Ex ministros y ex diputados del PSOE firman contra «el trágala» de las lenguas cooficiales en el Congreso
Los ex dirigentes apelan a los diputados actuales a que rechacen la propuesta "por sentido de la responsabilidad"
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Más de medio centenar de antiguos ministros y diputados de distintos partidos, entre los que se encuentran PP, PSOE, PP, UCD, CDS, y UPyD, han dirigido un escrito a la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, en el que muestran su «rechazo» al uso «contrario a la Constitución» de las lenguas cooficiales en el Parlamento. «Ningún español necesita de intérprete cuando habla con otro español», defienden los abajo firmantes del documento. Todos ellos consideran que la medida es un «trágala inaceptable» por parte de la nueva presidencia de la Cámara y lamentan que la relación entre iguales quede supeditada «al uso de pinganillos». Unas afirmaciones que han sido apoyadas por ex ministros del Gobierno, ex presidentes del Senado y ex diputados del Congreso.
Por parte del PSOE, el documento cuenta el apoyo con nombres tan relevantes como los de los ex presidentes del Senado Juan José Laborda y Javier Rojo. También se unen a la protesta los ex ministros José, Luis Corcuera, Javier Sáenz de Cosculluela y Virgilio Zapatero. Además, lo secundan históricos como Nicolás Redondo -recién expulsado del partido-, Francisco Vázquez o Joaquín Leguina. Junto a ellos, firma el ex presidente socialista de la Junta de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla y Tomás Gómez, el ex líder del PSOE de Madrid.
El escrito también cuenta con nombres relevantes que han sido ministros y diputados por parte del PP. Ente ellos se encuentran María Dolores de Cospedal, Rafael Catalá, Jesús Posada, Miguel Arias Cañete, Adolfo Suárez Illana, José Ignacio Wert, Rafael Arias-Salgado, Isabel García Tejerina, Federico Trillo, Juan Carlos Aparicio o Isabel Tocino.
También secundan el escrito los ex secretarios de Estado Gabriel Elorriaga y Miguel Angel Cortés; el ex abogado general del Estado, Arturo García Tizón; la ex presidenta de UPyD Rosa Díez o el ex ministro de UCD Jaime Lamo de Espinosa, entre otros.
Los ex ministros y ex diputados que han elevado su voz contra el uso de lenguas cooficiales califican esta decisión de «escandalosamente precipitada». A su juicio, supone «el quebranto de una regla de oro del parlamentarismo demoliberal». Los más de sesenta políticos coinciden en que las modificaciones del Reglamento del Congreso «han de contar con un amplio acuerdo de los grupos parlamentarios, como siempre ha sucedido». Algo que, en esta ocasión, no ha ocurrido. La Mesa, en manos de PSOE y Sumar, ha dado luz verde a la inclusión de las lenguas cooficiales en los debates de la Cámara Baja. De hecho, el pleno del próximo martes que debe aprobar la iniciativa ya se podrá celebra de forma multilingüe.
Tal y como reflejan en el texto, los firmantes consideran que «la pretensión» de que la mitad de la Cámara «imponga una reforma de tal calado, es un trágala inaceptable, una verdadera ruptura de las reglas propias de cualquier sistema democrático». Esta situación ha llevado a los firmantes a mostrar su «más firme rechazo a una reforma del Reglamento que contradice la Constitución, no se adecua a nuestra realidad lingüística y no es razonable».
Lengua común
Los ex ministros y ex diputados que han impulsado el texto de protesta recuerdan al PSOE y Sumar que, según establece la Constitución, la lengua común es la única «lengua oficial del Estado», con «deber de conocerla y derecho a usarla». Las demás lenguas «serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos», pero, en ningún caso, son «lenguas cooficiales» del Estado, por lo que consideran que carece de «soporte constitucional» su uso en el órgano que representa la soberanía nacional.
«La verdadera intención de sus promotores es negar la condición del castellano como lengua común de los españoles. Los diputados tendrían que utilizar el casco o el pinganillo para entenderse entre ellos. Esa sería la nueva imagen de la Cámara, alejando la política de la vida normal de los españoles», lamentan en el comunicado. Por todo ello, instan a los diputados de la XV legislatura a que, «con sentido de la responsabilidad y por el bien de nuestra convivencia, rechacen una iniciativa, en virtud de la cual el Congreso cambiaría su naturaleza y produciría una grave mutación constitucional, encaminada a su transformación hacia una ‘realidad plurinacional’».
«La pluralidad de lenguas habladas en nuestro territorio es, claro está, una riqueza cultural, que todos los españoles apreciamos y nos importa preservar. Pero nuestra mayor riqueza es que poseemos una lengua común, en la que nos entendemos todos los españoles sin excepción», puntualizan los firmantes, entre los que se encuentran socialistas críticos con la actual dirección del partido como Francisco Vázquez y otros que han dejado sus filas como Joaquín Leguina o José Luis Corcuera, o el recientemente expulsado Nicolás Redondo.