto la verdadera intención de la operación. Leire Díez fue contundente: «Todo esto no hubiese sido posible sin la activa colaboración de determinadas personas, lo que yo no tengo ninguna gana de lo que pase es que este señor Antonio Balas se convierta en verdugo de todos nosotros. Y de momento lo que está haciendo es convertirnos a todos en presos y carceleros de él».
«Yo soy de abreviar mucho esto. No necesito a todo el mundo ahora, ¿vale? No necesito a todo el mundo. Necesito a Balas. ¿Vale? Así de claro. Necesito a Balas», insistió esta estrecha colaboradora de Santos Cerdán con una vehemencia máxima que reflejaba la urgencia de la misión.
Chantaje mútuo
Hamlyn no se mostró ingenuo ante las promesas socialistas. El empresario, escarmentado por experiencias anteriores, exigió garantías escritas: «Quiero un papelito, un papelito», repitió insistentemente. Leire Díez le aseguró que, a cambio de información sobre Balas, intercedería en su procedimiento judicial.
Pérez Dolset, experimentado en este tipo de operaciones tras haber aportado a Ferraz decenas de grabaciones y documentos del comisario José Manuel Villarejo, aconsejó centrar los esfuerzos: «Hacen falta una o dos irregularidades claras, absolutamente probadas. O sea, pesan lo mismo dos probadas que diez probadas».
«Está muerto»
El momento más revelador llegó cuando Hamlyn prometió material devastador: «Tengo una cosa… Con una cosa que te dé [de Balas] ya está, está muerto». La respuesta desató el júbilo de Díez Castro: «Pues perfecto. Ya está. Mejor todavía me lo pones».
Para incrementar el interés de sus interlocutores, Hamlyn llegó a afirmar que tenía pruebas de que los mandos de la UCO «traían contenedores de coca». «Que traían, que traían conte… Pero escucha, pero escucha, que traían contenedores de cocaína, estos corruptos. De cocaína. Ya no sólo de hidrocarburos, de cocaína. Con la Guardia Civil», proclamó casi gritando.
Antecedentes sospechosos
Esta no es la primera vez que salen a la luz las actividades clandestinas de Díez Castro. En septiembre de 2024, ya se conoció que la fontenara socialista llevaba más de un año recopilando información sensible sobre particulares, empresas y organismos identificados como enemigos por el Gobierno. Aunque el PSOE negó inicialmente que trabajara en Ferraz, fue fotografiada entrando y saliendo de la sede del partido.
La denuncia inicial sobre esta reunión partió del empresario Víctor Aldama, quien colabora con la Fiscalía desde noviembre de 2024. El 7 de marzo, Aldama afirmó en televisión que «tres personas vinculadas al PSOE habían ofrecido beneficios judiciales a un empresario a cambio de información para desacreditar sus revelaciones».
El papel de Mercedes González
Los acontecimientos han confirmado la existencia de una estrategia gubernamental contra la UCO. En septiembre de 2024, Moncloa situó de nuevo al frente de la Dirección General de la Guardia Civil a Mercedes González, ex diputada del PSOE y reconocida sanchista. González simultaneó hasta febrero su cargo al frente el Instituto Armado con el de secretaria general de la Agrupación Socialista de Madrid. Lejos de ser neutral políticamente, Sánchez ha colocado al frente del Instituto Armado a una socialista de pro que llegó a sonar como candidata a la Alcaldía de Madrid.
Por su parte, miembros del Ejecutivo como la vicepresidenta María Jesús Montero han atribuido filtraciones a la UCO sin aportar prueba alguna que permitiera sostener esa teoría, especialmente tras la publicación de mensajes entre Sánchez y José Luis Ábalos.
El interés en desprestigiar a la UCO cobra especial relevancia cuando se conoce que esos agentes están ultimando un nuevo informe sobre Santos Cerdán, actual secretario de Organización del PSOE y superior directo de Díez Castro. Han aparecido mensajes de Cerdán hablando de adjudicaciones de obra pública, materia en la que nunca ha tenido competencias oficiales.