El español de 73 años que combate en Ucrania: «Putin quiere hacerse con toda Europa»
A sus 73 años Mario García está en el frente de la guerra. Atiende a OKDIARIO en un descanso de sus patrullajes por las calles de Jersón, ciudad en el sur de Ucrania de 280.000 habitantes. Allí presta su colaboración a los soldados ucranianos que se defienden de los ataques rusos. Maneja bien el ucraniano ya que lleva en el país desde la crisis de 2014. «Vladimir Putin es un señor de la guerra que quiere hacerse con toda Europa si le dejan», denuncia desde el epicentro del conflicto armado.
«Soy Mario García, voluntario de España en Ucrania. Un día en Valencia, nos reunimos unos amigos míos y formamos una ONG, España Derechos Humanos con Ucrania», explica. Ya entonces se volcaron en comprar «material para ayudar a Ucrania, pero sentíamos que muchas veces los materiales de que mandábamos no llegaban al destino correspondiente que nosotros queríamos. Y un día les dije: ‘Ya me he cansado de todo esto, yo me voy a Ucrania’. Me dijeron: ‘¿Mario, te marchas? No te vayas, que allí te matarán’. Y yo: ‘No, a mí no me va a matar nadie’».
Desde entonces presta su colaboración en todo lo posible. Dejó atrás su vida como jubilado tras una carrera como funcionario en Carlet, municipio de Valencia de 15.000 vecinos, para vivir en una zona de conflicto que en los últimos días vive una guerra total. En España su nombre es Mariano, pero a los ucranianos les cuesta la pronunciación y se ha rebautizado como Mario.
Explica que su familia no le entiende pero le apoya en el fondo. No obstante, reconoce que estos momentos son muy duros para todos. Habla con sus hermanos y siempre acaba roto. Tiene nietos en Valencia a los que no puede abrazar como le gustaría. En todo caso, no duda en que se quedará a plantar cara a los rusos. «Vamos a seguir luchando. Vamos a seguir con la verdad, que es la que siempre triunfa en todo el mundo al final», sentencia este septuagenario.
«Llegué aquí en el 2014. Conocí a un ucraniano que hablaba muy bien español y me dijo ‘Mario, ¿usted quiere trabajar en un centro humanitario’. Yo le dije que sí, que sin ningún problema. Yo vine a eso. A ayudar a todo el mundo», añade. Entrega suministros como comida y otros materiales a las familias y a los soldados de su zona. Para moverse por lo que hoy es territorio hostil tiene un salvoconducto oficial como «veterano de guerra».
«Yo les diría a todos los españoles, algo que muchos no saben porque son jóvenes. En la dictadura hubo niños valencianos que se enviaron aquí. Todos tenemos que estar aquí», comenta apuntando a una deuda histórica de España con estas tierras de Europa del Este.
A continuación, relata una anécdota que provoca que se le salten las lágrimas. «Una vez vino al centro humanitario una anciana que quería hablar con ‘el voluntario de España’. Me dijo que ella era una de esas miles de niñas españoles que se enviaron a Ucrania en la dictadura. Fue muy emocionante investigar que sus padres habían sido profesor y médica. Me dijo: ‘Ya puedo morirme, sabiendo que habían sido buenas personas’. Yo le respondí: ‘Tienes que vivir que tienes una familia que te quiere’».
Preguntado sobre qué le parece que la izquierda culpe a la OTAN de ser la responsable de los ataques de Vladimir Putin, responde molesto: «Todo eso es falso. Es mentira. Él no quiere a nadie. Él quiere llenar sus vitrinas con trofeos, mate a quien mate. Ahora, en estos momentos los rusos se están levantándose dentro de Rusia diciendo ‘Putin dimisión’. Ha hecho mucho daño. No sólo aquí. Ucrania tiene muchos ucranianos viviendo en Rusia y en diferentes partes del mundo».