Errejón muestra la cocina de su pisito de alquiler para burlarse del casoplón de Iglesias
Íñigo Errejón ha metido en la cocina de su modesto pisito de alquiler a un equipo de La Sexta Noche y ha cocinado ante las cámaras un cocido madrileño, para burlarse del casoplón con piscina comprado por los líderes de Podemos, Pablo Iglesias e Irene Montero.
El guiño era tan evidente, que la reportera de La Sexta Noche no ha podido evitar preguntarle: «¿Suele venir Pablo Iglesias a comer aquí?». El ex número 2 de Podemos ha respondido con sorna: «No ha venido, todavía no le he invitado, tengo que llamarle… pero se va a enterar por la tele».
Parece poco probable que Iglesias responda a su invitación. En cambio, la periodista ha olvidado hacer a Errejón la pregunta clave: si ya ha pasado alguna noche en la casita de invitados de la mansión de Galapagar con piscina en forma de lago artificial.
Durante el programa, Íñigo Errejón ha explicado que vive en este piso de alquiler, un tercero sin ascensor, desde poco antes del verano pasado. «Esta cocina es muy pequeña, ¿no?», ha insistido la reportera, «¿no te has planteado comprarte una casa?». El candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid no ha defraudado: «Es una cocina como la que tienen los madrileños».
Las recetas de la abuela Carmena
Ante las cámaras, ha cocinado un cocido madrileño y ha desgranado los ingredientes, como Arguiñano: tras pelar las patatas, ha ido echando a la cazuela pollo, gallina, puerro, garbanzos, chorizo, morcilla, tocino… En una pizarra, había anotado la receta para que no se le olvide.
La escena tenía mucho de postureo, claro, porque Errejón ha reconocido que habitualmente come en el Congreso de los Diputados y, al llegar a casa, sólo cocina «cosas muy sencillas para cenar: un filete vuelta y vuelta, una ensalada…»
Errejón ha confesado que ya ha cenado alguna vez en el chalé de la alcaldesa Manuela Carmena, pero ha reconocido que no suele invitar a su piso de alquiler a los compañeros de partido: «Me parece muy sano guardar grupos de amigos que no estén en política, para desengrasar».