Los fiscales avisan a Delgado: «Vigilaremos que no haga nada que no se pueda explicar a la sociedad»
Los vocales del Consejo del Ministerio Público se han reunido este miércoles por primera vez con su nueva jefa para entregarle sus reivindicaciones y recordarle que actuarán como "contrapeso" si no es transparente en su toma de decisiones.
Los fiscales mantienen el mismo tono crítico con su nueva jefa, Dolores Delgado, que ya exhibieron tras la propuesta de Pedro Sánchez para que la ex ministra de Justicia asumiese las riendas del Ministerio Público. «Permaneceremos atentos para que toda la actuación de la nueva Fiscal General cumpla» con los fines del cargo y han advertido a Delgado: «Vigilaremos la transparencia para que no haga nada que no se pueda explicar a la sociedad o a los fiscales y que todo lo que se haga se pueda explicar».
La fiscal general presidió este miércoles el primer Pleno del Consejo Fiscal y los Vocales electos por la lista de la Asociación de Fiscales no han querido dejar la ocasión para advertir a Delgado que actuarán como «contrapeso» en su toma de decisiones. Y han invocado como ejemplo el compromiso con la independencia y la transparencia que caracterizó los mandatos de sus predecesores al frente del Ministerio Público, el magistrado del Tribunal Supremo Julián Sánchez Melgar y la fiscal María José Segarra.
Aunque los fiscales no han tenido ningún tipo de competencia en el trámite de elección de su máxima responsable al frente del Ministerio Público, la ley les permite cuestionar sus directrices ante peticiones «improcedentes». Esto es, podrán someter las órdenes de Delgado a la Junta de Fiscales de Sala, según la norma que regula el funcionamiento de la institución.
Los artículos 25 y 27 del Estatuto General del Ministerio Fiscal prevén excepciones a la regla general que reserva a su máxima responsable la posibilidad de «impartir a sus subordinados las órdenes e instrucciones convenientes al servicio y ejercicio» de sus funciones, tanto en lo general como en los asuntos específicos.
Sin embargo, en los casos en que las indicaciones y mandatos de Delgado «se refieran a asuntos que afecten directamente a cualquier miembro del Gobierno», el fiscal general «deberá oír con carácter previo a la Junta de Fiscales de Sala». Lo mismo sucede si un fiscal recibe una orden o instrucción que considere «contraria a las leyes» o que, por otro motivo, «estime improcedente». En dicho caso puede plantear «la cuestión a la Junta de Fiscalía», en el caso de los Fiscales Jefe, o a la Junta de Fiscales de Sala si quien dio la orden fue, directamente, el Fiscal General del Estado.
Esto es, los fiscales todavía cuentan con un mecanismo clave para oponerse a interferencias indebidas en el ejercicio de sus actuaciones: el papel moderador y la opinión prioritaria, aunque no vinculante, de la Junta de Fiscales de Sala cuando el desacuerdo con el criterio del fiscal general del Estado sea absoluto.
La propuesta de Dolores Delgado como fiscal general del Estado desató el estupor generalizado de sus ex compañeros que calificaron la decisión de Pedro Sánchez como un intento de «someter» la institución pública a los intereses del recién conformado Gobierno socialcomunista.
A su juicio, el hecho de que ocupase la cartera de Justicia, en la pasada legislatura, pone en duda su imparcialidad para ocuparse de la defensa de la legalidad en un Estado de cuyo Consejo de Ministros ha formado parte. Especialmente, en un contexto en el que el Ejecutivo ya ha anunciado reformas legales orientadas a beneficiar a los líderes separatistas catalanes condenados por sedición durante el juicio del ‘procés’ -cuyos apoyos fueron esnciales para investir a Pedro Sánchez- y en las que los informes de Delgado serán determinantes.